Me desperté a las ocho de la mañana, por el sonido de mi celular; es un mensaje de Theo.
Nos vemos a las 12am en punto, para comenzar el trabajo. No llegues tarde.
Fui a despertar a Sabrina, quien se encontraba durmiendo tranquilamente.
—Sabrina, hora de levantarse
—Todavía es muy temprano—dijo y cubrió su cabeza con una almohada
—Hoy es la reunión, así que apúrate si quieres que te ayude con los preparativos
Ella se levantó y yo me fui a mi habitación para empezar con mi rutina diaria, fui al baño a ducharme, me vestí y me arreglé.
Al terminar, prepare el desayuno, unos veinte minutos más tarde, Sabrina salió de arreglarse, y se sentó a comer conmigo.
—Hoy estarás con Theo, solitos—comentó
—Vamos a hacer un trabajo juntos, no es gran caso, además como que a veces no me soporta
—Lo sé, ayer me contaste, sobre la cara de susto que puso, en el momento en que, él profesor les dijo que tenían que hacer el trabajo juntos
—Sólo pido que todo salga bien
Luego de comer, recogimos la sala, y empezamos a arreglar todo; para la reunión que tiene Sabrina con sus amigas. Al terminar, revisamos que todo esté bien y no falte nada.
—Gracias Nadine, por ayudarme, todo quedo muy bien-dijo y chocó los cinco conmigo—. Ahora vamos te llevo, donde Theo
Bajamos al estacionamiento, entramos en el auto y nos dirigimos hacia la casa de Theo. A la cual después de recorrer algunos kilómetros, dar giros y con ayuda del GPS; por fin pudimos encontrarla.
Mire la hora, llegué justo a tiempo, así que me despedí de Sabrina.
—Mándame un mensaje cuando acabes, para poder recogerte, todavía no conoces bien la ciudad—dijo Sabrina
—Gracias, suerte con tu reunión
Me bajé del auto, y al estar detrás de la puerta de la casa donde vive Theo, no pude evitar sentirme nerviosa, sin embargo no dude, ni un segundo en tocar el timbre. Inmediatamente me abrió una chica de cabello castaño, que posee rasgos similares a los de Theo.
—Hola soy Scarleth, la hermana de Theo, tú debes ser su compañera
— Hola, sí soy la compañera de Theo, mucho gusto, soy Nadine—me presente
Me hizo pasar, a continuación me llevo a la habitación de Theo. Tocó la puerta y dijo:
—Nadine llegó, abre la puerta
— ¿Quién?—preguntó
—La chica del cabello azul—dijo sin más, al parecer ella sabe cómo el suele llamarme
El abrió la puerta, estaba un poco despeinado y dijo:
—Hola, pasa
—Theo, los dejo unos momentos solos, voy a recoger a Jace en su oficina—le aviso Scarleth
—De acuerdo
Entre a su habitación, y mire los dibujos que tenía en un rincón de su habitación, me sorprendí en verdad que dibuja muy bien.
— ¿Empezamos o te vas quedar ahí?—preguntó
—Sí, sólo estaba viendo tus dibujos
—Bueno, no te distraigas y comencemos
Me senté a lado de él, prendió su laptop para buscar la historia de los medios de comunicación. Debo confesar que para mi sorpresa, coincidimos en la mayoría de ideas, aunque de vez en cuando teníamos pequeñas discusiones.
Íbamos seleccionando todo lo importante, lo cual nos ayudó a que fuéramos creando poco a poco nuestras ideas para ponerlas en el trabajo, en una hora ya teníamos 2000 palabras. Sin embargo tuvimos que parar, porque la laptop se descargó y al parecer al chico perfecto se le olvidó que ayer no la había cargado.
—Tranquila, tengo el cargador en mi armario— pero luego de buscar en su armario me miró preocupado—. No lo encuentro, o espera está atrapado
Intento sacar el cargador que se encontraba sujetado entre los espacios que hay entre cada lugar. Por fin logró sacarlo, pero al hacerlo cayó una foto con un marco de vidrio, y corto una parte de la palma de la mano de Theo.
Al parecer tiene un gran valor sentimental, ya que no le importó arriesgarse al sacar la foto de entre los vidrios para poder quitarle los pequeños trozos que quedaron, entonces me preocupe ya que el soltó la foto y su mano empezó a sangrar.
—No debiste hacer eso—dije preocupada— ¿Dónde hay un botiquín?
—En el baño de la izquierda—dijo con dificultad por el dolor
Me dirigí al bañó, saque el botiquín a continuación regresé donde Theo que intenta ser fuerte, pero sus ojos reflejan todo el dolor que siente. Tome su mano la cual retiro, con la excusa de:
—Puedo sólo, déjame
—No puedes y aunque no quieras te voy a ayudar—volví a tomar su mano, y la empecé a limpiar con alcohol
—Arde mucho—continúe limpiando la herida y aunque el a veces se quejaba, logré terminar
A continuación tome la venda con la cual empecé a envolver su mano izquierda, tuve mucho cuidado ya que la herida estaba un poco grande.
—Listo, ¿Está muy apretada la venda?
— No, espero que esto se cure rápido—el me miró unos segundos, tomó aire como si fuera a decirme algo que le cuesta mucho—.Gracias, no podía solo