Besos Azucarados

Capítulo 3

La ciudad donde vivíamos era lo suficientemente pequeña como para tener una sola universidad a la cual asistíamos todos los que no lográbamos obtener una beca para estudiar en otro lugar, pero sin dudarlo era una de las mejores. A ello podemos agregarle que la mayoría de personas que la habitábamos éramos conocidos entre sí. Así que no podíamos escaparnos de nada ni de nadie, cuando David y su pandilla se graduaron estuvimos lejos de extrañarlos porque aunque ellos fueron a la universidad y nosotras continuamos en la secundaria; nos encontrábamos en cada esquina casi todo el tiempo, era feliz en aquel lugar, pero muchas veces desee irme lejos o pertenecer a un ambiente diferente, uno donde pudiera evadir tantos encuentros desagradables con David, Noel, Mónica y su amiga Tania.

Y es así como llegan a mi memoria recuerdos desagradables donde hubiera preferido que me tragara la tierra, pero de los que ahora soy consciente y acepto con tranquilidad; estando en el colegio cierto día uno de mis ex novios y yo habíamos discutido tan fuerte al punto de terminar con nuestra relación, él para pedirme perdón llegó hasta mi salón con un ramo de rosas rojas, detalle que a ser verdad odié como nunca en mi vida por dos indiscutibles razones; la primera los detalles y las rosas no eran lo mío y la segunda justo en ese momento David y Noel pasaban por el pasillo y fueron testigos de aquella escena romántica, pero vergonzosa. Desde ese día agregaron a mi lista un motivo más que les serviría como burla. No logro olvidar las caras de ellos dos riéndose frente a mí y frente a mi ex novio, una fuerte pelea, chicos en dirección académica y unas rosas en el basurero del salón. Después de varios años tanto ellos como nosotras maduramos a tal punto que dejaron de lado las malas bromas, excepto los malos ratos que David me hacía pasar a propósito.

A lo largo de mi adolescencia salí con un par de chicos por los que nunca sentí más que admiración. Hasta que Allan se cruzó en mi vida las cosas cambiaron él era diferente y me amaba, nos habíamos enamorado al menos eso era lo que yo pensaba llevábamos cerca de un año como novios; en todo ese tiempo Luisa estuvo conmigo y fue mi cómplice para muchas cosas, él logró comprenderme y encajábamos a la perfección, su mirada y su sonrisa me fascinaban y todo el tiempo me conquistaba con solo observarme o con solo dedicarme la línea que dibujaban sus labios cuando estaba feliz. Mientras tanto Luisa había logrado conquistar al inquieto Noel y eso me disgustaba aunque hacían una hermosa pareja, sentía que él no la quería y me sentía mal por ella por no hacerla entender que aquella relación no era saludable para la agradable personalidad que reinaba en ella; comenzamos a discutir muy a menudo por tal razón ya que para ella Noel era su novio perfecto, estaba feliz ya que al fin podía andar con el chico del que siempre estuvo enamorada y yo me sentía mal por no poder apoyarla del todo y solo esperaba que un día ella reaccionara o que Noel me demostrara que mi amiga de verdad le importaba mientras tanto deseaba no perder su amistad por un tipo que no me agradaba.


 


 



#43649 en Novela romántica

En el texto hay: besos, romance, amor

Editado: 03.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.