Capitulo 5

          Ya estamos de regreso a mi casa, esta vez voy en el asiento trasero intentando que lo sucedido hace rato tome forma en mi cabeza; en primer lugar, Damian y Sof, desde la pelea han estado actuando raro, no dejan de lanzarse miraditas cuando creen que no los veo, pero paciencia dijo la tortuga, que yo llego al fondo de esto; en segundo lugar, Mathew Black, ¡rayos aun no me lo creo!

          Flashback

          - No tengo porque, además dudo mucho que me creas - responde Black volteándose para verme con una mirada inquisitiva.

          No puede ser...

          ¿Quién rayos es él? Es la viva imagen de Sofía, cabello castaño claro con los mismos ojos con heterocromía central... esto es una coincidencia y una muy desagradable, es como ver el reflejo de mi hermana solo que, en masculino, aunque un poco más alto y con un humor de perros... ¿Quién se cree para hablarme así?

          - No me conoces, sangre sucia - bramo molesta, oh querido nunca te metas en las profundidades del bosque sin antes conocer sus peligros - ¿Me dirán? O ¿tengo que esperar a que sol no brille y la luna no de su resplandor? - estoy que exploto y no de felicidad, creo que mi primera visita con Stith será más pronto de lo que pensé.

          - A sido culpa mía, Beth - irrumpe en la conversación Sofía. La observo incrédula, ella cree que aún me chupo el dedo o que. Oh mi queridísima hermana, ve a mentirle a otro, que conmigo no cuela.

          - Sera mejor que la escuches - habla Black aun mirándome con desconfianza y recelo - Aunque aun no entiendo, porque te metes en esto.

          Oh por favor, denme la oportunidad de matarlo, prometo ser buena por el resto de mi existencia, no hablare más con sarcasmo e ironía por el resto de mis días... bueno, por el resto del día.

          - Es nuestra amiga y a ti que te eso no debería de importarte - le responde Damian, intentado desviar el hecho de que de que dijo que soy sola la amiga de Sof.

          ¿Pero qué rayos? ¿Por qué no le dice que soy la melliza de Sof? Aquí hay gato encerrado, tengo que hablar con urgencia seriamente con ellos.

          - Y yo pensando que eras el amigo simpático de Müller - mascullo por lo bajo, pero aparentemente me escucho, ya que gruñe y me mira mal lo cual ocasiona que Liam suelte una disimulada carcajada - No pienso seguir hablando con ustedes - hablo esta vez más fuerte, captando la atención de todo - Nos vemos, Victor.

          Sin más me voy de allí, internándome nuevamente en el inmenso edificio. Y yo que solamente los busque porque quería irme, ahora no quiero estar cerca de ellos. Y para los que se pregunte, tengo una buena relación con Victor, a pesar de lo que sucedió hace tiempo con mi hermana.

          Fin del Flashback.

          Después de eso, Damian me obligo a montarme al auto, aunque claro no se lo puse tan fácil, et voila, heme aquí...

          - ¿Cuándo te dignaras en hablarnos? - me pregunta Sofía como madre a su hija chiquita la cual está armando un berrinche de nada, está bien no es que este comportándome muy madura que digamos, pero no quiero hablar con ella y que me diga cualquier cosa como si lo que paso no hubiera pasado, no estoy de humor para hacer el tonto y fingir que no me doy cuenta de nada - Se que tengo que explicarte, pero dame tiempo si - me suplica, con la esperanza que le hable, Ja, no funcionara.

          Damian estaciona el auto en la entrada de nuestra casa, bajo de él como si mi vida dependiera de ello, en parte es así y me dirijo en sentido contrario a ellos, en dirección al centro de la ciudad.

          - ¿A dónde vas? - me pregunta Damian, cuando se da cuenta que no me dirijo al centro y no a la casa.

          - Voy a dar una vuelta - respondo deteniéndome a mirarlo - No me esperes para la cena.

          Sofía estaba por protestar, pero mi mejor amigo la frena y asiente en mi dirección. Retomo mi camino y poco a poco me alejo de lo que antes consideraba mi refugio, mi lugar seguro, ahora no estoy tan segura que los sea, después del accidente parece que se convirtió en lo opuesto como si estuviera en zona de guerra, donde tengo que andar con cautela para no pisar una mina terrestre que me haga volar por los aires. Cuando me percato ya está oscureciendo y yo aun dando vueltas en el centro de la ciudad, más concretamente en un parque que queda cerca de mi antigua casa, sin ganas aun de volver; al final decido ir al taller para ver si mi moto ya está lista. Después de caminar alrededor de unos 40 minutos llego al taller, ya que me encontraba algo lejos de este.

          Puedo divisar a lo lejos a los hermanos Wilde, Adam y Alan, trabajando en un auto que seguramente tiene que entregar mañana, sino no estarían aquí; ellos han sido unos muy buenos amigos para mí, podría decir que son mis hermanos por elección. Son dos años mayor que yo, los conocí en la segundaría, pero realmente nos empezamos a tratar a los 15 años en mi primera carrera clandestina de motos, ellos me enseñaron todo lo que se sobre carreras y motos, me han cuidado con si fuera una princesa de Disney (aunque seamos realista, a la princesa que yo podría parecerme es a Mérida y no precisamente en apariencia), cuando se dieron cuenta de mi hermosa personalidad me enseñaron defensa personal y a manejar todo tipo de armas, a defenderme en la vida en general; les debo mucho, gracias a ellos pude comprar la casa en la que ahora vivo y nunca nos ha faltado algo.