Ira, molestia, rabia, es lo que siento en este preciso momento y mucha, pero mucha impotencia, estoy en la línea de meta con todo el mundo apoyando al rey, muchas personas me abuchean y me desprecian por el simple hecho de desafiarlo, nadie aquí me reconoce, aunque yo tengo un poco de culpa, no lo voy a negar, tengo demasiado tiempo sin venir y cuando venía digamos que no era muy sociable, dejémoslo ahí.
- Tres cosas no pueden ocultarse por mucho tiempo: el sol, la luna... y la verdad - murmure viendo de reojo como Liam no me quitaba la mirada de encima - Ya veréis todos...
Sin más bajo la visera del casco y cierro mis ojos, empiezo a vaciar mi mente, silencio todo el bullicio a mi alrededor, quedando solamente mi moto y yo, visualizo toda la pista cada palmo cada bache cada atajo, me vuelvo una con mi alrededor, me olvido de todo. Lo único que siento es la vibración del motor.
- Preparados - grita Alex desde el podio, me relajo y me inclino hacia delante - Listos - abro los ojos y contemplo el pavimento - ¡Fuera!
Sin más acelera Liam a todo lo que le permite su moto, yo me mantengo en la línea de salida, paciente, todo el mundo se queda desconcertado porque yo aun permanecía en la salida quieta, veo a Liam voltear confundido en mi dirección y ahora si acelero, dejando que mi cuerpo de fusione con la moto.
Paso a Liam en la segunda curva, acelero a fondo sin perder el control. Siento como los recuerdos intentan inundar mi mente, pero los obligo nuevamente a lo más profundo de mi ser para que así no vuelvan a salir; veo la línea de meta a lo lejos, Liam viene atrás de mi intentando repasarme en el último tramo de carretera, acelero más dejándolo atrás de nuevo, ya cuando voy a pasar la línea de meta derrapo y freno a centímetros de ganar, dejando que ojos grisáceos gane, veo como Liam pasa la línea de meta segundo después desconcertado.
Todo el mundo está felicitando al nuevo rey, aglomerándose a su alrededor cerrándole el paso, se me acercan los chicos junto con Bianca a felicitarme, Adam se me queda viendo con la mirada fija, me quito el casco lanzándoselo a Bianca, quien apenas reacciona a tiempo para esquivarlo y Alan quien estaba detrás de ella es quien lo atrapa, me bajo de la moto y me lanzo a los brazos de Adam buscando refugio, seguridad.
Observo como Liam junto con Mathew se acercan hacia nosotros, cuando llegan a nuestro lado, Adan me baja, pero sin apartarse del todo de mi (parece un perro guardián, no un perro, más bien un guardaespaldas).
- Enhorabuena, felicidades mi rey - felicito a Liam con una connotación disfrazado de sarcasmo - Aun pienso que no le llegas ni a los talones a James, pero lo prometido es deuda, así que, felicidades King Wolf, porque tal vez te acepte como rey, pero jamás tendrás el título de James.
- Fue grato correr contra usted, Queen Moom Dark - respondió Liam
Extendiendo su mano hacia mí, pude sentir como el cuerpo de Adam se tensaba por completo detrás mío, haciendo eso a un lado estreché la mano de Liam y pude sentir como una especie de corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo, inmediatamente solté su mano como si el simple tacto quemara mi piel, el también parecía haber notado esa corriente.
- Aunque no creo que no fue una carrera honesta - añade mientras mete sus manos dentro de su chaqueta de cuero.
- ¿Crees? - se mofa Alan - Para ser un perro crees muchas cosas, pero bueno los perros nunca han sido conocidos por su inteligencia - añade con malicia, me lo esperaría de Adam, pero ¿Alan?
Escucho un gruñido de parte de Mathew, me rio por el chiste malo de Alan, logrando que Black me mire mal a lo cual sonrió con indiferencia.
- Creo que es hora de que me valla - interrumpe el duelo de miradas, Bianca, ya hasta se me había olvidado que ella estaba al lado de nosotros.
- Claro, yo te llevo - se ofreció Alan sonriéndole, a lo que ella me mira como esperando mi aprobación, asiento y miro a Alan advirtiéndole con la mirada que más le valía que Bianca llegara sana y salva.
Aprovechando que Bianca se iba, me voltee hacia Adam indicándole que también se fuera, dudo unos segundos y luego echo a correr detrás de su hermano que ya se encontraba algo lejos no sin antes darme un beso en la mejilla.
- Bueno, se acabó lo que se daba, yo también me voy - menciono a nadie en específico en realidad - Fue un placer volver a verte Alex - lo abrazo fuerte y me vuelvo a montar en la moto - Aunque no podría decir lo mismo de ustedes.
Sin nada más que añadir y sin esperar respuesta, me largo del lugar como alma que lleva el diablo, sumergiéndome en la oscuridad de la noche manejando sin rumbo fijo por lo que queda de noche.
Ya puedo ver el amanecer, como el sol sale y los primeros rayos de luz son reflejados en el horizonte, ese momento tan mágico cuando el día fuerza su entrada y la noche no tiene de otra sino más que retirarse por el momento, pero con la certeza de que volverá.
Apago la moto a unas cuantas cuadras de llegar y camino el resto del trayecto, cuando llego a casa, son las 6 de la mañana la mayoría de los vecinos aun duermen, uno que otro anciano está sentado en el porche contemplando el inicio de un nuevo día.