19 | Oportunidades

—¡Deberíamos crear una coreografía de esta canción, solo tu y yo! —menciona Seungmin, emocionado, susurrando cerca de mi oído.

Llevamos casi cuatro horas de camino y, aunque todos hemos madrugado, parecemos más activos de lo normal. Nadie se nota cansado o con sueño. Seungmin y yo nos hemos sentado juntos en la parte trasera de la furgoneta, donde vamos rumbo a la casa que se ha rentado para pasar unos breves días de descanso antes de volver a nuestras actividades full activas.

—Me agrada demasiado la idea —asiento, emocionada, ante la propuesta de Seungmin.

Tomo su celular y repito la canción. Comienza a reproducirse de nuevo Butterfly Effect de EXO, de quien Seungmin y yo somos grandes fans. En la parte del coro, ambos cantamos, mirándonos fijamente mientras él toma ligeramente mi mano, causando que todos dirijan sus miradas hacia nosotros por el escándalo que estamos causando.

Nos alzamos ligeramente de hombros, indiferentes y seguimos cantando lo que resta de la canción. Si ya nos han escuchado, que mejor que regalarles un pequeño concierto.

Bruce pausa la música de fondo que se escuchaba por parte de la radio y nos regala una mirada cómplice a través del retrovisor

Terminando de cantar el coro, extrañamente se nos unen Hesvel, Minho, Hyunjin, Hana, Changbin, Bia y Minji. Sin tener la pista de fondo, a capella suena realmente hermoso. Seungmin y yo nos quitamos los auriculares, dejando que la canción se siga reproduciendo.

Deberíamos hacer algún día todos un cover de esta canción.

Llega la parte del rap y todos se quedan callados. Estoy a punto de hacer mi mejor intento, pues no me lo he aprendido aún muy bien, pero como si de un milagro se tratara, Seungmin comienza a cantar esa parte. Todos lo miramos, asombrados.

¿Acaso hay algo que este chico no haga bien?

Terminamos de cantar la canción y nos reímos, entre nerviosos y emocionados. Jamás habíamos cantado improvisadamente, como ahora.

—Bruce, ¿puedes poner de nuevo la música de la radio? —exige Konnie de mala gana.

Bruce le hace caso y sube el volumen de la radio.

Pongo los ojos en blanco y miro a través de la ventana, intentando ignorar lo que dijo. Siempre tiene que arruinar los mejores momentos.

—Deberíamos ir juntos, ¿no crees? —habla Seungmin de pronto, susurrando muy lentamente.

Me giro hacia él y lo miro con el ceño ligeramente fruncido, sin tener la menor idea de lo que me está diciendo. ¿O acaso me hablaba de algo y no le puse atención? No lo escuche.

—Por supuesto —finjo que se de lo que me está hablando y le regalo una pequeña sonrisa.

Suelta una pequeña carcajada burlona mientras niega repetidamente.

—Aun no sabes mentirme muy bien.

—¿Ah?

Se acomoda en su lugar y se pega un poco más a mí. Recarga ligeramente su barbilla sobre mi hombro y puedo sentir su respiración en mi cuello. Me causa un gran escalofrió tenerlo tan cerca.

—Digo que deberíamos pasar el tiempo juntos cuando tu estes en Corea haciendo tus actividades —dice tan lentamente que puedo sentir cada palabra entrar en mi ser.

Me quedo helada ante la forma en como la ha dicho. No recordaba que tenía actividades en su país.

—Estaría genial que me llevaras a conocer la ciudad —giro mi cabeza ligeramente en su dirección, pero ha ido un grave error. Nuestros rostros se encuentran solo a centímetros.

Por instinto, al estar tan cerca de él, miro sus labios y he de admitir que me hipnotizan demasiado. Por más que quiera mirar a otro lado, me es imposible. Simplemente son cautivantes.

—Te llevare a los mejores lugares que podrás conocer en la vida —susurra.

Levanto mi vista hacia sus ojos y me doy cuenta de que el también mira mis labios.

Como si el destino lo quisiera, pasamos por un bache, haciendo que nuestros rostros se junten, pero por un extraño —y muy estúpido— instinto, giro levemente mi rostro, causando que Seungmin bese solo la comisura de mis labios.

Nos separamos y lo miro, apenada. El solo sonríe mientras baja su vista. Parece que esto le es divertido.

—¡Hemos llegado a nuestra primera parada! —anuncia Bruce en voz alta, mientras que se estaciona.

Me reincorporo en mi lugar y miro por la ventana. Estamos en el estacionamiento de un supermercado.

—Compraremos algunas bocados para lo que resta del camino y comida para los días que estaremos en la casa —anuncia Woong en el mismo momento en que se levanta de su lugar y abre la puerta de la furgoneta.

Todos se bajan de ella y la mayoría va hacia el supermercado junto a Sora y Woong. Algunos otros simplemente se bajan para estirarse o tomarse fotos en los alrededores.

Seungmin y yo nos bajamos y nos recargamos en la parte delantera de la furgoneta, disfrutando de la ligera brisa del aire y los pequeños rayos del sol que apenas si calientan.

Cruzo mis brazos, intentando calentarme, pero no funciona. Camino hacia la camioneta y busco algo con que cubrirme. Lo mío está en las maletas y de buscar entre ellas, me tardaría una eternidad. Sera más fácil tomar algo de alguna de las chicas.