Besos Azucarados

Capítulo 10 La familia.

Las probabilidades de que tus problemas salgan a la luz en el núcleo familiar son de un cien por ciento.

 

AZAEL

Revisa una y otra vez los papeles encontrando bajas en la producción y comercio de frutas, la baja ha hecho que casi no se pueda comprar alimentos para los animales, mientras tanto los papeles de la empresa muestran un auge bueno.

Los problemas en la hacienda pronto se estarían agrandando de la peor manera, realmente no entendía cómo se dio esa gran baja si durante muchos años todo estuvo en completo orden.

Pronto toda la familia estaría reunida para deliberar sobre el asunto y tomar las decisiones necesarias, la mayoría de las deudas se lograron finiquitar y algunos empleados fueron despedidos, pronto tendría que hacer algo para que las cosas vuelvan a la normalidad.

El reloj marca lentamente la entrada de la madrugada mientras el sigue en busca de algo que le pueda dar la explicación necesaria del problema, no cabe duda de que alguien estuvo haciendo las cosas mal con las ganancias de la producción de frutas.

» Descubriré todo

Bufa sintiendo su cuerpo cansado por el duro ajetreo de la mañana y las grandes caminatas que tuvo que ejercer para revisar que el trabajo se estuviera dando de la forma correcta. Sonríe recordando su encuentro con Mia, no imaginaba verla tan concentrada en una labor de campo.

» — ¿Realmente la amas? Es un poco obsesivo lo que dices sentir.

 

» — Para ti puede parecer un poco infantil todo, pero para mí ella es un recuerdo, un presente y un pensado futuro. Quizás lo que este diciendo sea una equivocación o premonición...

» — Cada uno vive el amor como le da la hermosa gana, algunas personas tienen el corazón tan puro para amar, otros, como tú, se confunden y hacen un par de locuras.

Gira la silla buscando un punto intermedio entre la calma, los recuerdos y la gran frustración. Por una parte, es agradable que el destino o lo que sea le dé la grandiosa oportunidad de acercarse a Mia, pero por otro lugar del ring mental está Megan con cada una de sus palabras. Es cierto que hubo muchas mujeres en su camino simplemente aquella mujer de las noches y luces neones fue capaz de decir la verdad en todo momento; luego está la mujer que logró calar más allá de lo que pensaba, una mujer que dejó de ser una chica fuerte para sumirse en una relación desastrosa.

Nuevamente la ve, con su cara roja por la sofocación de haber trabajado arduamente, llena de lodo por la caída y después sus ojos.

Su teléfono termina de iluminar el despacho mostrando la cara de Ariel sonriente. Cara que lo regresa de su tormenta mental.

» Dios sí realmente estás conmigo por qué mandas ese castigo de la vida.

Decide contestar antes de que la lluvia de mensajes se intensifique.

— ¿Y ahora qué? — toca su frente y hace leves masajes en sus ojos.

— Ven a buscarnos, estamos en medio del desierto...la vista es muy bella pero tétrica no es algo que quisiera observar por más de media hora. Le había dicho al idiota de Carlos que no era buena idea...

— Pero que — se levanta mirando la oscuridad inmensa — son unos completos hijos de su madre, solo a ustedes se les ocurre salir en plena noche, acaso las queridas los persiguen. No iré.

— Amorcito, los coyotes están a nuestra espera, si vieras a Carlos, es un completo suplicio — dictamina el joven notando a su amigo acurrucado en el auto — es como ver a un bebé abandonado, si aparecemos muertos será tu culpa ¿quieres tener ese cargo de conciencia?

— Son unos completos inútiles. — toma las llaves saliendo del despacho.

— Es una de nuestras virtudes, amor.

La radio transmite perfect como si fuese una mofa ante todo lo que está pasando por su cabeza. Mira el objeto como si fuese la mayor aberración.

» En algún momento de la vida necesito ser masoquista, más de lo que soy.

Le sube el volumen escuchando cada letra mientras la noche estrellada se cierne en el frío desierto. Seguía preguntándose en qué momento se volvió tan amigo de Carlos y tener la confianza necesaria en Ariel, y tampoco encontraba la lógica que comparten aquellos dos hombres.

— Desierto, no sé qué tienes contra las personas que viajan a la hacienda, pero eso de dejar varados a cada uno siento que es algo que tienes en contra. — habla acelerando el auto.

A lo lejos logra ver las luces del carro estacionado entre unos arbustos. Baja del vehículo con paso decidido notando como uno de sus dos amigos sale a recibirlo.

— ¡Caperuza!            

[…]

— Y después de que le haya gritado en medio de la nada todo mi amor, el crio ese fue capaz de pegarme y esa es la razón de ese lindo retoque que hay en mi tersa y linda cara.

Todos observan al joven de cabello castaño recitar la gran jornada que se dio en plena madrugada.

Azael posiciona sus dedos en el puente de la nariz.

— Solo a ustedes dos se les ocurre salir y tomar el vuelo a esas horas para luego llegar como si nada haya pasado a horas de la madrugada y molestar mis horas de sueño — alterna la mirada entre los dos hombres, aunque no se hubiera dedicado a dormir — son un par de brutos.

Cada una de las personas escucha la conversa como si fuese un juego de mesa importante para el sentido auditivo.

— La gran reina de la inteligencia habló — recita Ariel alzando sus manos agregándole un poco de drama a la situación.

— Si la familia pudiera hacer un voto sobre la inteligencia de cada uno el resultado no será favorable para ustedes — recita Jayden mientras come sus tostadas.

Cada uno de los integrantes de la familia gira a su dirección logrando que el chico levante la mirada y tire una risa de incomodidad.




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