Capítulo 1: Corazón Puro.

"Cosas que antes no pasaban, están ocurriendo a medida que la peste en la humanidad avanza"

-Sólo una persona puede tener el don, un humano capaz de hacer la tarea tan importante.

Dijo el Dios Sol. Preocupado por la catrasfofe que se avecinaba en el planeta tierra... catástrofe hacer algo el y su hermana la diosa luna. Ambos ideaban un plan para salvar a la tierra y a todos los humanos, quienes aunque a medida que pasaban las generaciones se olvidaban de quienes eran y de que propósito tenían en el mundo.

-No, un humano no podría poseer tanto poder... los humanos ya no poseen un corazón puro.

La Diosa Luna podía ver en lo que se había convertido los humanos... cada vez eran menos los humanos de corazón puro... ahora sus corazones guardaban rencor, odio, avaricia, irá, y muchos sentimientos negativos se iban sumando.

-¿Que insinuas?

-insinuó, que debemos crear una copia de nosotros mismos para poder salvar a la tierra.

-¿algo así como lo que hizo el Dios Creador?

-si exactamente... pero esta vez lo que haremos nosotros.

En ese momento ambos dioses coincidieron. Y tal como se planeo... dos jóvenes fueron creadas y llevadas a la tierra para poder defender a la misma de la "Catástrofe" 


 

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Flashback

Suran una joven de treinta años, se encontraba en el colegio de su pequeña Suni, o como ella le llamaba Solar. Siempre fue una pequeña muy... peculiar. Ella no tenía idea del porque, pero su hija tiene poderes que ella consideraba que eran "dones" ¿como lo supo? Bueno. Descubrió que la pequeña tiene una fuerza descomunal, ademas cuando se molestaba podía incendiar cualquier objeto, y eso le asustaba un poco a la madre, ella no podía hacer nada y no pretendia hacerle daño a su pequeña haci que es algo que dejó pasar por alto.

-M-MAMI!

La chiquilla de piel pálida y orbes miel salió corriendo en dirección a su madre con gruesas lágrimas cayendo por sus regordetas mejillas. Eso activo su instinto maternal y colocándose de cunclillas abrió sus brazos para que la pequeña Solar se refujiase en estos.

-¿Porque lloras solecito? - Pregunto angustiada la madre.

- Me pe-garon un chi-chicle en mi cabello, y y y también me dijier-on que nadie podr-dria amar un fenómeno como yo

La pequeña ni siquiera podía respirar debido a su llanto lastimero, que estrujaba el pobre corazón de su madre. Quien fruncio el ceño en evidente molestia al saber que su bebé era menospreciada debido a algo que no tenia la culpa. Lo único que hizo fue ir a casa debía plasmar una bella sonrisa en el rostro de su bebé y luego haría un escándalo.

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Un gran grupo de jóvenes se encontraban alrededor de una joven formando un círculo, aquella joven estaba llorando cual niña mientras estaba tirada en el suelo sin fuerzas ni ganas de pelear... Sólo esperaría a que esas personas se aburrieran de estarle golpeando al igual que un saco de boxeo, se encontraba adolorida y no tenía energía suficiente como para defenderse, levantarse o siquiera para curar sus heridas porque si... Ella podía regenerarse con energía solar pero en este momento se encontraba en un salón donde la luz es artificial y esa energía no funcionaba para poder curarse. No tenía idea de cómo escapar de esa situación... su cabellos estaban opacos revelando su estado vulnerable al igual que sus ojos se encontraban oscuros debido a la falta de luz solar que ella necesitaba, aquellos jóvenes se deleitan al ver a la chica tan débil, podía morir al igual que una fogata bajo una lluvia tormentosa, pero a ellos no les importaba... Ella no debía existir, porque no era normal, ella no pertenecía a este mundo.

-¡Maldita! Eso eres una maldita!

- Te han maldecido con supuestos "dones" que no son más que maldiciones

-¡De seguro eres la hija del diablo!

Los jóvenes se reían y regocigaban al golpear y molestar a la chica. Para ellos sólo es un juego, para ella es la muerte si no se apresura en hacer algo por componerse.

La puerta se abre dejando ver a un castaño alto que al observar la escena se alteró de gran manera, su primera acción fue correr hacia la chica que agonizaba en el suelo, el grupo de amigos empezaron a golpearlo...

-¡Hijo de tu puta madre! -dijo uno de ellos con la voz apretada, en evidente molestia, dándole un buen golpe en el rostro.-

El joven de cabello castaño como pudo tomo a la chica entre sus brazos y salió de ese lugar... la pobre solar al ver quien le había salvado sonrió con un poco de esfuerzo, era el chico nuevo de la institución, todos hablaban de que era un marginado, pero hay estaba el, salvandole la vida a ella. No pudo evitar suspirar al notar que el chico es bastante atractivo, pero derrepente se dio cuenta de que era llevada al estacionamiento subterráneo del Instituto... Ella debía ir al sol.

-Lle-vame a la luz...

-¿¡Que?! Estas loca! Aún no mueres te llevaré al hospital.

El chico no entendió que ella lo que pedía era que quería ser llevada a la luz solar...

-Sol...- carraspeo- llevame al s-sol

El chico le miro de manera extraña... ¿ella quería ir al sol? ¿no se supone que debe ir al médico? Valla ahora que lo nota necesita ser llevada de urgencias... tenía muchos moretones y varias partes del cuerpo muy heridas... ¿qué habrá echo para que le golpeara así? Se preguntaba el chico al momento de llegar a su auto y colocarla en el copiloto. Se subió al auto y miro a la chica a su lado para detallarla mejor... Su cabello estaba gris ceniza, sus ojos eran oscuros, su piel pálida hacia notar mucho esos morados en ella... Ella es hermosa, aún y con todas esas heridas... puso en marcha el auto y se dirigió a la salida del Instituto. Al seguir el camino rayos del sol pegaban con su piel y poco a poco empezó a recuperar fuerzas... el cabello empezaba a tomar un color castaño, y luego se fue aclarando hasta llegar a un rubio platinado. Al igual que sus ojos llegaron a un color miel, poco después ella empezó a curarse con rapidez, poco a poco estaba tomando vida...