17 | Kiss me.

—¿Crees que ya se mira bien? —pregunto a Changbin, quien se encuentra conmigo en uno de los camerinos de la empresa.

Doy un par de pasos hacia delante, posando un poco como si estuviera en una pasarela. Asiente, da pequeñas palmaditas y sonríe ligeramente. Suspiro pesadamente, aliviada.

Estamos a tres días de grabar el video y terminar muy pronto con todo esto. He visto a Seungmin un par de veces en estos días, pero no nos hemos dirigido la palabra. Sora de pronto me ha notificado al día siguiente de la fiesta de cumpleaños que cambiaría de pareja y él se iría con Minji, para poder terminar su vestuario. En su lugar, Changbin ha venido conmigo, quien, con suerte, ya tiene su vestuario listo. Prácticamente solo me haría compañía. Ahora solo me encuentro ajustando los últimos detalles de mi vestuario, pidiendo la opinión de Changbin. Me siento extraña hablar de pronto demasiado con él. No lo había tratado lo suficiente como estos últimos días, pero sin duda es un agradable sujeto.

Vuelvo al probador y me quito el vestuario guardándolo en mi maleta. Esta vez no correré el riesgo de que algo le suceda. Lo llevaré a casa.

—Sora nos quiere en la sala de prácticas en cinco minutos —grita Changbin desde fuera.

Me pongo rápidamente mi ropa deportiva, me miro en el espejo y arreglo un poco mi desordenado cabello. Me miro por unos segundos más y mi rostro se mira realmente mal. Odio admitir que alejarme de Seungmin me ha afectado más de lo que debería. O tal vez de lo que quisiera. Abro la puerta y miro por última vez el interior, asegurándome en que no olvide nada.

Changbin se levanta, toma mi maleta y asiente en cuanto lo miro confundida, con el ceño fruncido. Se ofrece a llevar mi pequeña maleta y no me puedo negar.

Caminamos tranquilamente por los pasillos de la empresa, donde todos se encuentran muy ajetreados. Yo al igual que ellos siempre suelo estar demasiado nerviosa y estresada cuando estamos a nada de grabar algún video. Esta vez es la excepción. Ni siquiera parece que tenga ganas de estresarme por todo. Se que al final saldrá lo mejor posible y no me desgastare en preocuparme por eso.

—Creo que estaremos en problemas en cuanto nos vea Sora —menciona Changbin de pronto, haciendo una pequeña mueca de disgusto.

—¿Por qué?

—Porque seguramente estará estresada y por lo que veo, todos parecen estar fuera de la sala de prácticas.

Trago fuertemente al saber que tiene razón. Algo debió pasar para que eso suceda. Nosotros pagaremos los platos rotos. Todos. Ahora que Changbin lo dice, realmente todos se miran demasiado enfocados en sus cosas y parece no prestar atención en lo que sucede a su alrededor. Supongo que la grabación de este video la hace muy diferente a las grabaciones anteriores.

—¡Deberían mover un poco eso! —se escuchan los gritos de Sora en cuanto entramos a la gran sala de prácticas.

Siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo en cuanto miro el lugar. Por supuesto que estar aquí no me trae buenos recuerdos. Changbin posa suavemente una de sus manos sobre mi espalda. Lo miro y le agradezco. Supongo que a todos nos incomoda de cierta forma estar aquí. Después de lo sucedido hace un par de días seguro que nadie quiere estar aquí.

—¿Por qué se han tardado tanto? —menciona la pelinegra en cuanto nos ve. Se cruza de brazos y frunce ligeramente el ceño.

—Estábamos terminando mi vestuario.

Asiente con superioridad y sigue en lo que estaba. Doy media vuelta lentamente y me encuentro con todos aquí, entre ellos, a Seungmin a escasos metros de mí. Parece que han llegado justo detrás de nosotros, pero no han hecho ruido al entrar. O probablemente he estado distraída y no los he escuchado entrar. Me mira por unos segundos y su semblante no expresa nada. Creo que de cierta forma comienzo a acostumbrarme un poco a su indiferencia, duele, pero no es tan difícil como el primer día. Vuelve su mirada hacia Sora.

—Bien —bufa.

Todos nos apresuramos en dejar nuestras cosas en una esquina y nos acercamos a ella.

—Ustedes —señala, autoritaria, captando la atención de todos—, quiero que se encarguen de acomodar correctamente aquella cortina.

Asienten y se acercan a un par de cortinas que se encuentran en el piso muy mal dobladas. Las toman y comienzan a estirarla por todo lo largo de la habitación. Creo que no haber encontrado lugar para grabar esta pequeña escena del video será toda una locura. Maldita la hora en que propuse hacerlo aquí mismo, no sabía todo lo que pasaría unos días después.

—Seungmin —anuncia—, necesito que vayas al almacén y traigas una gran caja con el logo de las chicas. Hay cosas importantes dentro de ella que utilizaremos.

Lo miro de reojo, asiente y sale de la habitación caminando a paso veloz.

Suspiro pesadamente. Con esto solo estoy más que segura que ahora mismo toda la empresa se encuentra estresada y viajando de un lado a otro, buscando cosas y no solo estamos así en este piso. Sin duda esta canción será una gran bomba, tanto para los fans como para nosotros, aunque para nosotros sea ligeramente de forma negativa. Solo Sora puede hacer que esto suceda, poner la empresa de cabeza. De cierta forma, yo la he incitado a ser así y por supuesto que me arrepiento. He creado a un monstruo.