Beneficios y No Beneficios

Capítulo 1: Cambiar.

20 de Julio de 2019.

 

Daniel. 

 

Los últimos meses han sido una locura, empezando desde que ahora mantengo una relación estable con Abigail Ruíz.

Siendo honestos no creí que fuéramos a durar tanto, mi relación más larga había sido de tan solo tres meses y ahora había pasado medio año desde que Abigail me pidió que fuera su novio. Ha sido todo un logro a pesar de que a veces somos idiotas e infantiles y llegamos a tener algunas peleas, incluso terminamos una vez pero a los dos días rompimos el orgullo y volvimos a estar juntos.

De hecho estamos en un buen momento, no hemos tenido peleas bobas en aproximadamente dos meses.

Otra de las locuras de todo este tiempo fue haber quedado en la universidad que tanto quería en la carrera que soñé y además en México, así que sí, en este momento me encuentro en un avión en camino a mi país a lado de mi loca y encantadora novia.

Sé que va a ser un proceso difícil ya que extrañaré a mis padres a pesar de que casi no los veía por la exigencia de sus trabajos pero debo dejar el nido, ser más independiente para que eso se sume a mis increíbles cualidades.

Volteé a ver a la otra fila de asientos verificando que los padres de Abigail y su hermano durmieran, iban a ir a dejarnos y a visitar a su familia.

—¿Sabías que una de mis fantasías sexuales es...—comencé a decirle a Abigail bajito para que su padre no me escuchara pero ella me interrumpió.

—No vamos a hacerlo en los baños de un avión, cochino—fijó su atención en un libro.

—Qué aburrida—me crucé de brazos.

Me aburre mucho viajar en avión, las películas que ponen son horrendas y ya me habían dolido los oídos por escuchar música.

—¿Podrían dejar de ser tan cerdos?—dijo Mateo quien estaba a un lado de nosotros.

—Se te están pegando los insultos de Abigail—le contesté.

Ojalá los padres de Abigail no me hayan escuchado, no porque nos vayan a regañar, lo peor es que me harían burla ya que a veces no podemos evitar esos comentarios y aparecen de la nada diciendo que nuestra generación está muy avanzada, luego terminan dando pláticas de sexo seguro y es un tanto incómodo ya que mis padres nos las han hecho muchas veces también.

Creo que amo a mis suegros pero a veces me dan miedo.

—¿Se le ofrece algo, joven?—me preguntó una azafata, desde que estuvimos en el avión no ha dejado de mirarme y ser muy acomedida, claro que mi novia lo sabe. Solo que finjo demencia para fastidiarla.

¿Cuántos años me llevará? ¿Unos diez?

—No, gracias—le sonreí y escuché a Abigail gruñir.

Se fue y en el momento en que volteó de nuevo para vernos Abigail tomó mi brazo e hizo que la rodeara con el, me dio un beso en la mejilla y se acurrucó para dormir aunque obviamente Abigail no puede dormir en ningún lugar que no sea su cama o la mía así que lo más probable es que solo pretenda hacerlo para fastidiar a la azafata.

Casi siempre es su manera de marcar territorio y bueno, no me quejo, raramente tiene sus momentos lindos.

Honestamente—y aunque odie admitirlo—es la chica indicada para mí, puedo hacer de todo con ella, literalmente. Podemos hablar de todo lo que nos pasa por la mente, le tengo un alto grado de confianza y sé que ella me lo tiene también. Aunque claro, hay algo que aún no puedo decirle.

Estoy enamorado de ella.

Tengo este nuevo tipo de sentimiento desde nuestra graduación y me da mucho miedo de que si se lo digo salga huyendo, probablemente no estemos en la misma página y eso es aterrador pero al mismo tiempo es lindo tener alguien a quien amar.

Dormí unas horas hasta que quise ir al baño. Abigail estaba viendo una película y le informé a donde iba y ella me respondió con una sonrisa y un "Sí, mi amor." He aprendido que eso significa que planea algo, ella siempre me tiene apodos y nunca me llama "amor".

Pasé a un lado de la azafata mirona y cuando me vio entrecerró los ojos y volteó a ver a Abigail y ya no volteó más a verme. Definitivamente hizo algo pero si no me entero no estoy involucrado. Entré al baño, hice mis necesidades y me fui a lavar las manos y vaya sorpresa que me llevé cuando miré al espejo y tenía escrito en mi cara con labial "Tengo novia"

Rápidamente limpié el desastre de mi cara y cuando eliminé todo intenté salir del baño pero alguien me empujó de nuevo adentro.

—¿Por qué borras mi obra de arte?—Abigail hizo un puchero.

—Estás loca.

—¿Ya vas a cumplir tu fantasía o no?—puso las manos en su cintura.

—¿No tienen constantemente personas que vigilen que parejas no hagan esto?—ella me fastidió así que ahora es mi turno.

—Para tu suerte soborné a una azafata así que tenemos media hora y la estas desperdiciando.

—¿Así que podré tachar otra de mis fantasías de la lista? El último punto fue muy bueno.

—Ni lo menciones, sigo sin poder mirar a tu madre después de lo que hicimos en su consultorio sin que supiera—arrugó la nariz.

—Bueno, tu me enseñaste a hacer listas de todo así que es tu culpa. Y fue muy divertida esa experiencia, no sabía que podías...

—Era en serio cuando solo dije que conseguí 30 minutos, Daniel—estaba comenzando a desesperarse y es divertido.

—Empiezo a creer que solo me ves como objeto sexu...

No terminé mi frase y ella me tomó del cuello y me besó.

Me encanta mi novia. 

 

(...)

 

El primer lugar al que llegamos fue a la antigua casa de Abigail que sería donde ahora viviría.

Entramos y Lia, su hermana gemela salió corriendo de la cocina y abrazó a Abigail.

—¡Copia menor!—le gritó mi novia.

—¡Copia mayor!

—Te extrañé muchísimo—era un encuentro muy lindo la verdad.

—Y yo a ti.

Se abrazaron por unos segundos más y luego se separaron.




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