Best Bad Move

Capítulo 30

En la mañana había despertado, por un mensaje en mi celular, al parecer no vamos a tener la primera hora de clases, el profesor tiene una emergencia personal. Iba decirle a Theo, pero no estaba a mi lado.

Fui a buscarlo, lo encontré en la sala dormido en el sofá, creo que se quedó haciendo su tarea hasta muy tarde. Su celular sonó y vi un mensaje, muy curioso en su pantalla.

Voy a volver, ¿me extrañas?

Él despertó, me miró y me dijo:

—Buenos días, mi amor.

—Buenos días

—¿Qué pasó? te veo molesta—vio su celular—No me digas que por mi culpa, vamos a llegar tarde a clases.

—No te apresures no tenemos la primera hora de clases y no es por eso—admití.

Volvió a ver su celular y encontró el problema, entonces ahí me sentí avergonzada, no quiero que piense que estoy revisando sus mensajes.

—Lo siento, salió en la pantalla y no pude evitarlo.

—Amor, ven acá—me senté a lado de él.—No tengo secretos por eso todos mis mensajes aparecen en la pantalla y mira justo este es de un número desconocido.

—¿Pero quién crees que sea?—pregunté.

—Lo descubriremos.

Ví como Theo le puso:

¿Quién eres?

No respondió, sin embargo nos quedamos a la expectativa, de saber a quién le pertenece ese número. Nos íbamos a mover pero su celular sonó es un mensaje.

Collins, te conozco muy bien solo espero que no te de un infarto cuando me veas.

Y si es...—me interrumpió.

—Lena, no puede ser ella murió yo la vi.

—¿Entonces?—pregunté.

—No lo sé, solo espero que no sea ningún loco—dijo preocupado.

—Tranquilo capaz y es alguien que se equivocó, ahora voy a entrar a la ducha.

—¿Te acompaño?—propuso y me reí.

—Ya quisieras.

—Sabes que siempre quiero más de ti—él me besó.

—Algún día, Collins tal vez mañana o está noche quien sabe—dije y el sonrió.— Y si mejor primero nos casamos.

—¿Me estás pidiendo matrimonio?—preguntó sorprendido

—Tal vez—empece a reír.

—Podríamos casarnos ahora, vamos.

—Estamos en pijama, realmente quieres salir así—él me miró.

—Él día que nos casemos, no me va importar lo que estemos usando, solo que voy a pasar el resto de mi vida contigo—dijo y me hizo poner algo sensible.

—Eres un cursi, pero eso me dice que quieres un para siempre conmigo y eso me hace feliz—lo abracé.

—Ahora ve, si no llegaremos tarde y el sabelotodo no puede perder clase—dijo y sonreí.

Fui a mi habitación, entre al baño y empecé con mi rutina diaria, me duche, me vestí y me arreglé un poco. Al salir ví a Theo terminando de desayunar, el me vió y dijo:

—Te deje una tostada y un jugo, para que desayunes.

—Gracias amor—dije, me dió un beso en la nuca y se fue a duchar.

Mientras comía, seguía sin poder creer lo lejos que llegó nuestra relación, él solo era un chico, que me empujó y de repente se convirtió en mi novio.  Theo salió de mi habitación arreglado y se veía tan guapo como siempre, suspiré levemente.

—Tierra llamando a Nadine.

—Me desconcentras, deja de ser tan guapo—dije y el río.

—Hay Nadine, yo sabía que te gustaba desde el primer día que nos vimos—me reí.

—Yo solo pensaba en que eras odioso—él se acercó y puso sus brazos alrededor de mi cintura.

—¿Ahora que piensas?—sentí sus brazos fuertes alrededor de mi cintura, por un momento mi mente se puso en blanco y solo lo besé.

—Me encantas y me vuelves loco—dijo después de que nos separamos—.Lastima, que tengamos que ir a clase.

—En la noche, podemos continuar si quieres—él se sorprendió.—No hagas preguntas ahora,  vamos o llegaremos tarde.

Tomamos nuestras cosas y bajamos hasta el estacionamiento, Theo tiene un sonrisa tonta en el rostro y yo me sonroje, cuando me acordé de mi comentario. ¿Qué acabo de decir?

Nos pusimos casco, subimos a la moto y conduje a la universidad como de costumbre. Al llegar nos dimos cuenta, que todavía faltaban cinco minutos, así que bajamos de la moto y le dije:

—Llegamos temprano, porque me pusiste nerviosa—el me miró.

—Yo no dije que podíamos continuar en la noche, si lo recuerdas—dijo y yo me puse roja.—Pero ahora que lo propones, ¿que dices?

—Me entendiste mal, dije que podíamos continuar estudiando en la noche—dije aunque sabía perfectamente que eso no es verdad.

—Sí claro, estudiar.

—Tranquilo, lo estaré pensando—dije y le sonreí.

Entramos a clase y nos sentamos uno a lado del otro como siempre, nos miramos y pusimos atención una vez que llegó el profesor. Ví que traía unas hojas, no puede ser creo que nos va a tomar un examen sorpresa.

—Buenos días, hoy he decidido hacer un cuestionario sorpresa de cincuenta preguntas, en parejas, sin ninguna fuente de información, más que sus conocimientos—explicó—la pareja que logré la calificación perfecta, mañana se va exonerar del examen de cien preguntas y no tendrá que venir a mi clase.

Me puse con Theo, nos pasaron una hoja y empecé a resolver las primeras veinticinco preguntas mientras que mi novio, resolvía la otra mitad. La verdad es que estaba muy fácil, recuerdo haber repasado todo, creo que también me estoy convirtiendo en una sabelotodo.

Al finalizar, nos recogieron los cuestionarios y el profesor los empezó a calificar de manera muy rápida,  encontraba un error y lo descartaba de inmediato. Al finalizar dijo:

—Vengan Brown y Smith—ellos se acercaron, Theo y yo estábamos a punto de perder la esperanza pero escuchamos—También Collins y Miller.

El profesor dijo que nuestros cuestionarios están perfectos, así que mañana no tendremos que dar prueba a primera hora.

—¿Quién es el mejor equipo?—preguntó.

—Linces—grité y todos me regresaron a ver—digo tú y yo—chocamos los cinco.

—Oficialmente no soy el único sabelotodo, yo no revise tus respuestas porque confío en ti—confesó Theo.

—Gracias amor, lo sé por eso somos el equipo perfecto, te amo.




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