Bestia Sangrienta

Capitulo 3

 

 

 

 

 

 

— Oh mierda ... ¡¿Que haremos ahora?!

 

 

Molly se paseó alrededor de nosotros con el rostro temeroso mientras balbuceaba en voz baja.

— Debemos conservar la calma, el coche no está lejos de aquí— les informé a lo que ellos se calmaron sin saber que era mentira.

— Tú decides cuál camino, Bella.

Sam se abrazó a su pareja a lo que Molly hizo lo mismo con Adam, me mordí el interior de mi labio inferior con fuerza al verlos tan juntos.

— Iremos hacía allá — les señalé el lado izquierdo—. No se separen.

Caminamos buscando cualquier indicio del jeep pero sólo había vegetación y más vegetación, los inmensos arboles no ayudaban en nada.

Bajé la mirada hacía mi reloj el cuál indicaba que estaba a punto de anochecer lo que me hizo preocupar demasiado, estaba acostumbrada a acampar en lugares como este pero mis amigos no y lo peor de todo es que no había traído el equipo necesario para un campamento.

— Es todo me cansé. Llamaré al hotel.

Molly vacío todas sus cosas al suelo hasta dar con su móvil.

— Es inútil, la inmensidad de éstos árboles interfieren con la señal.

Ella hizo caso omiso a lo que dije y siguió presionando la pantalla de su móvil para luego ponerlo en su oído. Los chicos esperaban ansiosos a que alguien contestará pero por la expresión de Molly supuse que nadie lo haría.

— Hay interferencia, nesecito subir a un árbol.

— No creó que sea buena idea, las ramas de estos árboles son muy resbaladizas. Podrías caer y romperte una pierna—. Le interrumpí antes de que se subiera a uno.

— Mierda. En primer lugar tú tienes la culpa de traernos aquí— chillo hiendo hacía mí quedando demasiado cerca.

— ¿Disculpa? Tú fuiste la que quiso ir, yo no te obligue a nada— mi expresión se suavizo de repente—. Estás asustada al igual que todos pero debes calmarte.

Molly cerró sus ojos y respiro profundamente.

— Sólo hay que irnos de aquí y rápido.

— Te prometo que saldremos de aquí. 
 

Ajuste mi mochila muy bien para que no se me cayera y continuamos con la búsqueda del jeep. El sol empezaba a ocultarse logrando que mi preocupación aumentará.

A lo lejos pude ver unas pequeñas chozas hecha de palos y paja, corrí felíz hacía el pequeño pueblo junto con los chicos que me siguieron.

Me detuve en la entrada al ver que todo el lugar se encontraba vacío, busqué a cualquier persona dentro de las chozas pero no había absolutamente nadie ni siquiera el ganado que solían tener cada pueblo.

— ¡¿Qué demonios?!— el gritó de Adam me sacó de mis pensamientos junto con los gritos de Molly y Sam.

Me acerqué a ellos y pude presenciar a un jabalí muerto y con el estómago destrozado pero lo que me extraño es que los organos estaban impecables.

Me puse en cuclillas frente al cadáver para revisarlo mucho mejor, frunci de inmediato el ceño al ver que el animal no tenía ni una gota de sangre.

— ¿Qué está haciendo?— escuché atentamente el susurró de Molly.

— Ella es veterinaria. Sabe absolutamente todo sobre los animales— le devolvió el susurró Adam.

Tomé una rama y empecé a buscar en el animal algún indicio de mordidas pero no había nada.

Los depredadores en su mayoría cazaban este tipo de cerdos pero para matarlos se encargaban de morder el cuello.

— ¿Qué animal lo habrá echó?

— Probablemente un puma. De seguro los pueblerinos escaparon de sus hogares por la presencia de este depredador.

— Eh ... Chicos será mejor que vean esto.

Seguimos la voz del novio de Sam y mi sorpresa fue más que notoria al ver una gigantesca jaula hecha de ramas y con restos de vísceras de algún animal en su interior.

Había una parte de la jaula dónde estaba como rota por lo que supuse que los pueblerinos tenían algún animal prisionero y que se había escapado.

 

— Santo Dios.


 

 

Yo fui la primera en acercarme a revisar, toqué la sangre oscura y pegajosa para después tocar la sangre que estaba en el interior de la jaula junto con las vísceras.

— La sangre de afuera y de aquí son totalmente diferentes.

— ¿A qué te refieres?

— Quiero decir que había algo que mantenían prisionero y lo alimentaban con las vísceras de algún animal. Ese algo logró escapar rompiendo las cuerdas y ramas que lo tenían cautivo.

— No me está gustando esté lugar, debemos irnos— Molly jaló la chaqueta de Adam para que le hiciera caso.

— Tendremos que pasar la noche aquí. Créanme, la selva es muy peligrosa durante las noches. No tenemos opción.



#13515 en Thriller
#7627 en Misterio
#23119 en Fantasía

En el texto hay: sacrificios, romance, mounstruos

Editado: 14.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.