Estaba ignorando a James, no por la tontería del beso, ni nada de eso... Quería tomar mi propio tiempo para aclarar mi ideas y sentimientos hacía James. Y el ahora mismo se encontraba a unas cuatro mesas a la mía, mirándome con sus penetrantes ojos azules. Cuando estaba concentrada en el libro, la silla de adelante se movió para que alguna persona se sentara.
—¿Puedo saber por qué me ignoras? —La voz claramente de James, me hizo levantar la vista del libro.
—No te ignoro... no soy como las chicas que cuando las besan imaginan cómo será su boda... —Hice una pequeña pausa... para escoger las palabras indicadas. — Necesito tiempo para pensar...
—¿Pensar? ¿Qué cosa?
—Que es lo que siento por ti... —Se lo solté así, sin anestesia.
El bajo la cabeza, sus mofletes se colorearon de un rojo carmesí.
Me levanté rápidamente de mi silla, intentando ser delicada en el arrastre de mi silla para sentarme a su lado.
—Lo arruiné... ¿Verdad? —La voz de James se escuchó triste y hasta entrecortada, mientras apoyaba su espalda contra una estantería y se cruzaba de brazos.
—James Montgomery, ¿tú sientes algo por mí?
—¿Cómo? —me pregunto atónito James, sin creer que de mi boca había salido aquella pregunta.
—Tú me interesas Shun Pei, más de lo que te imaginas, pero si ese es un problema..., Me puedo alejar de ti, el hecho de que te sientas bien y segura es suficiente para mí.
—Solo quería saber esto.
—No entiendo...
—Si era verdad que te interesaba... A no ser que seas un excelente actor. —Volteé los ojos para después alzar su mentón sé y acercarme a él, tanto que podía sentir—, Tengamos una cita.
—¿Es en serio? —asentí—, ¿Puedes el viernes? ¿te recojo en tu casa?
—Está bien —Le sonreí y me levanté de la mesa... pero antes algo me paro de mi huida... un brazo que me tiro hacia él y me beso con calidez...
—Nos vemos pronto Musa. —Se despido James, justamente cuando su nariz estaba a centímetro de la suya, nuestras respiraciones chocaron entre sí.
—Nos vemos...
Caminé después de devolver el libro, me subí al auto bus y al llegar a mi casa subí las escaleras para dejar mi bolso. Cuando baje las escaleras, a donde se encontraba mi madre cocinando.
—Hola mami. —La saludé al entrar a la cocina.
—Hola hija. —Dijeron mis padres al unísono.
—Bueno familia. —Beso a mi madre para después besar mi coronilla. —Nos vemos, tengo que ir a trabajar.
—Hasta pronto, querido.
—¡Que te vaya bien, pá!
Mi padre tomó su carpeta y salió de casa.
—Mami.
—¿Hum?
—Voy a tener una cita con James... —Le comenté a mi madre.
—¡Pero qué dicha! —Grito mi madre eufórica.
—Pero ¿cómo debería vestirme? —Le pregunte bastante confundida.
—¿Para tu cita?
—Si...
—Pues vístete como quieras, se le ve que no le importara tu vestimenta. Si no que estés allí. —Explico mi madre limpiando el mesón.
—Tienes razón.
—Ese muchacho, tiene mi bendición... Y sabes lo difícil que es darle es, volver a darle mi bendición después del esposo de tu hermana, todo un abusador... una bestia disfrazada de príncipe.
Mensaje de Ji Nin
Cuando me cambie de ropa, lista para salir a verme con Ji Ni, estaba algo nerviosa...
Cuando por fin había llegado al centro comercial, corrí a donde se encontraba la cabellera tinturada de Ji Ni.
—Hola. —La saludé, en un tono muy alegre.
—¡Holala!
—¿Dónde comenzamos? —Le pregunte muy alegre, por alguna razón me sentía muy feliz de no salir sola.
—Vamos a comer, tengo hambre.
Y así lo hicimos, pedimos una hamburguesa con soda de limón.
—¿Estás feliz por la cita que tendrás con James? —Quiso saber Ji Ni, después de que me había sentado en frente de ella.
—Claro, jamás había tenido una... Así que quiero explorar eso, a su lado.
—¡Qué romántico!, me va a dar diabetes.
Después de comer, comenzamos a entrar a tiendas de ropa y maquillaje.
—¿Qué tal este vestido? —Lo tomé de adonde estaba colgado. — Con estos Converse.
—No.
—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! —Le pregunte algo dubitativa, en mi cabeza ese look era perfecto.
—Este... mejor no... mejor otra cosa.
¿En serio?
—Lo tuyo no es taaaaan a lo fashonista, sino lo tranquilo, pero, bonito. —A continuación, tomo una blusa roja con cuadros negros, una blusa sin mangas blanca y un pantalón negro. —¿Qué te parece?
—Me encanta Ji Ni, eres la mejor.
—Lo sé, nena.
Nuestro loco día termino unos minutos después, ya que tenía que hacer un trabajo muy importante, así que simplemente decidí caminar un poco por el centro comercial, hasta que quince minutos después decidí por fin irme a casa.
Al llegar a casa subí las escaleras, y saqué mi compra de la bolsa... me encantaba este tipo de ropa...
—Es un atuendo muy bonito hija...
—Gracias mami...
—¿Muy nerviosa?
—¿Por qué?
—Tu cita...
Me senté en la cama y miré mis calcetines rosados con corazones...
—Un poco... —Le respondí a mi madre.
—No tienes por qué estarlo, todo estará bien. —Mi madre beso mi mejilla, para a continuación salir de mi habitación.
Ordene un poco mi cuarto para después doblar mi ropa. Los nervios me carcomían internamente, esa sensación de no saber qué iba a pasar, me ponía aún más nerviosa de lo normal.
James: Hola Musa, ¿sigues despierta?
Yo:Sí.
James: ¿Estás nerviosa?
James: Ya sabes, ¿por nuestra cita?
Yo: Si, un poco por así decirlo.
James: Pero, ¿todavía sigue en pie lo de nuestra cita? Por que si te sientes muy mal o incomoda lo podemos dejar para después, yo no tengo problema.
Yo: Ángel, nuestra cita sigue en pie, no te preocupes :3
Lo demás resulto siendo normal, mi tonta sonrisa en mi rostro por el mensaje. ¿Qué sería lo que causaba realmente James en mí?