Beneficios y No Beneficios

Capítulo 11: Fogata.

28 de Julio de 2019.

 

 

Daniel.

 

 

Desde hace media hora Abigail solo anda pegada al tal Tadeo y la verdad es que es un poco incómodo considerando todo lo que me dijo Mateo.

No sé qué pensar con lo que él me dijo, sé que todos tenemos un pasado y una etapa de inmadurez, yo mismo la tuve donde me gustaba ir de chica en chica, y por ello sé que no debería de tener estos sentimientos justo ahora, pero tengo miedo de que Abigail nunca llegue a sentir lo que yo siento ahora por ella, el que solo me vea como su novio para un tiempo cuando ella para mí significa mucho más. Sé que siempre habrá alguien detrás de ella y no me molesta, pero me gustaría estar con ella por mucho tiempo más y siento que algún día ella se va a hartar de mí.

Tal vez exagero las cosas pero estoy estúpidamente enamorado de ella y el amor nos hace así de idiotas así que solo quiero ser sentimental en este momento mientras ella la pasa bien con su "amigo".

Su amigo que no está recibiendo miradas muy amigables de mi parte ni yo de él. Aunque creo que eso no le importa porque sigue estando muy cerca de mi novia.

Habíamos pasado todo el día jugando en el amplio campo y para la hora de la comida nos separamos un poco, luego cuando empezó a oscurecer decidieron juntarse a la fogata que ya se había armado y empezar a contar anécdotas, estábamos pasando un buen momento pero no pude evitar notar como Tadeo todo el tiempo le susurraba cosas a Abigail y ella reía mientras yo estaba del otro lado con Mateo quien no cooperaba mucho porque estaba totalmente callado desde hace rato.

Llevábamos ya un rato en esta situación así que me harté un poco y dije que iría a caminar un rato, pensé que Abigail había notado mi enojo y me seguiría pero de hecho solo me llamó y me dijo: "Oye, llévate una lámpara". Sí, me enojé más.

No llevaba mucho caminando por aquí, de hecho llevaba muy poco porque tenía miedo de perderme y ser devorado por una familia de osos, tal vez sería mejor regresar. Di la vuelta por donde había venido y por no ver bien tropecé.

Intenté levantarme pero me dolió demasiado el tobillo y no exagero, en serio no puedo levantarme.

No creo que sea una muy buena opción ir a gatas, mis rodillas dolerán demasiado.

Tal vez si me siento y descanso un poco el tobillo pueda apoyarlo después, por suerte estaba cerca de un árbol y medio me arrastré hasta ahí para poder recargar mi espalda. Fue un proceso muy cansado.

Sí bueno, eso de descansar para poder levantarme no pasó, no sé cuánto tiempo llevaba en esta posición pero cada vez que intentaba incorporarme no podía, mi tobillo punzaba y mi trasero estaba entumecido por lo frío que estaba el piso, ya estuvo. Voy a morir aquí por hacer un berrinche, solo solín solito.

Al menos podía jugar con mi mini-lámpara, luego me arrepentí de apuntarla al piso ya que vi todos los insectos que pasaban por mis piernas y quise salir corriendo. Obvio no pude hacerlo porque mi maldito tobillo duele como el infierno. Todo esto me pasa por ser un desconfiado.

¿A quién engaño? No me merezco esto, soy mucho mejor para merecer esto. A las personas geniales no deberían de pasarle este tipo de cosas.

—¿Qué estás haciendo ahí?—pegué un brinquito al escuchar la voz de Abigail detrás de mí. ¿Cómo es que no noté la luz de su lámpara?

—Nada, disfruto de la compañía de los árboles.

—Te caíste, ¿verdad?

La ignoré, sigo enojado con ella aunque ella no sepa que lo estoy pero ahora lo sabrá.

—Es genial que esta vez no fui yo la que se lastimó—se arrodilló frente a mí y dejó su lámpara en el suelo.

—No es divertido, Abigail. Llevo horas aquí.

—Pero si solo pasaron veinte minutos desde que te fuiste—se rió y no contesté—. ¿Estás enojado por algo?—me hizo un puchero.

No puede hacer ese tipo de caras cuando estoy tratando de hacer un esfuerzo por estar enojado, no es justo.

—¿Debería de estarlo?

—Daniel, no hables como una novia celosa—se rió de nuevo y al ver que no contesté dejó de hacerlo—. Dios mío, ¿en verdad estás enojado?

En este punto de la conversación ni siquiera sé porque estoy enojado, tal vez solo estoy fastidiado de estar aquí sentado por largo tiempo y tal vez y solo tal vez sí este un poco celoso. Pero con justa razón en todo el día no se ha separado de Tadeo alias el acapara-novias.

—¡Dime algo!—me golpeó en el hombro—. ¿Estás celoso de Tadeo?

¿Cómo es que sabe leerme tan rápido?

—Pues has estado todo el tiempo con él. Y que quede claro que no me molesta que pases tiempo con tus amigos, solo me molesta él porque es obvio que quiere algo contigo—pensé que ya había superado mi etapa de vómito verbal.

—Estuve con él todo el tiempo porque mi hermana está huyendo de Mateo, Jorge está con Poliana y Virginia. Iván está con Alan y Samuel, Luis está fastidiando a Mía y tú estabas con Mateo y parecían hablar de algo serio así que sí, me la he pasado con Tadeo porque nadie se ha interesado en convivir con los demás y porque es mi amigo, hace mucho que no lo veía y me puse al día con él, eso es todo. No sé de donde sacas la conclusión de que él tiene sentimientos por mí. 

Bueno, tiene un buen punto, todos hemos estado por nuestra cuenta en las últimas horas del día pero ella bien pudo acercarse a mí y a Mateo.

—Abigail, es obvio que ese chico esta como tonto por ti. Hasta Mateo lo sabe.

Se quedó analizándome por un minuto y luego entrecerró los ojos.

—¿Mateo te dijo todo?

—¿Qué es todo?

—Mateo te dijo todo—repitió.

—No era pregunta. Mateo te dijo todo y por eso estás así. Maldito chismoso.

—Bueno, sí lo dijo pero ese no es el problema.

—¡Entonces dime cuál es el maldito problema!—alzó un poco la voz pues ya estaba desesperada de que no le diera respuestas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.