—¡Vamos a beber! —grita Konnie, eufórica.
—¿No se supone que tienes resaca? —manifiesta Suni, negando levemente con su cabeza, con algo de decepción.
—Puedes hacer lo que quieras —dice Sora, irritada—, pero en un par de días quiero que estes al cien. No quiero que estes siempre ebria.
Asiente, toma sus cosas y sale del departamento. Apenas son las dos de la tarde y ya se va a tomar a quien sabe dónde. Niego levemente mientras que sigo escribiendo algunas cosas importantes en mi laptop.
—Agh, que grosera —manifiesto—. Ni siquiera se ha despedido.
Konnie es quien más sale de fiestas de entre todas las chicas y eso, de cierta forma le ha traído ventajas y desventajas. Ha conocido a muchas personas y gracias a eso, hemos hecho un par de importantes colaboraciones, por otro lado, es quien más suele tardarse en terminar sus grabaciones y a veces, no pone de su parte para hacer el proceso más rápido. No ha logrado mejorar esa parte desde que la conozco.
—¿Qué planes tienen para hoy? —pregunta Sora de pronto.
Nos miramos unas a otras y alzamos indiferente los hombros. No tenemos planes, o al menos, yo no. Nos ha tomado por sorpresa que tengamos hoy el día libre. Normalmente nunca hacen mantenimiento a la empresa, pero esta vez, sí que lo harán. Tendremos una semana de descanso, después de dos largas semanas de intenso trabajo. Desearía poder hacer muchas cosas, pero en este momento, mi mente no puede organizar todo eso y un solo día no me sería suficiente.
—Nosotras saldremos a pasear o algo —dice Minji y junto a ella, sale del departamento Suni, Jia, Hana y Bia.
—Bueno, solo quedan ustedes dos —dice Sora, dirigiéndose a Hesvel y a mí—. Yo tengo que hacer unas cosas, así que nos vemos.
Sale del departamento y vuelvo mi vista a mi laptop. No tengo ganas de salir.
—Yo estaré terminando las canciones que tengo pendientes —menciona Hesvel, mientras sale de la cocina, sosteniendo un vaso de agua con hielos.
—¿Quieres que te ayude?
Desde que tengo memoria, Hesvel y yo hemos creado muchas canciones, aunque antes no teníamos el estudio que tenemos ahora. Yo he estado con ella en todo el proceso de grabación de todas sus canciones, siendo la primera persona en escucharlas. Me siento tan orgullosa de ella al ver el esfuerzo que pone en cada cosa que hace, porque sé que eso la hace feliz y si ella lo es, yo también. Niega levemente.
—Continua con tus cosas, después podremos ver esos detalles juntas —me dedica una ligera sonrisa—. Si quieres, en un rato podemos hacer algo, solo tú y yo ¿Te parece bien?
Asiento y se va, sin más. Creo que realmente intentare aprovechar al máximo este día y el resto de la semana —que será la última más tranquila— para terminar de escribir mi próximo libro y ver detalles sobre la línea de ropa que se canceló, y así, intentar sacarla lo más pronto posible. También, me gustaría compartir un poco de tiempo con Hesvel, mi gran compañera de vida, con quien hace mucho no comparto tiempo de calidad y tranquilidad. Vuelvo mi vista a mi laptop, dispuesta a hacer lo más que me sea posible.
...
Muevo mi cuello de un lado a otro, liberando un poco de estrés. Los minutos pasan rápidamente y ya son las cinco con treinta de la tarde. Me cruzo de brazos, cansada, al mirar la enorme fila que se encuentra fuera del pequeño local de comida.
—¿En serio quieren comer aquí? —pregunta Hesvel, algo frustrada.
—Creo que lo mejor será buscar otro lugar un poco más discreto —dice Jeongin.
Minho enciende de nuevo el auto y comienza a conducir a quien sabe dónde. «No sé cómo puede conocer la ciudad.» Todos en el auto nos mantenemos callados y el único sonido que se escucha es la música de fondo que está sonando en la radio. Me parece que es una canción de Victon, aunque no estoy muy segura.
Jeongin, Minho, Félix y Changbin nos han invitado a salir a mí y a las chicas, pero solo estábamos Hesvel y yo. Al parecer el resto de los chicos también tenían planes y hemos sido los únicos que nos hemos quedado en casa. Nos estacionamos frente a un pequeño local de comida rápida que, milagrosamente, está casi vacío. Genial, no llamaremos la atención de nadie.
—Yo pediré por todos —menciona Changbin, caminando hacia donde ordenan la comida.
—Yo iré también. Quiero una cajita feliz —dice Jeongin, mientras va saltando hasta donde esta Changbin.
Félix rueda los ojos, divertido y caminamos hasta una mesa, lo más apartada posible de la entrada. Al sentarnos, Hesvel se sienta junto a mí, mientras que Minho y Félix frente a nosotras. Nos miramos sin decir nada.
—¿Qué opinan de la canción? —digo, intentado romper el pequeño silencio incomodo.
—¡Me gusta! Es realmente buena —confiesa Minho, jugando con sus dedos.
—¡Ya quiero ver la coreografía! —Dice Félix, entusiasmado.
Asiento ligeramente, mientras les dedico una pequeña sonrisa. Ayer por la noche, al terminar la junta nocturna, Sora les ha mostrado a los chicos el demo de una canción que jamás publicamos, puesto que había algo que no nos terminaba de convencer. Hemos tomado la grandiosa decisión de agregar las voces de los chicos, siendo —probablemente— la primera de varias colaboraciones. Se que Thara hará un gran trabajo con la coreografía, sin tener de mí ayuda. Jeongin y Changbin llegan con la comida.
—¿De que hablaban? —pregunta Jeongin, mientras muy entusiasmado, comienza a buscar su juguete.
—Sobre la canción —digo, mientras tomo una papa frita y la dirijo a mi boca.
—Oh. ¡Me ha encantado! —Confiesa—. Ya quiero grabar el video.
—Pero aún no sabemos que temática tendrá exactamente —dice Changbin.
—Y tampoco hemos grabado nuestras partes.
Minho rueda los ojos, Jeongin ignora a ambos y comienza a jugar felizmente con su juguete, al mismo tiempo que comienza a comer de su hamburguesa. Todos iniciamos a comer de igual forma y casi no mencionamos nada. A pesar de que no es tan tarde, el lugar está casi vacío, lo cual es muy bueno, pues aún no queremos que se enteren de que estamos trabajando juntos. Sera una gran sorpresa para Stay y Star. Un celular comienza a sonar de pronto.