Beside You | Straykids |

01 | Luces, Libro, Audífonos y Acción.

Uno, dos, tres. Cuento para comenzar a bailar junto a Hesvel y Minji por milésima vez. Son cerca de las seis de la tarde y hemos practicado este paso durante cinco horas y sin descanso alguno. Mis piernas ya no me responden como deberían y siento que en cualquier momento se desprenderán de mi cuerpo.

—¡Si, por fin! —grita Hesvel tirándose al suelo.

—No es justo, yo llevo ensayando más tiempo que tú y aun no puedo hacerlo.

—Descuida, Minji —Intento animarla—, será mejor que practiquemos mañana.

—¡De ninguna manera! No me voy de aquí hasta que pueda lograr hacerlo.

—Yo creo que no será así.

Aparece Thara de pronto, haciendo que las tres demos un respingo del susto.

—Ya me tengo que ir y no las puedo dejar aquí —añade.

—Por favor, Thara. Necesito que quede este paso para hoy —dice Minji, suplicante.

—¡He dicho que no! —dice seriamente—. Quiero que salgan de aquí en quince minutos. No más.

Dicho esto, se va y Minji solo se sienta en el suelo cruzada de piernas formando un ligero puchero con sus labios. Me siento en el suelo y comienzo a estirar mis piernas, tratando de aliviar un poco el dolor. Hesvel hace lo mismo.

Minji siempre se ha caracterizado por ser un poco terca y muy dedicada a lo que hace, siempre tratando de dar lo mejor de si misma. Desde que la conocía hace un par de años, siempre he admirado eso de ella y he intentado ser igual de dedicada en todo lo que hago.

—Lo único que quiero hacer llegando a casa es bañarme y dormir hasta mañana —confieso.

—¿No vas a cenar?

Niego levemente con la cabeza. Hesvel levanta sus hombros, indiferente y sigue haciendo sus estiramientos. Me levanto y camino hacia dónde está mi mochila. De ella saco unos tenis más cómodos que los que traigo. Me coloco mi chaqueta y cubro mi cabeza con el gorro de esta. Afuera hace demasiado frio y probablemente, este lloviendo, por la estación en la que nos encontramos.

—Vamos chicas, es hora de irse.

Regresa Thara a la sala de prácticas y espera a que Minji y Hesvel tomen sus cosas. Mientras se preparan para salir, reviso mi celular. Tengo muchas notificaciones. Entro a Instagram y veo que me han mencionado muchísimas veces en sus stories. Comienzo a ver algunas de ellas y todas han subido parte de mi nueva canción. Mi corazón se acelera al ver que les ha gustado tanto esta canción, la cual tiene un gran significado para mí. Sin notarlo, estoy sonriendo a la pantalla de mi celular como una tonta. Las chicas salen de la sala de prácticas y caminamos hacia el elevador, para por fin, salir del edificio.

—¿En dónde está Sora? —pregunta Minji entrando al auto, cubriéndose la cabeza con sus pequeñas manos.

—Creo que fue de compras con las chicas —responde Hesvel.

Hesvel conecta su celular al estéreo y las tres comenzamos a cantar automáticamente en cuanto escuchamos que comienza nuestra canción favorita. Thara solo rueda los ojos, ríe por lo bajo y arranca el auto, rumbo a nuestro departamento.

Muevo mi pie rápidamente de un lado al otro, esperando que el elevador llegue pronto a nuestro piso. Cuando abre las puertas, comienzo a buscar en mi mochila las llaves del departamento que comparto con las chicas. Siempre he sido una de las responsables en llevar a todos lados las llaves de nuestro departamento, ya que, de todas las chicas, soy quien menos tiende a perder sus cosas. Introduzco la llave en la cerradura y al abrir la puerta puedo oír un gran alboroto.

 —¿Qué están haciendo? —pregunta Hesvel al entrar a la habitación y ver a todas eligiendo lindos vestidos que se encuentran sobre los sofás.

—¡Iremos de fiesta! —dice Konnie mientras hace un pequeño baile—. Es jueves y hace mucho que no salimos a divertirnos.

—Cierto, hace mucho que no vamos de fiesta —digo algo emocionada.

Me dirijo al baño y la puerta está cerrada. Ruedo mis ojos y vuelvo a donde están todas las chicas, donde puedo ver que falta Jia.

—Jia se está bañando, ¿cierto? —pregunto a todas.

Konnie asiente, formando una ligera línea recta con sus labios. Camino hacia la sala con mi celular en mano y me siento sobre la alfombra, en un lugar donde no estorbe. Me dispongo a esperar a que salga Jia para poder bañarme yo y arreglarme lo más rápido que pueda. Enciendo mi celular y sigo revisando las miles de notificaciones que tengo. Una en especial ha llamado mi atención. Es de Twitter.

Entro a la aplicación y miro que tengo muchas menciones. Voy a la sección de tendencias y veo mi nombre junto al nombre del programa al que iremos mañana a una entrevista. «Mierda.» Todos están hablando de la apuesta que hice con Chloe hace un par de semanas. Ella es una de las conductoras del programa y suele meterse mucho en la vida de los demás, no me agrada mucho, pero acepte la apuesta solo para darle su merecido, por muchas cosas que ha hecho a otros artistas y unas cuantas a las chicas y a mí. Había olvidado por completo la maldita apuesta, entre el lanzamiento de mi última canción y la preparación de nuestro nuevo álbum, no he tenido cabeza para otra cosa que no sea eso.

—Chicas —digo entrando de nuevo a la habitación, que en realidad es un gran closet donde guardamos todas nuestras cosas—, ¿recuerdan la apuesta que hice con Chloe sobre el libro?



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En el texto hay: humor, drama, straykids

Editado: 29.04.2023

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