Besar a un angel

CUATRO

Tenía que admitir que estos días no habían sido los mejores para mí, estaba pasando por muchísimo estrés, no dejaba de darle vueltas a la noche donde había salido con Sarah, y Fen Mi estaba haciendo un trabajo de campo fuera de la universidad al llegar a la universidad y adentrarme en ella, llegue a la cafetería, fue como un golpe contra la realidad...

Estaba allí parada, en la entrada de la cafetería. Sin mover ningún músculo, camine hacia la máquina para pedir y pagar mi comida.

Decidí que compraría un poco de Ramen, para relajarme un poco.

Cuando me pongo en la cola de la fila, estaba rezando internamente porque cuando llegara a recibir mi comida, La fila se acercaba más y más, y faltaba muchísimo para que sonara la campana.

—Mire señorita Qio Shun Pei, aquí está su Ramen de carne de cerdo.

—Muchas gracias... —Me moví un poco de la fila, caminé a paso lento a cualquier lado donde pasara de ser percibida..., baje mi mirada hasta que sentí un brazo posarse en mis hombros y cuando alce mi vista me asombre al ver a... —, ¿James? Hola...

— Hola Musa, ando cazando chicas bonitas y tiernas—Afirmo pegándome más a su fuerte y fornido cuerpo.

—Pues, en ese caso tienes a la chica equivocada. —Murmuro en un tono inaudible.

—Veo que a alguien le falta mirarse un poco más al espejo. —Se pudo en frente a mí, tomo mi mentón hasta tener mi vista fija en sus hermosos ojos grisáceos. —, Eres demasiado hermosa a mi parecer, eres muy respetuosa con los demás y tienes a un nuevo acosador.

—¿Acosador?

—Oh, también podría ser otra cosa. —Alzo sus cejas, ¿Qué estás insinuando James?

—¿Es una propuesta indecente? —Casi se me cae la bandeja de comida de las manos.

—Es la propuesta más interesante que te han hecho en tu vida. —Hizo una pausa, para mover con su lengua su piercing de su labio..., le sentaba supersexi ese piercing. —, ¿A que sí?

—Ajá — exclamé—. Pues sí, jamás me habían propuesto algo taaaaan interesante. —Alargue la “a”, y camine hacia una mesa que estaba vacía, y James se sentó frente a mí.

—¿Dónde está tu café con leche?

—¡Guau! —Abrí mis ojos impactada—. En serio que estoy empezando a tomar en serio lo de «acosador» aunque, no es algo bonito de tener.

Tomé mis palillos y comencé a comer, algo incomoda al ver a James mirándome fijamente.

—Me haces sentir incómoda.

—Lo siento, me es imposible para mí. —Se encogió de hombros.

Intente ignorar la mirada de James sobre mí.

Cuando alcé mi mirada, vi la cara de felicidad de Fen Mi sobre mi... Mirándome fijamente, para después alzar las cejas una y otra vez.

—Claro... por cierto, Musa, te ves tan tierna comiendo.

Tenía mi rostro color carmesí, sentí un retorcijón en mi estómago.

—¿Desde cuándo pase a ser una musa? —Pregunte, después de por fin terminar de comer.

— Las musas son una figura femenina de la mitología griega, una fuente de inspiración en las artes o las ciencias. Para mí, eres una fuente de inspiración para cualquiera, haces feliz a los que están a tu alrededor, y hasta a mí.

—Entonces, tú eres mi Ángel —Confesé para que a continuación me levantara de aquella mesa con la persona que hacía que mis mejillas quisieran explotar.

—Yo puedo ser lo que tú quieras, musa.

—Es mejor que decirte Montgomery, tienes un apellido dificil de decir —murmuro sonrojada.

—¿Qué vas a hacer cuando este se convierta también en tu apellido?

«¿Casarme?»

¿A caso le gustaba a James? A tal punto que hasta se imagina casado conmigo.

Recién lo conozco, y tengo muchísimos deseos de entablar una relación amistosa con él.

•••

Cuando termina mi día como «universitaria» decido ir a un centro comercial. Al llegar compré algunos libros...

Para después entrar a una tienda de maquillaje..., creo que ya era hora de aprender a maquillarme.

Las clases de maquillaje comenzaban a hacer efecto sobre mí; Delineador, mascarillas faciales, BB cream.

Cuando me acerque a los lados de las muestras de labiales tome un Rosa Clarito y me unté un poco en los labios.

—Bueno..., supongo que este me sienta bien.

—Sí, tiene razón. —Me respondió una chica, que claramente trabajaba aquí. Lo note por su uniforme que decía el nombre del local...

—Gracias... —Murmure algo tímida, eso de hablar con desconocidos tan amistosos no era lo mío.

—Aunque, considero que le quedaría también muy lindo un Rojo cereza. —Busco algo con la mirada hasta encontrarlo, el dichoso labial. —Toma.

—Gracias. —Le volví a agradecer, he hice una pequeña venía.

—De nada.

Me acerqué a la caja, y pague por ellas, pero antes quede con aquella chica para tomarnos un día algún café.

Cuando me dirigí a la salida, miré las películas que estaban en cartelera en el cine...

Una de ellas me pareció interesante, era la de mi cantante favorito coreano.

Me acerqué a hacer la fila.

—Hola, un boleto para esa película. —La señale y le pase el total de la entrada.

—Serían 25 Wons.

Camine un poco mientras, se acercaba a la hora del inicio de la película.

Tiendas de ropa, electrónicas y mucho más maquillaje.

Saque mi celular de mi bolso para revisar la hora.

—Bueno, creo que ya es hora para ir pidiendo la comida y entrar a la sala.

Me encaminé a la sala de comidas y pedí palomitas mitad salas y mitad dulces. Y unos segundos después ya estaba sentada esperando que empezara la película, sentada en mi silla.

La película comenzó cinco minutos después, y cuando entro Lee Jong Suk ¡se veía tan guapísimo!, dándoles una fuerte golpiza a los ladrones, solo para defender a su amada.

Comí un puñado de palomitas dulces, y seguí mirando la película.

Su hermosa voz y actuación, cuando empujo al padre de su amada por luchar por su amor.




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