Único capítulo

Con sólo un beso ¿Que podrías sentir? Pues te digo que podrías sentir muchas sensaciones y sentimientos.

Por ejemplo: ternura, amistad, cariño, pasión, deseo... muchas cosas más, como ese cosquilleo en la boca del estómago tan conocido como "mariposas" 

Les cuento que también pueden llegar a sentir excitación con un beso, que es esa notable electricidad que te pone los vellos de punta.

¡En fin! ¿Les cuento mi experiencia con los besos? ¡Allí voy!

Cuando yo era niña creía en eso de los cuentos de hadas, princesas y príncipes azules, ¡no lo decían por el color claro esta! Solo por la personalidad. Se les denominaban así por ser caballerosos, respetuosos, amables y sobre todo amorosos con la mujer que aman o le gusta.

Pero ya saben sólo existen en los cuentos para dormir....

A mis 11 años como toda curiosa pensaba en qué se sentiría tener novio y que te diera tu primer beso. Pero obvio era muy chica para saber lo ingenua e inocente que era. Cuando cumplí mis 12 años ya cursaba 1er año de secundaria, allí conocí a un chico, ¡muy lindo por cierto! Me pidió que fuera su novia a través de un papel, no lo pensé y le dije que sí. ¡Pues me gustaba desde el día en que lo vi por primera vez! Y deseaba que fuera el que me diera mi primer beso.

Él no se acercaba mucho a mi por los nervios, éramos primerizos en ser novios. ¡Que tierno dirán! Pues si él fue tan tierno conmigo a pesar de no acercarnos mucho, él me enviaba cartas hermosas con dedicatorias y poemas, me sentía feliz de haberle dicho que sí. Un día me dijo a través de un papel que quería darme mi primer beso. ¡Me emocione! De loca me puse a practicar con la almohada así como lo hacían en las novelas.

Llegó el día en que nos acercaríamos para darnos nuestro primer beso, me citó en un lugar que a mi parecer era perfecto, en la parte que llamamos patio de receso en la escuela, estaban unas bancas debajo de un árbol y otras donde había flores. Allí nos reunimos lo vi nervioso, no encontraba que decirme y yo tampoco. Hasta que se armó de valor y me dijo que como novios deberíamos darnos un beso y me pregunto si yo también quería, yo tímidamente le dije que sí. Tomo mi mano y nos miramos, lo que más me encanto fue ver sus carnosos labios, se veían provocativos. Hasta la actualidad me parecen qué son provocativos.

Se acercó a mí pero los nervios no dejaron qué me diera ese beso que tanto deseaba, me lo dio en la mejilla... Igual fue encantador y muy tierno, seguimos siendo novios por cartas, miradas y una que otras palabras. Y lamento decepcionarlos pero ese beso no llegó a mis labios nunca. Cuando cumplí 13 ya en 2do año de secundaria decidí no tener novio, pues me había encantado estar con mi primer novio, pero al cambiar ambiente acabo nuestra “relación”. A los meses me olvide de eso. Empecé a visitar a una de mis mejores amigas a su casa para hacer trabajos, compartía conmigo ropa, libros y nos llevábamos muy bien. Allí conocí a un vecino de ella muy guapo por cierto, ya era mayor de edad, trabajaba porque su mamá estaba enferma.

El primer día de conocernos, charlamos y nos conectamos muy bien, además me dio mi primer beso. ¡Fueeeee! ¿Cómo decirlo? Mmm, rico, húmedo (ya que fue con lengua) me gusto la verdad. No duramos mucho tampoco, fue algo efímero. Pues él trabajaba y yo... pues con mis estudios poco lo veía, pero cuando nos veíamos éramos puro besos.

A mis 15 años, fue otra etapa, volví con mi idea de no tener novio. Me daba miedo a que fuera efímero como el último. Hasta que un día fui con mis amigas a una emisora para ver como trabajaban, nos daba curiosidad todo eso. Entonces ya de noche saliendo de la emisora tropezamos con dos Militares, siempre he dicho que odio los uniformes de militares y policías, no me gustan para nada y fui renuente en querer hablar con ellos, pero mi amiga estaba ilusionada.

Ellos se acercaron a charlar con nosotras, nos pidieron que los guiáramos pues eran de otro estado, estaban libres y querían conocer un poco el pueblo. Mi amiga aceptó, como yo andaba con ella pues no me negué. Con el chico con que hable me gusto, pero solo gustar EH! No es que era guapo, sino que teníamos mucho en común. Desde esa noche el quedo encantado conmigo. No es que me dé aires de hermosa y mujer perfecta, sólo que le gustó conversar conmigo.

Después de ese día salíamos a vernos cada vez que él estaba libre y decidimos darnos una oportunidad. Cada que podía me daba unos besos tan dulces y a la vez apasionados, me iba enamorando de él. Me decía que quería formar una familia conmigo, casarnos y vivir juntos. Que él me esperaría lo qué fuera necesario pues él tenía 20 años, era 5 años mayor que yo. Cada vez que estaba cerca de mí me trataba con cariño, no se cansaba de abrazarme y acariciar mi mejilla con adoración. Claro está que lo bueno no dura para siempre.

Mi familia lo separo de mí. Diciéndole que soy una menor de edad y que se alejara si no quería tener problemas. Acepte la separación pues sabía que se iba a su estado, con su familia y no sabía si regresaría por mí. ¡No luchó por mí! Y me dolió.

Siguió transcurriendo el tiempo.

Cuando tenía dos días de haber cumplido mis 16 años había un chico que estudiaba conmigo que me insistía en ser su novia y yo cansada de tanto fastidio le dije que sí. ¡Ok! No soy mala, no me gusta ver a los demás sentirse mal y triste. ¡Prefería verlos felices! Después que le dije que si no dejaba de pedirme un beso. ¿Púes que creen? Se lo acepte. Fue un beso algo tierno e inocente, me dio tanta ternura, pero nada más. A los cinco días me enteré que iba a cumplir 15 años, dije: ¡No puede ser! Es menor que yo, ni loca sigo con él, no soy asalta cuna. Termine con él, ¡le dije que solo quería ser su amiga y listo! nos llevamos bien luego de eso.