Beside You | Straykids |

09 | Latidos.

Me inclino hacia adelante, intentando tocar la punta de mis pies con mis dedos. Miro mi antebrazo y tiene un pequeño moretón. Me levanto y me miro en el gran espejo frente a mí. Tengo un par de moretones más en las piernas. Mierda.

—¿Estas listas?

—¿Para seguir cayendo? —Digo, con sarcasmo.

Seungmin suelta una pequeña carcajada, divertido y camina hacia mí, sosteniendo su botella de agua en una mano y mi botella en la otra. Me extiende mi botella y le agradezco. Hace demasiado calor.

Han pasado dos semanas desde que hemos discutido sobre la temática del vídeo. Desde ese entonces, en que Thara y Woong han formado a las parejas, hemos comenzado a ensayar y no hemos parado. Por suerte del resto de las parejas han terminado de aprender la coreografía, pero nosotros, somos los únicos que aún no podemos, específicamente, con un paso. Hemos estado en la sala de prácticas día y noche, sin parar. Me he caído tantas veces, que ya he dejado de sentir los golpes contra el piso. Desde ese entonces, tampoco puedo evitar que mi corazón lata rápidamente cada que estoy cerca de él, incluso cuando toca simplemente mi mano. Es tan extraño.

—Vamos de nuevo —Seungmin me dedica una sonrisa de lado, con un poco de preocupación.

Asiento y dejo mi botella de agua en el suelo. Camino hacia donde está él y me aparto un poco. Nos ponemos en posición. Me mira fijamente y hace un ademan con su mano de comenzar. Inhalo profundamente. «Aquí vamos de nuevo.» Me impulso un poco y corro hacia él. Poco antes de llegar hacia donde se encuentra, doy un salto y estiro mis brazos, para poder apoyarme sobre sus hombros. Este es el paso que aún no logramos hacer. Yo tengo que correr hacia él, mientras que el me alza por el aire, sujetándome de la cintura. Tiene que dar un par de vueltas así, conmigo en esa posición y después, bajarme suavemente. «Realmente, no sé cómo podremos hacer eso con ropa un tanto formal.» No lo hemos logrado con ropa deportiva y, dudo que lo podamos lograr con el vestuario para el video, que constara de un traje un poco ajustado para los chicos y un vestido medianamente largo para las chicas. De nuevo, no logramos hacerlo y caigo al suelo, ocasionando un fuerte estruendo en el solitario salón.

—Lo siento, esta vez fue mi culpa —digo, revisando mi rodilla. Esta sangrando,

—¿Estas bien? —Dice, preocupado.

Se acerca a mí y toma mi rodilla con delicadeza. Siento una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo en cuanto siento el roce de sus manos con mi piel.

—No es nada —lo aparto de mí, suavemente.

Me mira algo confundido y, después de unos segundos, asiente ligeramente, como entendiendo lo que he querido decirle realmente.

—Vamos a descansar unos momentos —propone.

Asiento ligeramente y me acomodo mejor en el suelo. En este momento no quiero moverme demasiado porque realmente la herida duele. Acerca las botellas de agua y las deja cerca de nosotros. Se sienta frente a mí.

—Solo tenemos dos semanas y aun no logramos avanzar —digo, con frustración.

—Tranquila. Lo lograremos.

Me dedica una gran sonrisa y un guiño. Desde que hemos estado practicando, hemos pasado todo ese tiempo juntos, practicando día y noche. Cuando hago comentarios negativos, el hace el mismo gesto y siempre ha logrado sacarme una sonrisa. Además de practicar la mayor parte del día, hemos estado juntos creando nuestros vestuarios. Pues las chicas y yo nos hemos ocupado de los nuestros desde poco antes de debutar. Es algo que hemos mantenido con el paso del tiempo. Los chicos accedieron y han puesto su confianza en nosotras, en que haremos un gran trabajo con sus vestuarios. El traje de Seungmin esta casi listo, pues preferí comenzar por su vestuario. Al día de hoy, él no ha visto mi vestido, que esta a punto de estar listo.

—¿Recuerdas la caída de hace unos días?

—Por supuesto. Caímos los dos.

Ambos reímos al recordar eso. Recuerdo que hace un par de días, estábamos practicando, cuando entonces, él no estaba correctamente parado y tampoco me sujeto bien. Caí encima de él y mi rostro quedo a escasos centímetros del suyo. Su cuerpo ayudo a amortiguar mí caída, de lo contrario, probablemente estaría en estos momentos en el hospital. Por suerte, el no salió lastimado por haber caído encima. Su risa me es demasiado contagiosa.

—Vamos a intentarlo de nuevo —digo.

Me levanto y extiendo mi mano hacia él. Le ayudo a levantarse y nos ponemos de nuevo en posición. Siento una corazonada en que esta vez lo lograremos.

Vuelvo a tomar impulso al estar cerca de Seungmin, doy un salto. Logra sujetarme y dar una vuelta entera conmigo. De pronto, siento mi cabeza estremecer.

—¡Noo! —suelta Seungmin un grito ahogado.

—¿Qué? —Digo, alarmada.

Seungmin señala mi cara. Su expresión es de horror y preocupación. Me miro en el espejo y miro una pequeña mancha en mi pómulo. Es sangre.

—No es nada, estoy bien —digo, levantándome del suelo y limpiando mi cara con mi antebrazo.

Por un momento, casi lográbamos hacer completo el paso. Nos hemos quedado a nada. Diablos.

—Nada de eso —replica—, tienes que curarte eso.



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En el texto hay: humor, drama, straykids

Editado: 29.04.2023

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