Beneficios y No Beneficios

Capítulo 6: Novia.

26 de Julio de 2019.

 

 

Daniel.

 

 

Mi novia va a matarme.

Prometí llegar temprano a la fiesta que había organizado con sus primos pero los estúpidos de mis compañeros de casa no se apuraban ya que también Abigail los había invitado. Se habían llevado demasiado bien pero decidí dejarlos para no atrasarme más y no hacer que mi novia me odiara.

Así que llego tarde y solo con Virginia, quien fue la única que estaba lista. Los demás llegarán más tarde pero eso no quita que mi novia vaya a enojarse por mi impuntualidad puesto que es algo que ella odia demasiado.

Entramos a la casa y ella estaba con su primo Jorge y otra chica. En cuanto me vio entrecerró los ojos y luego me dio lo que yo llamo "La Mirada Asesina de Abigail". Pocas veces en mi vida he recibido esa mirada y lo que viene después de ello no es muy agradable que digamos.

Puedo considerarme hombre muerto si no hago lo correcto.

—No conozco mucho a tu novia pero creo que quiere matarte.

—¿No notaste la misma mirada cuando la conociste?

Apuesto lo que sea que al momento en que Abigail conoció a Virginia le hizo un análisis completo para ver si estaba interesada en mí y sé que mi novia a veces puede intimidar mucho.

—Eh, solo por un segundo pero creí que era normal.

Le dije a Vir que nos acercáramos.

—¡Mi amor!—hablé un poco alto a causa de la música. Ella no se movió—. Te ves espectacular.

Iba a darle un beso en la boca pero ella se volteó y cayó en la mejilla. Hacer lo correcto es ser mandilón para encontentar a mi noviecita. No quiero morir joven.

—¿Qué son estas horas de llegar?—trató de decirlo seria pero se notaba que se quería reír, pretendí estar asustado para seguirle el juego. A veces es divertido fingir ser una pareja tóxica cuando estamos muy lejos de ser eso.

Al menos no iba a matarme como en una historia dramática.

—¿Ya te dije lo mucho que te quiero?—le tomé la mano.

—Tu dulzura me mata—puso cara de asco.

—Oye, no rechaces mi cariño—me crucé de brazos alejando mi mano de la de ella tratando de hacerme ahora yo el ofendido pero me tomó del cuello de la camisa y me besó.

—Bueno, gracias por ofrecerse a hacer las presentaciones—habló Jorge y nos separamos—. Ella es mi novia, Poliana—dijo señalando a la rubia de su lado.

No es que Jorge parezca el hombre con más edad de este cuarto pero sí parece unos años mayor que su acompañante, además no sabía que tenía novia.

—No soy su novia, llámenme Poli—nos saludó a mí y a Virginia.

—¿Qué te cuesta seguirme la corriente por una vez, mujer?—le reclamó Jorge.

—Mucho.

—Qué curioso nombre—Virginia entró en la conversación, no es nada raro que se sienta en confianza con desconocidos.

—Ay no, aquí vamos de nuevo—musitó Jorge. ¿A qué se refiere?

—Es parte de una estúpida cadena familiar. Mi mamá creyó que era muy genial tener cuatro hijas, Ana, Diana, Triana y Poliana. Yo soy la menor—dijo la rubia hablando rápido—. También tengo un hermano pero su nombre no es especial es u...

—Luego puedes terminar tu historia—Jorge la interrumpió y ella le sacó el dedo de en medio.

—Eso es genial, yo soy Virginia considerando el signo zodiacal que soy, claro que de virgen no tengo nada—sonrió siguiéndole la corriente a Poli.

En el poco tiempo que llevo conociendo a Virginia puedo decir que no le teme a hablar libremente de su sexualidad. Lo cual es genial y a veces incómodo pero me cae muy bien esa chica.

—Bueno, es más común que mi nombre. No puedes quejarte—le dijo Poli, creo que hoy ambas hicieron una nueva amiga.

—Tienes razón aunque creo que he escuchado tu nombre en otra parte—llevó una mano a su barbilla mientras pensaba. Volteó a ver a Jorge sin despegar su mano—. Creo que a ti si te conozco, ¿verdad?

—Ehm, sí. Tomamos algunas clases juntos. Soy Jorge.

—Cierto—Virginia le sonrió.

Los cinco seguimos platicando un rato hasta que Virginia desapareció y luego Lia se acercó a nosotros.

—Copia, necesito que te embriagues conmigo.

—¿Para qué?—le contestó Abigail.

—Porque voy a estar más preocupada por cuidarte que por hacer alguna tontería—no encuentro falla en su lógica. No sé en qué momento habrán solucionado las cosas ellas dos pero aunque no lo hubieran hecho Lia siempre va a cuidar más a Abigail que a su propia sombra.

Por ellas dos envidio mucho el no tener hermanos.

—¿Algún motivo en particular para que quieras inclinarte al estado etílico?—Abigail le sonrió con su típica mueca burlona.

—El estúpido de mi novio me hizo enojar y se fue, ¿es suficiente motivo o tengo que buscar a Mía?

—Dame un segundo—Abigail se acercó a mi y me susurró—. Te busco en un rato, nada de estar de golfo.

¿Cómo pretende que voy a estar de golfo si estoy enamorado de ella? Ups, pensé la palabra de nuevo.

Aunque ya no me da vergüenza admitirlo, no es malo decir que me he enamorado de una de las mejores personas que he podido encontrar en mi vida.

Nunca me imaginé poder crear palabras así y menos para Abigail.

—No prometo nada—bromeé y me frunció el ceño—. Me portaré bien, cuídense. Te quiero.

—Y yo a ti—me besó. Lía la tomó de la muñeca y desaparecieron en la cocina. Apuesto a que esta será una noche muy entretenida.

 

 

(...)

 

 

Habían pasado unas tres horas, mis roomies ya habían llegado pero así como llegaron desaparecieron, entonces estaba vigilando a la distancia a mi novia para que no se le pasaran de más las copas pero también se me había perdido de vista.

Me pasé como media hora buscándola hasta que encontré a Mateo frente a la barra de la cocina.




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