Cinco meses después
Dicen que el karma existe y es verdad; la vida se encargó de Stephen, él ya no estaba más en este mundo, a pesar de todo Sabrina lo quería mucho y para ella fue muy duro perder a su hermanastro, yo estuve apoyándola en todo momento para que pueda superar su pérdida.
En tanto a Theo, él sufrió un impacto de bala muy fuerte y quedó en coma, no ha despertado todavía. Yo lo iba a ver cada día, le hablaba y le comentaba todo lo que hice la semana, con la esperanza que despertará.
Por mi parte estoy bien podría decirse, luego de todo lo que paso me corté el cabello y lo deje de mi color natural, además estoy superando él día del secuestro, poco a poco.
Sabrina y yo seguimos trabajando en el restaurante y prometimos que no habría más problemas de nuestra parte, lo cuál alegró mucho a Sheila.
Ahora yo me estoy dirigiendo al hospital para ver a Theo, cómo lo hago todos los días desde aquel suceso que nos marco a todos. Al llegar me encontré con Scarleth.
—Hola Nadine, qué bueno que vienes tengo que irme a trabajar, cuídalo mucho—dijo con una sonrisa.
—Hola Scarleth, no te preocupes yo me quedaré con él, ve tranquila.
—Muchas gracias, nos vemos luego.
Ella salió apurada de la habitación y yo me quedé con Theo, tome su mano derecha y le dije:
—Hola amor, tienes que ser muy fuerte, yo sé que puedes despertar y otra vez hablarás conmigo—dije algo triste por verlo en ese estado.
Tomé un respiro para contener mis lágrimas y continúe hablando:
—Sabes hoy mis padres me llamaron, quieren que vuelva a los Ángeles a vivir con ellos o que me vaya a Francia con mi hermana—confesé.— Tranquilo, les dije que no iría a ningún lado.
—Por otro lado Lydia me escribió, quiere que la visite en New York, se ha convertido en una gran bailarina, pero yo no iré a ningún lado hasta que despiertes—dije al borde de las lágrimas.—Te extraño tanto.
Alguien entro a la habitación un chico alto, rubio y de amplia sonrisa, que nunca lo había visto en mi vida.
—Tú debes ser Nadine, ¿cierto?—asentí—Yo soy Edward Stokes amigo de Theo.
— Hola, ¿te liberaron?—pregunté aunque era obvia la respuesta.
—Sí, luego de hacer varias investigaciones se dieron cuenta que Stephen fue el verdadero culpable todo y me liberaron—explicó.
—Theo, estaría muy feliz de verte.
—Yo sé que el va a despertar, él siempre ha sido muy fuerte—me confesó.—Sabes Theo, es él único que me fue ha visitar cuando me metieron a la cárcel.
—Es buen amigo, por algo me enamoré de él—dije contenta.
—Tú le devolviste su luz, sabía tú nombre porque de lo único que hablaba es sobre tí, pero ya no tienes el pelo azúl o él lo invento —dijo viéndome.
—No lo invento, yo decidí volver al color natural de mi cabello, pero antes si era azúl—expliqué.—Bueno te dejo un momento, a solas con Theo.
—Gracias Nadine.
Salí de ahí y me senté en una de las sillas de afuera, me puse a llorar siento que todo es mi culpa, él dió su vida para salvarme, trate de calmarme pero las lágrimas no dejaban de salir.
—Nadine, llama al doctor—dijo Edward saliendo de la habitación de Theo.—Él despertó.
Fui corriendo a buscar a el doctor, él entro a la habitación y nos pidió que esperemos afuera, pasaron como diez minutos, Edward y yo pasamos de un lado al otro caminando, ¿por qué no salían de ahí?.
Mientras tanto le envié un mensaje a Scarleth, contándole la buena noticia.
Theo despertó, ven corriendo al hospital.
El doctor salió y nos dijo:
—Pueden pasar, todo está en orden.
Ambos entramos a su habitación, él nos miro y dijo:
—Edward, ¿quién es ella?
—¿Cómo que quién es ella?—preguntó y mi mundo casi se viene abajo—. Es tú novia Nadine.
—Claro que no, la única chica que amo y amaré es Lena aunque no este viva.
—Sabelotodo, soy yo la chica loca del cabello azul, sólo que me hice un cambio—dije nerviosa.
—No te conozco y no me digas sabelotodo, vete no sé quién eres—dijo molesto.
—Mi amor soy yo, por qué no me recuerdas, pero está bien me voy—dije y me fui llorando.—Edward cuídalo mucho, por favor.
Iba bajando las escaleras, con lágrimas en los ojos, pensé que ahora sí seríamos felices pero no, ahora él no sabe quién soy.
En eso me choque con una persona, es Scarleth ella me miró preocupada y preguntó:
—¿Qué pasó?—preguntó.
—Él no me recuerda, no sabe quién soy—dije y ella me abrazo.
—Respira, vamos a hablar con el doctor, no te vayas.
Ella y yo fuimos en busca del doctor, cuando por fin lo encontramos Scarleth le dijo:
—Mi hermano no recuerda a su novia, ¿eso es posible?
—Yo lo analicé, pero no encontré ninguna contusión que haya afectado a su cerebro, pero por seguridad lo voy a revisar una vez más.
Caminamos hasta la habitación de Theo, le pidieron a Edward que salga, sólo entraron Scarleth y el doctor.
—Lamento mucho, que Theo no se acuerde de tí, se que lo amas pero creo que lo mejor para tí será dejarlo ir—dijo Edward.
—Sé que el me puede recordar, no puedo renunciar a él, lo amo demasiado—dije seria.
Scarleth salió y me abrazó, una vez más sabía que no traías buenas noticias.
—Nadine, Theo no recuerda hechos recientes no se acuerda ni cuándo entro a la universidad, su caída contra el suelo afecto a su cerebro—explicó— lo lamento mucho.
—Scarleth, ¿crees que lo mejor que puedo hacer es dejarlo ir?
—Por el momento sí, no lo hay que forzarlo o puede ser peor—dijo con un tono triste—Linda, lo mejor que puedes hacer ahora, es vivir tú vida es lo qué antiguo Theo hubiera querido.
—Pero Scarleth...—me interrumpió.
—Sí el es para tí, el destino los volverá a unir no te preocupes.
Ella tenía razón y él ya no es el mismo Theo, creo que debo dejarlo ir, él ya no me recuerda cómo el amor de su vida y no sé si lo haga algún día.