Beneficios y No Beneficios

Capítulo 27: Apuestas.

5 de Enero de 2020.

 

 

Mateo.

 

 

—¡Estoy tan feliz con que al fin seas nuestro yerno!—la mamá de Lia me dijo en cuanto me vio entrar a la casa y luego me abrazó.

Lia me había dicho que no me apareciera porque temía la reacción efusiva de sus padres, le dije que no exagerara.

Conozco a Adela y Oliver—sus papás—desde que tengo memoria, por Dios viví con ellos por un tiempo en Houston, pero nunca aprendo que Lia sabe más como actuarán sus padres, debí de hacerle caso.

—¿Al fin?—Lia le preguntó.

—¿Ustedes creen que no sospechábamos nada cuando de repente Mateo y tú se trataban mal de la nada? ¿Nos creen tan ingenuos?—Oliver nos dijo.

¿Debería de empezar a llamarlo suegro? Nop, es demasiado raro. Para mí siempre ha sido el señor Oliver y lo seguirá siendo.

—Es momento de confesar que toda la familia tenía una apuesta en cuanto ustedes—Abigail entró en la conversación.

—No sé porque no me sorprende—Lia se dio un golpe en la frente.

—¿Quién ganó?—pregunté y Lia me miró feo.

¿Qué? No es tan raro que su familia haga eso, apuestan por cualquier cosa; no sé porque se sorprende. En realidad esperaba que hicieran todo un alboroto pero esto es más calmado de lo que imaginaba.

—Dylan—Daniel hizo una mueca y lo miramos confundido—. Ah sí, yo fui el último en entrar y fallé.

—Dylan dijo que les tomaría mucho tiempo ser maduros, dijo que iniciarían algo antes de que terminara el año o nunca lo harían. Y ganó—Abigail explicó—. En cambio yo dije que sucedería en las vacaciones pasadas por vivir en la misma casa y todo eso.

Lia y yo nos miramos.

—Los peores cincuenta pesos invertidos en mi vida—Jorge habló. No me sorprende que él también estuviera involucrado aunque se hiciera el celoso pero al parecer a Lia si le sorprendió—. ¿Qué? ¡Casi ganaba! Yo dije que sería iniciando este año. Hubieran esperado unos meses más. 

—Feliz inicio de año, perdedor—Mía dijo y Luis la miró feo y ella se escondió atrás de Lia.

—¿Podemos comer algo ya? Me estoy muriendo de hambre—Iván se quejó y qué bueno, no quiero descubrir que media ciudad hacía apuestas sobre nosotros.

Los papás de Lia fueron a comprar algo de comida y después de convivir todos toda la tarde era hora de dejar a Lia sola con su familia, estuve con ella los últimos días aprovechando el tiempo que no nos veremos pero ahora es el turno de su familia.

Y está bien, será muy difícil para ella llegar a un lugar nuevo sin el apoyo de un familiar.

Así que salimos para que me despidiera de ella. No es la despedida de verdad ya que todos iremos a dejarla al aeropuerto pero se siente como si ya no la fuera a ver.

 

 

6 de Enero de 2020.

 

 

Hoy es el día. Lia no quería despedidas emotivas así que cuando todos nos despistamos salió huyendo a la puerta de abordaje y se despidió con la mano.

La odio y la quiero al mismo tiempo por huir y evitarnos una larga despedida donde solo la íbamos a hacer sentir triste por lo que está a punto de vivir.

—Bueno, será mejor que nosotros vayamos a la otra puerta para tomar nuestro vuelo—Oliver interrumpió el momento melancólico de todos.

—¿Apoco también se van?—Luis les preguntó.

Lia me había dicho que sólo venían a despedirse y luego irían a otro lado pero no imaginé que fuera tan rápido.

—Dijiste que venían por negocios, Adela—su hermana Brenda les dijo alzando una ceja.

—Así es, tenemos un trabajo en Perú pero hicimos una parada aquí para poder despedirnos de nuestra bebé y ver a la otra bebé—le apretó los cachetes a Abigail—. Y ahora que recuerdo dejamos solo al otro bebé.

—Ya se me hacía raro que trajeran sus maletas—Iván comentó y su mamá lo miró mal porque ella tampoco se había dado cuenta.

—Consienten demasiado a sus hijos—la hermana de Adela comentó, esperemos esto no termine en pelea como usualmente pasa.

—Y también a los tuyos—Adela le sonrió a Brenda y le apretó los cachetes a Jorge.

Algo me dicen que Lia y Abigail son como Brenda y Adela solo que no sé quién es quién.

Pero bueno, solo espero que Lia llegue bien y el tiempo se pase rápido para volver a verla. Fue una decisión arriesgada continuar con la relación pero sé que podemos sacar todo adelante. 

 

 

27 de Marzo de 2020.

 

 

No puedo seguir adelante.

Comencemos con la estúpida diferencia de horario, son siete malditas horas de diferencia. Siete.

Así que cuando quiero hablar por video llamada con Lia cuando al fin terminé mi tarea ella ya esta dormida o viceversa. Claro que todo el tiempo hablamos por mensajes o hablamos por video llamada o teléfono los fines de semana.

Pero han pasado dos semanas desde la última llamada y de verdad que extraño su voz. Dos malditas semanas.

—¿Ya andas de chillón?—Abigail entró sin permiso a mi cuarto.

Claro como su novio consiguió trabajo en el ex-trabajo de Lia ella ahora me está molestando.

Está bien, no me está molestando, ha sido un gran apoyo en estos meses y la verdad sin todas las estupideces que dice no podría distraerme. Lo mejor, o peor en este caso, es que cuando ella está ocupada con su curso de doblaje manda a su novio para que me vigile. Y no solo ellos, cuando quieren pasar momentos cursis mandan a sus primos.

Déjenme decir que esas tres bestias a veces son insoportables, me he convertido en su psicólogo personal, como Lia no tiene tiempo para escuchar sus problemas y Abigail no es buena dando consejos recurrieron a mí. Viva yo.

—¡No me ignores!—Abigail me aventó una almohada de mi cama.

—¡Estoy haciendo tarea!—le regresé la almohada. En realidad solo estaba leyendo mis apuntes ya que no podía concentrarme para empezar mi proyecto del semestre.




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