Besos bajo el sol del Verano

Besos bajo el sol del Verano

Les contaré una historia, esta historia me la hizo un amigo hace algún tiempo, y ahora quiero hacértela a ti amigo mío.

Trata sobre una chica llamada Ana Lucía, hija de Manuel Tactuck y Elena Sarante, su familia era de muy buena posición económica, eran dueños de la gran empresa de la ciudad y un restaurante, también eran dueños de otras empresas fuera de ciudad Chaqueta. Las empresas eran de la familia, se convirtió en tradición que los hijos estudiaran en la universidad alguna área del comercio, para seguir con la vieja costumbre de que la misma familia administrara sus empresas. Ante los evidentes compromisos laborales de sus padres y sus ausencias justificadas, contaron con una nana desde que su hija tenía tres años, se llamaba María Teresa, el ama de llaves de la casa y la confidente y gran amiga de Ana Lucía.

Ana Lucía era una chica de diecisiete años, su pelo era una mezcla entre castaño claro y un poco de rubio, no era para nada presumida a pesar de su buena situación económica. La ausencia de sus padres no hizo tanto resplandor en su vida, pues al final del día siempre contaba con María Teresa y su novio Tom. Ella conoció a Tom en secundaria y hace dos años que estaban juntos, luego de que Ana Lucía se atreviera a invitarlo a salir. Ambos se estaban preparando para pasar el último verano con sus familias antes de ir a la universidad, irían a una prestigiosa universidad fuera de la ciudad, considerada como una de las mejores para estudiar comercio en todo el país.

Ese verano del 2018 sucedieron varias cosas, pero comencemos por el principio, cuando el padre de Ana Lucía puso el anuncio de vacante disponible durante el verano, para chef en su prestigioso restaurante. Varios currículos fueron recibidos, pero al final seleccionaron a un hombre de unos cuarenta años que se le daba muy bien las pastas y mariscos, y además vivía cerca, por lo cual no tendría problemas de trabajar horas extras hasta tarde. Para mala suerte de él, pero no para el de nuestro protagonista, durante su segundo día de trabajo mientras usaba la rebanadora, su dedo pulgar rozo sutilmente la afilada cuchilla, fue tan inconsciente que se dio cuenta de la herida al sentir su dedo húmedo, pero la cuchilla era tan afilada que lastimó gran parte del pulgar, lo que le imposibilitó seguir con su labor.

Ante este incidente se vieron en la necesidad de buscar un sustituto para aquel otro sustituto de verano, como segunda opción estaba un joven de diecinueve años, que había realizado varios cortos cursos gastronómicos y tenía como experiencia laboral haber trabajado en un restaurante de comida italiana, se llamaba Jimmy, pero era mejor conocido como Jim. Él era de estatura promedio, pelo oscuro y piel bronceada, era de otra ciudad, pero al momento de recibir la llamada para el empleo, no dudó en que tendría que mudarse, aunque fuera solo por dos meses mientras cubría ese puesto de trabajo, pues para él esa experiencia laboral en ese prestigioso restaurante le ayudaría mucho en su currículo, y además la paga no era tan mala.

Al cabo de una semana de buscar un lugar cómodo y económico para vivir, ninguno parecía estar disponible, unos eran muy costosos para su presupuesto y otros exigían vivir mínimo un año. Luego de trabajar la primera semana haciendo viajes de madrugada desde su ciudad, para llegar puntual a su trabajo, la familia de Ana Lucía pareció apiadarse de ese joven chef, por lo cual decidieron alquilarle temporalmente su garaje trasero, que actualmente estaba siendo ocupado por muebles viejos, las pinturas de Ana Lucía y los utensilios de limpieza de María Teresa.

Aunque ya sabemos a dónde va nuestra historia, con estos dos personajes que llegaran a encontrarse, esta historia es un poco más complicada que eso.

Unas cuantas cajas y unos pocos mobiliarios le bastaron a Jim para establecerse en el nuevo lugar, pero aún le faltaba mucho que limpiar para establecerse definitivamente. En el restaurante trabajaba setenta horas a la semana y tenía los fines de semana libre, pero ese viernes le dieron permiso de retirase temprano para continuar con la mudanza, mientras lo hacía, fue sorprendido por una chica, con expresión amenazadora:

— ¡Suelta eso! — Refiriéndose a las pinturas que tenía en sus manos —Vete ahora antes de que llame a la policía.

Jim solo se quedó perplejo por la extraña actitud de aquella chica. En ese momento se acercó María Teresa y con voz firme pero suave le dice a la chica:

Ana Lucía, este chico no es un intruso, es el nuevo chef del restaurante y ahora nuestro nuevo vecino durante el verano.

Ana Lucía no evitó sentirse avergonzada por aquel incómodo momento, aunque cuando ves un rostro extraño sacando tus cosas del garaje, para ser verdad su reacción no pareció ser tan exagerada, además para ella, ese joven no se parecía para nada a un chef o al menos no lo parecía sin su filipina y gorro blanco. Luego de ese incómodo momento, Ana Lucía solo respondió con un « Okay » y se dirigió de nuevo a su habitación, la cual tenía una enorme ventana de cristal con vista al garaje.

El día siguiente, Jim lo aprovechó para terminar de sacar esas últimas cajas viejas y los cuadros de pinturas que aún quedaban en el garaje, para ya mañana domingo comenzar a pintar el lugar. La novia de Jim llamada Mónica, iría esa tarde a ayudarlo.



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En el texto hay: infidelidad, verano, romance

Editado: 06.09.2019

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