Besar a un angel

NUEVE

Me adentré a mi casa, la cual estaba sola. Me tiré en el sofá y revisé mi Kakaotop y vi que no tenía mensajes de nadie. Dejé mi celular en mi pecho y me puse a mirar a cualquier lugar de la sala de estar, me levante del sofá y me aplique una mascarilla facial casera y me puse a ver un capítulo de mi serie favorita.

Me quedé dormida viendo una serie japonesa, y cuando desperté estaba en mi cama... y peor aún no me había quitado la mascarilla.

Cuando me levante y me dirigí al baño, tome mi jabón facial, me lave la cara y al mirarme al espejo...

MIERDA...

Tenía un horrible granito en la cara.

—¡MAMÁ!

—¿Qué paso?

—Cuanto tiempo tenía que dejarme la mascarilla facial que me hiciste. —Pregunte, esperando que fuera algo intencional.

—Diez minutos Shun Pei, no toda la noche.

En ese momento hice de todo para que se quitara el granito, ¡pero nada es instantáneo!

Pero llego la hora de ir a la universidad, y sabía que mi madre no me dejaría faltar a esta, así que me puse un tapabocas negro. Camine hasta la universidad, deseaba que James no se topara en mi camino... ¡Qué vergüenza que James me vea así! Cuando iba entrando a la universidad, el sonido de la llamada de mi celular, Ángel.

—Hola Ángel.

—Hola Musa, ¿todo bien?

—Si... ¿Por qué?

—Te vi caminando a la universidad... Algo que casi nunca haces

—Ahh... Es que quería hacer ejercicio.

Colgué la llamada, después de un "adiós". Baje mi cabeza, todo mi cabello comenzó a caer y a tapar mi camino, hasta que un brazo paso por mis hombros.

—Hola nena.

—Hola Ji Ni —Le devolví el saludo mirándola a la cara para después hacer una reverencia.

—Casi no te reconozco. —Ji Ni se comenzó a reír mientras caminaba a mi lado. —Estas... ¿enferma?

—Si...

—Entonces. —Mi nueva amiga, comenzó a querer investigar sobre el tapabocas de gato.

—Me salió un barrito.

—Oh. —hizo una expresión de tristeza para a continuación bajarme el tapabocas. —, No está mal, se ve bien.

—¿En serio?

—Uh, sip. Cuando llegues a tu casa, ponte un hielo. Para que te baje la inflamación. — volvió a organizar mi tapabocas en su lugar. —Bueno... Me voy ¡Bye!

La chica se alejó, moviendo sus caderas de lado a lado, me senté apoyando mi espalda a la pared y saqué mi cosmetiquera.

Y me eche un poco de crema para el barrito, pero nada es instantáneo. Repito. Hace bastante tiempo, que no me salía un granito, trataba de cuidarme la cara..., pero sentía que el mundo estaba en mi contra.

Cuando estaba dirigiéndome a mi siguiente clase, note algo extraño. En la mesa donde usualmente me sentaba, no estaba aquella chica de ojos grandes, mejillas regordetas, y pelo corto.

En su lugar se encontraba un chico con la cabeza sobre la mesa.

Me senté allí y el levanto la cabeza mirando a otro lado.

—¿Hola? ¿Eres nuevo?

—No —Esa voz... —, Hola mi pequeña Musa

—James, ¿no deberías estar en tus clases de derecho?

—Pues, te quería ver. —Él se acercó a mí, y cerré los ojos. —No te puedo besar con el tapabocas puesto, Musa.

—Oh, sí. —, Bajé mi mirada y me comencé a alejar del levemente.

—Shun Pei, ¿Qué pasa?

—Me salió un horrendo barrito, y no quiero que me veas así. —Me excusé.

—Aww, amor, eso es normal.

Amor... eso sí que hizo que mi corazón dejara de latir

—Acércate...

—¿Qué me vas a hacer James?

—Solo acércate Musa. —Tomo mi mano y me acerco a él, me quito el tapaboca y con una toallita con un poco de agua comenzó a quitarme toda la base y el corrector de la zona. —Dice mi madre, que debes dejar respirar a la imperfección.

—Si tú lo dices...

—Shun Pei. —James tomo mi mentón, y lo levanto para mirarlo. —Te quiero muchísimo, con todo. Tus locuras, imperfecciones... literalmente todo. —Beso, mis labios una y otra vez para volverme a mirar a los ojos. —Subamos al siguiente escalón Musa... sé mi novia.

—Eh, sí.

El casi salto de la felicidad y me beso.

Todo no podía ser más perfecto.

James Mongomery

Cuando llego a casa, como siempre está sola, mi madre se mata trabajando día y noche. Y yo trabajo a medio tiempo en las tardes, trabajo como mesero en una cafetería.

Así podía ayudar a mi madre con algunos gastos de la casa, la universidad y algunos propios. Mi madre conoció a Lai Duhgi, mi progenitor nos había abandonado, lo poco que recuerdo de él es que golpeaba a mi madre. Y cuando mi progenitor nos dejó mi madre sufrió una decaída hasta que el hambre comenzó y que casi nos dejaran sin un techo que nos resguardara del frío en invierno, desde ese momento volvió a trabajar en lo que había estudiado, mi madre sufría de depresión así que la verdad, siempre trataba de vigilarla mucho. Ahora, mi madre iba al psicólogo, a pesar de que aquí en corea eso era mal visto, que el ir al psicólogo era para los locos, a mí no me importaba, ya que para mí era más importante el bienestar de mi madre.

Cuando entro al garaje, y cuando mi moto allí. Entro a mi casa y como siempre, está sola. En una hora debería ir a trabajar a la cafetería a la que trabajaba y solo me daba tiempo para darme una ducha rápida y cambiarme de ropa... desde que había conocido a Shun Pei, algo cambio en mi vida. Me hizo muy feliz el cambio que trajo a mi vida, sus celos, las expresiones que hace, lo que me hace sentir. Cada segundo a su lado me encanta pasarlo a su lado.

Cuando cierro la puerta del baño, hecho el agua caliente y abro la regadera para qué sé que enfrié un poco el agua caliente que había calentado hace poco en la estufa, hace muchísimo que no teníamos agua caliente. Vierto toda el agua dentro de la tina, y le echo un poco de jabón líquido, meto mi mano para probar como está la temperatura del agua. Me meto en ella y pongo una canción desde mi celular, tarareo la canción mientras me duchaba.

Salgo de la tina, y tomo la toalla que estaba colgada en el baño y me pongo la toalla en mi cintura. Conozco a Shun Pei desde el primer día de Universidad, creo que ella ni siquiera me había notado... ¡Claro!, todo el día metida en los libros o detrás de la falda de FenMi. Se veía a tan tierna antes con los vestidos que eran dos tallas más grandes que ella, sus dos coletas mal hechas... pero desde que la conozco y estoy saliendo con ella. Es algo más que me enamora de ella. Hasta que, por fin, el destino o el estúpido de cupido (gracias por poner a Shun Pei en mi camino), nos conocimos de esa manera, lo admito eso de que una chica entrando a al baño de chicos al principio me causo bastante risa... Hasta que vi como intentaba controlar las emociones, lo cual se le da fatal.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.