Capítulo 27

Desperté en la mañana y cuando quise estirarme mi brazo choco con el muro de almohadas, que habíamos hecho ayer. Me levanté y vi a Theo durmiendo tranquilamente, todavía no quería levantarlo, así que primero tomé mi ropa y entre al baño para hacer mi rutina diaria.

Cuando terminé, fui a levantar a Theo que parecía una roca durmiendo, lo moví de un lado al otro, él sólo se quejó y dijo:

—Scarleth, no molestes—se puso la almohada en la cabeza.

—No soy tú hermana y se nos va a hacer tarde—dije y se quitó la almohada para verme.

—Eres muy bonita, tú cabello parece un algodón de azúcar celeste—balbuceó y reí.

—Si claro, cuando despiertes te espero en la cocina.

Fui a la cocina y la verdad fue muy raro, no ver a Sabrina poniendo sus canciones favoritas a todo volúmen. Tomé la leche con cereal y me senté, iba a comer pero Theo llegó.

—Buenos días, loca del cabello azul—dijo y lo miré ahí con su cabello todo mojado,  se ve tan guapo.—No me desayunes con la mirada, por favor—me puse roja no pude evitarlo.

—Lo siento, es que te ves muy bien y me encantas—confesé sin pensarlo y me tape la boca con mi mano.

—Tú también me encantas—se acercó y me besó.

Después de eso yo me dedique a comer, Theo hizo pan tostado y se sentó a mi lado para poder desayunar. Nos mirábamos de vez en cuando, es hermoso tenerlo conmigo y más en las mañanas.

Cuando acabamos, limpiamos todo, tomamos nuestras mochilas y bajamos al subsuelo. Le entregué un casco a Theo y yo me puse el mío, subimos a la moto y nos fuimos a la Universidad, al llegar nos bajamos y le dije:

—Sabes, ya te estás acostumbrando a subir en la moto conmigo.

—Es porque me siento seguro contigo—dijo y tomó mi mano.

—En la mañana no pudimos hablar mucho, pero quiero que sepas, que para nada cambiaría mi decisión de quedarme contigo, ayer por un momento me imaginé teniendo un futuro a tú lado.

—Theo, yo también espero que esté amor dure para siempre viviendo en nuestros corazones—dije y lo abracé—. Yo también quiero un futuro contigo a mi lado.

Nos separamos y con nuestras manos enlazadas fuimos a clases, a la cuál casi llegamos tarde por un minuto. En todas las horas, Theo me veía y yo a él, nos sonreiamos de vez en cuando y volvíamos a atender.

Nuestra última clase fue comunicación y escritura, por suerte hoy no envío tarea como siempre lo sabe hacer. Al salir le pregunté a Theo:

—¿Me acompañas al trabajo?

—Claro vamos, aunque no es algo temprano—comentó.

—Hoy vamos más temprano porque vamos a conocer al remplazo de Sabrina—expliqué—Marcus y yo no podemos con todo.

—Entiendo, entonces vamos.

Llegamos al restaurante, justo a tiempo estacioné la moto y bajamos. Sheila me estaba esperando con Marcus y una chica que no conozco, saludé con todos y Theo hizo lo mismo.

—Ahora que todos nos reunimos, quiero presentarles a Hailee ella es la nueva mesera y por cierto también es novia de Marcus—nos presentó—. Quiero que los dos la entrenen a la perfección y eso es todo por el momento—nos dió indicaciones—. Ahora traten de conocerse y se van a cambiar, abrimos en diez minutos.

—Hola Theo—saludó mi novio, lo cuál nos sorprendió a Marcus y a mi.

—Hailee jamás pensé que te iba a ver, luego de ese día—se saludaron como si se conocieran de toda la vida.

—¿Ustedes se conocen?—preguntó Marcus.

—Sí, nos conocimos patinando, ella me dió consejos para que dejará mi orgullo y venga a hablar con Nadine, después de que los viera abrazados—explicó, lo cuál provocó que Marcus y yo nos veamos.

—Tranquila, las dos tenemos novio así que no pasa nada es más seamos amigas—dijo y me abrazó.

—Esta bien seremos amigas, ahora vamos te voy a dar tú uniforme—dije pero antes de ir con ella—Theo, me voy a trabajar.

—Nos vemos en la noche—iba a decir algo pero me calló con un beso—No te voy a dejar sola hasta que Sabrina no vuelva, ya te lo explique.

—Te amo—dije.

—Yo te amo más—me dijo de vuelta Theo y me fuí.

Mientras nos poníamos el uniforme, Hailee me dijo:

—Ustedes son todos unos románticos, sabes amo el amor, aunque a veces Marcus y yo tengamos problemas.

—Como todas las parejas.

—Tienes razón, ahora dime qué debo hacer.

—Atender todas las mesas que puedas, llevas las órdenes a la cocina y luego cuando está listo lo sirves lo más rápido posible, consejo evita chocarte con muchas personas o obstáculos.

—De acuerdo, yo puedo hacerlo.

El restaurante abrió, hoy estaba tocando una banda de pop que la verdad me gustó mucho, saben cantar muy bien y me da bastante ánimo para trabajar. Todos los clientes estaban de buen humor y Hailee hacía su trabajo sin ningún inconveniente, parece que hoy es un día perfecto.

Al finalizar la jornada, todos se fueron y nosotros nos quedamos limpiando, después nos fuimos a cambiar y al salir encontré a Theo y lo abracé.

—Vamos a casa—me dijo y asentí.

Nos despedimos de Hailee y Marcus,  antes de subirnos a la moto, ellos se fueron y nosotros nos fuimos a casa.

Al llegar estacioné mi moto, nos bajamos, subimos al departamento, entramos, dejé mis cosas en mi habitación y Theo también dejo su mochila ahí.

—¿Hailee te dió mucho trabajo?—preguntó.

—La verdad no, lo hizo muy bien.—comenté.—¿Quieres algo de cenar?

—Esta bien, ¿ Que suelen cenar Sabrina y tú en día normal?

—No nos gusta mucho la cocina, a veces comemos helado, un sándwich, fideos instantáneos o pedimos algo.—respondí—Solo nos gusta cocinar, cuando no almorzamos bien en el trabajo.

—Vaya, además a veces tenemos muchas tareas, lo entiendo yo una época viví así de hecho mucho peor—dijo con algo de tristeza—.Ahora le doy gracias a mi hermana por cuidarme.

—Eres muy tierno, te amo—lo besé.

—Yo también y mucho—dijo cuando nos separamos.

Al final decidimos preparar unos fideos instantáneos, y fuimos al sofá a comer mientras veíamos la televisión. Cuando acabamos, nos preparamos para dormir, mientras Theo se ponía la pijama en el baño yo acomodaba nuestra barrera de almohadas. Él salió y yo entré y me cambié, al salir apagué la luz, me acosté a su lado y me quedé dormida.