Capítulo 16: Corto.

19 de Agosto de 2019.

Lia.

Llevo como media hora tratando de entender como temperar chocolate pero por más que mi profesor lo explica no lo entiendo. Todo parece tan complicado.

—Señorita Natalia no me está poniendo atención—dijo el profesor, es cierto, solo se la ha pasado dibujando no sé qué en su libreta.

—Sí lo hago—dijo sin mirar al profesor.

—Entonces repítame el proceso del temperado del chocolate oscuro en mármol—¿Hay otro además de en mármol? ¿Cambia el proceso para el chocolate blanco? Ayudaaa.

Si yo estoy perdida que he prestado atención a cada palabra, no me puedo imaginar cómo estará Natalia. Al menos espero que Daniel capte algo porque él me ayudará a estudiar para el examen.

Natalia dejó de mala gana su lápiz y observó al profesor.

—Se pone a temperar el chocolate a Baño María hasta que alcance una temperatura de cincuenta y cuatro grados centígrados, luego se pasa a la mesa de mármol y se tempera hasta que alcance los veintinueve grados y se regresa al recipiente donde se temperó para alcanzar una temperatura de treinta y cuatro.

»Se hace de esa manera para tener un chocolate duro y brillante—le sonrió al profesor, tomó su lápiz y siguió dibujando en su libreta.

Estoy segura de que todos se quedaron como pikachu.

Le entendí mejor a ella que al profesor, claro que no pensé en anotar lo que dijo. El profesor le dio la razón algo apenado y siguió dando la clase y cuando esta terminó, Daniel dijo lo que pensé desde que Natalia dijo su respuesta.

—¿Eres superdotada o qué?—Daniel la sacó de sus pensamientos.

—¿Eh?—le contestó confundida.

—¿Cómo es que sabes tanto?—la verdad es que Natalia había sacado 100 en los primeros exámenes y la mayoría habíamos reprobado. Ella solo se encogió de hombros.

—Nació entre ollas y sartenes—dijo Antonio y Natalia le dio una mala mirada.

—¿Eso qué significa?—Daniel se estaba desesperando.

—Es hija de Alejandro Vidal.

—¿Alejandro Vidal?—dijo alguien del salón y de repente todos se callaron—. ¿Cómo el chef Alejandro Vidal?

—Gracias—le dijo Natalia al francés—. Solo tenemos el mismo apellido.

—Y el mismo grupo sanguíneo—Antoine se burló. Natalia iba a decir algo más pero la maestra de la otra clase llegó.

¿Quién demonios es Alejandro Vidal? Debo de hacer una wiki-investigación. Aún así he decidido que Natalia será mi tutora permanentemente sea hija de un chef o no. 

(...)

Me alegra decir que he tomado una de las mejores decisiones de mi vida.

Bueno estoy exagerando, cortarme el cabello fue una decisión buena pero no la mejor. Solo ya no quería sentir que cargaba con una telaraña de dos kilos en mi cabeza. Así que me siento bien con mi cabello, solo lo dejé arriba de los hombros pero me siento tan libre ahora.

Iba a ir a la escuela de Ray para verlo, se supone que hoy sale temprano y no tiene cosas que hacer así que íbamos a ir a comer. La verdad es que espero pasar un rato agradable sin estar peleando como últimamente.

Lo vi salir de su edificio con una chica, la misma chica con la que había ido a beber el primer día de clases, no la había conocido hasta hoy en persona pero sí la había buscado en redes sociales. Nos presentó y es agradable, se llama Amanda, no puedo opinar más ya que no la vi por mucho tiempo pero no fue grosera conmigo ni nada.

Fuimos a la cafetería cerca de su escuela y estábamos sin tema de conversación pero al menos él no estaba usando el teléfono porque lo había prometido. Vamos un paso a la vez.

—¿Y te gusta mi cabello?—bueno soné muy superficial pero no supe que otro tema buscar.

Ray me volteó a ver y me analizó, creo que no se había dado cuenta del cambio.

—Me gustaba más largo, pero supongo que te queda bien.

¿Supones, Ray? Está bien, no voy a hacer un drama por esto, mejor cambiemos de tema. A mí me encantó mi cabello y con eso debería bastarme.

No sé porque a veces la gente hace tanto alboroto por un corte de cabello, en fin siempre crece.

—Hoy descubrí que una de mis compañeras es hija de uno de los chefs más importantes de ahora—dije para no quedarnos en silencio.

Me había dado a la tarea de investigar a Alejandro Vidal y resulta que es un chef famoso a nivel mundial gracias a la cocina mexicana. Me volví fan de él en quince minutos de investigación y efectivamente Natalia es su hija. No entiendo entonces porque lo niega, si mi papá fuera alguien famoso,—y sí que lo es en su medio—me gustaría presumirlo siempre—y sí que lo hago—.

—Ha de ser muy raro que tu padre se dedique a cocinar—no sé si tomar eso como ofensa o no.