Beneficios con amor

CAPÍTULO 10

Después de largos minutos buscando a Stella, logré verla bailando con un grupo de chicos; me observó y se acercó a nosotros de inmediato.

-Vaya que coincidencia encontrarte aquí, Spencer. –Dice Stella sonriendo al verme llegar con Spencer a mi lado.

La observo y levanto una ceja.

-Stella. –Dice Spencer. –No sirve de nada seguir fingiendo, Emma ya sabe que tú me avisaste que estarían aquí.

-¿Por qué le dijiste? ¡Ahora me matará! –Dice Stella borrando la sonrisa de su rostro.

-No te haré nada. –Cruzo mis brazos. –Al menos no hoy.

Stella abre sus ojos demasiado y me observa.

-No te enojes conmigo, por favor. -Dice suplicando, pero supongo que solo bromeaba.

-Stella no estoy molesta contigo...

Spencer me interrumpió.

-Te dije que le encantaría verme aquí. -Spencer mira a Stella y le guiña un ojo.

Me río levemente y ruedo los ojos divertida.

-Claro, eso es lo que tú quisieras. –Vuelvo a cruzar mis brazos.

-Bueno. –Dice Stella alargando la letra e. –Yo iré por allá.

-De acuerdo. –Le doy un asentimiento. –Yo me iré a la habitación, estoy cansada.

Stella me observa, y seguido de eso, observa a Spencer.

-Oh, claro ya veo. –Mueve sus cejas de forma divertida. –Entiendo la indirecta.

Me rio levemente.

-Stella no es lo que tú estás pensando. –Vuelvo a reír levemente. –De verdad iré a dormir, no me acostare con Spencer.

-¿A no? -Esta vez es Spencer quien habla, y por el tono de su voz, parece confundido. –Yo también creí que era una indirecta.

Ruedo los ojos.

-No es ninguna indirecta, de verdad iré a dormir.

-De acuerdo. –Dice Spencer y Stella al mismo tiempo.

No estoy segura de que fue lo que paso con los chicos, pero al despertar, Stella estaba dormida en la cama de alado. Después de desayunar hicimos nuestras maletas y regresamos a casa de nuestras pequeñas vacaciones.

-Bienvenido a Starbucks, ¿Qué va querer? –Sonreí, ya que Anthony estaba muy cerca de mí y podía llamarme la atención por no sonreír.

-Una cita contigo. –Mi sonrisa desapareció.

-Mejor vete. –Intente decirlo en voz baja. –No me hagas decir algo inapropiado, podrían correrme.

-¿Qué respuesta inapropiada tienes para responder mi pregunta? –Cuestiona Spencer sonriendo divertido.

-Aun no la tengo. –Dije en un intento de susurro. –Pero aunque la tuviera, mi respuesta seria no.

-¿Por qué sigues negándote a salir conmigo? –Pregunta.

-Aaaaah... ¿Cuál va ser tu orden?

-No cambies de tema, Emma. –Spencer cruza sus brazos. –Ya, hay que tener una cita.

-No me gusta la palabra cita...

-¿Alguna vez dejaras de quejarte?

-¿Alguna vez dejarás de molestar a mi empleada más distraída? –Anthony se acerca; yo solo abro los ojos al escuchar su voz detrás de mí.

-No la estoy molestando, además ese no es tu problema. –Responde Spencer mostrándose a la defensiva, mientras cruza sus brazos.

Paso una mano por mi frente mientras escucho los chicos "discutir".

Es problema mío, porque Emma esta en horario de trabajo y tú solo viene a interrumpirla, ¿Acaso crees que no me doy cuenta que vienes infinidad de veces a molestarla?

-Deberías de dejar de espiar a Emma, y ponerte a hacer otras cosas.

-Ese no es problema tuyo. –Responde Tonthony.

Ruedo los ojos.

Ambos comienzan a decirse una que otra, bastante estúpidas.

Paso el mandil por atrás de mi cabeza para poder quitármelo, lo coloco en su lugar y después me deshago de la gorra.

Salgo del mostrador y comienzo a caminar hacia la puerta.

-¡Hey! –Grita Anthony. -¿A dónde vas?

-A casa. –Digo obvia.

-Aún no termina tu horario, regresa aquí. –Anthony apunta al mostrador.

-Olvídalo, estoy harta de este horrible trabajo.

-No puedes irte, tu contrato aún no termina. –Amenaza Anthony.

-Al diablo el contrato. –Dice Stella apareciendo de la nada. –Este es el peor trabajo, además el café ni siquiera es bueno.

Anthony abre sus ojos y su boca mostrándose sorprendido, al escuchar las palabras de Stella.

-Retráctate. –Apunta a Stella.

-No gracias.

-Bueno señorita, tal vez sería mejor salir de aquí. –Spencer se acerca a mí. –Nos vamos.

-Claro. –Me encojo de hombros.

Los tres avanzamos hacia la salida.

-Stella, ¿también te vas? –Anthony se acerca a ella.

-Claro, no puedo desaprovechar esta gran oportunidad.

Gracias a la imprudencia de Spencer, por discutir con Anthony, pude tomar la decisión de dejar el peor de los trabajos que he tenido.

Tenía miedo dejarlo y después lamentarme por haberlo hecho, pero realmente me siento de maravilla, me siento liberada.

Me sentía un poco culpable de que Stella también renunciara, pero por lo visto, ella también se siente mejor al no trabajar en ese lugar.

El brazo de Spencer pasa por mi cintura y en el momento siento su respiración en mi nuca y parte de mi espalda.

Observo hacia atrás. Spencer está completamente dormido.

Me acerca más a su cuerpo y siento su pecho subir y bajar en mis espalda. Sus continuas respiraciones son tranquilidad para mí.

Busco con la mirada el reloj en la mesa de noche. 02:57 a.m.

No puedo dormir; todo este tiempo he estado mirando hacia el frente, contemplando la luz de la luna que entra por el ventanal que se encuentra frente a mí.

Coloco mi mano arriba de la mano de Spencer. La acaricio y siento como mi piel se eriza.

¿Me había perdido de esta sensación solo por no querer algo serio con Spencer?

Soy realmente una idiota, ¿Cómo pude negarme a este amor que siento por él? Es tan parecido y tan diferente a la vez, a todos los chicos con los que he salido, solo que él es lo que siempre quise.

Y es lo que ahora tengo, y espero jamás perder.




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