Ayer tuve que ayudar a Sabrina hasta la media noche, con su proyecto. Ahora tengo mucho sueño, y no quiero levantarme, pero debo hacerlo si no llegaré tarde.
Me levanté de mi cama, mire el suelo durante unos segundos y no sé como pero logré entrar al baño, hice mi rutina diaria, elegí que me voy a poner y cuando fui a la cocina encontré el desayuno en la mesa.
—Buenos días, como ayer te tuve despierta durante muchas horas, decidí hacer el desayuno—explicó Sabrina.
—Gracias.
Me senté a comer con ella, y de repente pensé en lo que me dijo Theo y se me ocurrió preguntar:
— ¿Crees que una persona pueda vivir el pasado de otra?
— ¿Quién te dijo eso?—me respondió con otra pregunta.
—Theo, me dijo que sólo espera que no estemos viviendo el pasado del otro.
—Bueno, tal vez él y tú hicieron un cambio—la mire sin entender—pues tal vez Theo tiene la vida tranquila que tú tenías antes, y tú tienes esa vida llena de riesgos que él tuvo.
— ¿Crees que Theo tuvo una vida de riesgos?
—Nadine, toda la vida de Theo es rara, cuando llegó al instituto, algunos decían que él estuvo en una pandilla como de rebeldes, pero ya no lo recuerdo—confesó—aunque no lo creo, las personas, tienen una imaginación grande e inventan cualquier cosa.
Terminamos de comer y no deje de pensar en lo que me dijo Sabrina, porque si realmente él estuvo en una pandilla, él antes era un chico malo y algo tuvo que pasar para que se aleje de ese mundo. Sin embargo, todo puede ser una mentira, y no voy a presionar a Theo para que me lo diga.
—Vamos, Nadine—dijo Sabrina.
Tome mis cosas, baje al estacionamiento con ella y subimos al auto, para dirigirnos a la universidad. Para aliviar mis pensamientos puse música, y fui cantando con Sabrina todo el camino.
Al llegar al salón fui corriendo porque ya estoy tarde, me senté a lado de Theo, lo saludé y por suerte llegue unos segundos antes de que entrará el profesor al salón.
A mitad de la clase, mi celular vibró unas diez veces, Theo me miro y alce mis hombros, porque no tengo idea de quien será, así que salí del salón para ver si no es una emergencia.
— ¿Leíste mis mensajes?—preguntó una voz a mis espadas y me asusté hasta que vi su rostro.
—Clark, ¿Qué haces aquí?
—Necesito hablar contigo, es importante—respondió.
—Pero vamos afuera no quiero que Theo nos vea—le dije y fuimos hasta unas bancas que estaban alejadas de la facultad.
—Primero, lee mis mensajes.
Vi cinco mensajes perdidos.
Nadine, me voy.
¿Qué hago?
Realmente me importa tu opinión.
No me voy si me lo pides.
Estoy afuera de tú facultad, ¿Puedes venir?
Mire a Clark y le pregunté:
— ¿Qué significa me voy?—pregunté
—Nadine, me ofrecieron un intercambio a Francia, sin embargo debo irme mañana y no sé cuándo vuelva—confeso—.Para que no me vaya, lo único que tienes que hacer es decirme; que tengo una oportunidad contigo.
—Clark, sabes tú y yo tuvimos química desde que nos conocemos—puse mi mano en su pecho—y aunque no deje de pensar en ti, mi corazón está con Theo.
— ¿En serio quieres que me vaya?
—Te deseo suerte amigo, persigue tus sueños—lo abracé.
—Recuerda que siempre puedes contar conmigo—me dio un beso en la mejilla.
Él se fue caminando hasta el estacionamiento y yo regresé a la facultad corriendo, había perdido una hora de clase pero no me importaba debía despedirme de Clark.
Al llegar Theo corrió a abrazarme y me preguntó:
— ¿Todo bien?—asentí—. ¿Por qué no regresaste rápido, te paso algo?
—No, sólo que Sabrina tuvo una emergencia y fui a verla a su facultad—le mentí a Theo. —Tuvo un pequeño problema, con el proyecto que le estoy ayudando a hacer.
—Bueno, vamos a tomar un poco de aire—me llevó a pasear por el campus.
Nos sentamos debajo de un árbol y le pregunté:
— ¿Las parejas deben contarse todo?
—Supongo, en eso se basa las relaciones en la confianza, aunque todos tenemos secretos que no queremos contar, ¿No lo crees?
—Así es, ¿Te molestaría si te mintiera?—salió de mi sin pensarlo.
—Nadine Miller, ¿me ocultas algo?—preguntó.
— No olvídalo, sólo decía—dije tratando de sonar tranquila.
—No es como si te hubieras visto con chico a escondidas—dijo y yo me preguntaba si es adivino.
El río y yo le seguí el juego, no le iba a decir que sí es verdad.
—Aunque pudo haber sido algo que tal vez no significó mucho—rayos debo parar de hablar.
— Nadine, si lo ocultas es porque sientes que fue importante y por eso lo ocultas—dijo molestó. — ¿Qué es lo que no quieres decirme?