El domingo había pasado tan rápido, entre tareas, quehaceres que en un abrir y cerrar de ojos ya era la mañana del lunes. No pude evitar despertarme, ya que se escuchaba una música muy fuerte proveniente de la habitación de Sabrina.
No le dije nada, simplemente entre al baño para hacer mi rutina diaria, me bañe y escogí que me voy a poner. Al terminar fui al comedor Sabrina estaba comiendo con toda esa música fuerte.
— ¿Por qué el ruido?—pregunté.
—Dicen que debemos iniciar nuestro día con energía positiva y la música está para eso.
—Lo sé, pero baja un poco el volumen, por favor—pedí.
—Está bien—bajo el volumen—ahora dime, ¿todavía sigues pensando en tu pesadilla del sábado?
—Ya no, estoy mejor es sólo un sueño y ya — confesé mientras me servía un plato de cereales.
—Sabes que puedes hablar conmigo—dijo Sabrina.
Comimos nuestro desayuno, recogimos la mesa, tomamos nuestras cosas, fuimos al estacionamiento, subimos al auto, donde no pude evitar quedarme dormida, ese ruido me levanto antes y además no he dormido bien.
—Ya llegamos—informó Sabrina para moverme un poco.
—Lo siento, estoy un poco cansada.
—No te preocupes, nos vemos a salida, trata de convencer a Theo, de hacer el trabajo, en nuestro apartamento—pidió—así no tendrás que ir a su casa de nuevo.
—Voy a intentarlo, pero no sé si quiera, te mando un mensaje si acepta
Llegué a clases, y como siempre sólo había un puesto a lado del sábelo todo, me senté total tenía que preguntarle algo.
—Sábelo todo—se fue de mi mente—digo Theo
— ¿Qué quieres loca del cabello azul?—preguntó
— ¿Qué te parece si hoy terminamos, el trabajo en mi casa?—pregunté
—Está bien—aceptó— total Jace hoy tiene una reunión de trabajo y necesita silencio.
—Es en serio, así sin nada más, ¿no vas a discutir conmigo?
—No con suerte hoy saldrás de mi vida—admitió.
—Y tú de la mía, que bueno.
El profesor llegó nos callamos, tenemos teoría de la comunicación, él nos está explicando, sobre cuál es la manera correcta de comunicarse, con otra persona. Mientras tomaba nota estaba todo iba bien, hasta que escuché al maestro decir:
—Quiero que se pongan en parejas, y piensen si tienen buena comunicación—al parecer es la semana de hacer trabajos de a dos—. Mañana podrán discutir su punto de vista en clase.
— Ya estamos haciendo un trabajo juntos, ¿qué te parece si éste es el último?—.Preguntó—no te ilusiones, sólo no quiero a otra persona metida en mi vida.
—Está bien, sólo porque no quiero buscar a otra pareja.
El profesor se fue, mientras que espero a que la otra asignatura comience, decidí mandarle un mensaje a Sabrina:
El aceptó.
A lo que respondió:
Genial, los espero a la salida
Las siguientes clases, pasaron volando, la verdad es que ya quiero acabar ese trabajo, después de eso Theo y yo volveremos a ser indiferentes uno con el otro, aunque debo admitir que una parte de mí no quiere que eso suceda.
Vi el reloj es la hora de salida, tome mis cosas y esperé a Theo, luego nos fuimos al estacionamiento donde Sabrina nos espera, y al llegar subimos a su auto.
—Hola Theo—dijo.
—Hola Sabrina.
Fuimos en el auto y pusimos la radio, mientras que podía escuchar trozos de canciones que va cantando Theo, en voz baja.
Llegamos subimos al departamento, Sabrina se fue a su habitación y yo lleve a Theo a la mía.
—Nunca imaginé, que te gustaba tanto el azul—dijo Theo al ver las paredes azules.
Tome mi computadora, la encendí y Theo insertó la memoria, donde tiene la información que previamente ya habíamos hecho. Continuamos buscando información y redactándola hasta que por fin, luego de unas horas logramos completar las tres mil palabras que nos faltan.
—Genial ya acabábamos—dije feliz.
—Y con un día de anticipación—dijo Theo orgulloso.