-VERANO. CASTILLO BLACKMOON-
EDWARD: Padre, ¿podemos usar tu casa de verano algunos días?
COREY: Por supuesto, ¿cuándo quieren ir?
AYATO: Hoy mismo, si se puede.
COREY: Seguro, no hay problema ¿Quién más irá?
EDWARD: Ayato, las chicas...
SANMANN: Yo iré para cuidarlos, solo vamos nosotros cinco.
MAY: -Rio. -A ti no te invitamos, tío.
HOSHI: Admite que deseas pasar tiempo con nosotros.
SANMANN: Un adulto debe supervisarlos -le mostró su lengua e hizo una mueca graciosa ocasionando que la sala estallara en risas-.
COREY: Si algo les pasa a mis hijos, la culpa será tuya -señaló a su hermano-.
SANMANN: Calla y dame las llaves de la casa.
COREY: ¿Solo de la casa?
SANMANN: También de la bodega donde guardas las lanchas, yet-ski y eso.
COREY: Ya, ya -abrió uno de los cajones de su escritorio, tomó las llaves y se las lanzó a su hermano-.
SANMANN: -Consiguió atraparlas en el aire. -Bien sobrinos, a echar el equipaje al maletero.
“Enseguida” -Dijeron los cuatro en una sola voz, abandonaron el vestúbulo de su padre y subieron las maletas que tiempo atrás habían dejado en la entrada-.
COREY: O sea que no me estaban pidiendo permiso, me estaban avisando.
SANMANN: ¿Qué esperabas? Son tus hijos.
Tras llegar a la casa de campo se dieron a la tarea de llevar el equipaje dentro de la misma; una vez decididas las habitaciones que ocuparían cada uno de ellos, se encaminaron rumbo a la bodega para bajar hasta el lago los yet-skies.
SANMANN: Bueno, ustedes dos...
“¿Si?”-Respondieron los dos pares de gemelos-.
SANMANN: Ustedes, chicas -dijo enfatizando la palabra “chicas” -no sería prudente que estén aquí, vayan a la cabaña y vean qué podemos preparar para la comida.
MAY: Tío, eres muy machista -lo miró con los ojos entre cerrados-.
SANMANN: No soy machista, solo no quiero que se hagan daño; su padre me mataría si algo les sucede mientras estén a mi cuidado.
HOSHI: Pero nosotras también queremos ayudar.
AYATO: Entre menos nos estorben, más nos ayudan -dijo mientras abría el pesado portón de la bodega-.
MAY: Qué grosero eres.
AYATO: Ho-nes-to -dijo haciendo énfasis en cada sílaba-.
HOSHI: -Reprimió el impulso de golpear a Ayato apretando ambas manos en un puño -De todas formas, no quería ayudar -se dirigió hacia la cabaña a paso acelerado-.
MAY: No me dejes... -dicho esto, corrió tras su hermana-.
EDWARD: Sutil forma de correrlas, Ayato, eres brillante -dijo sarcásticamente-.
SANMANN: -Miró decepcionado a Ayato y suspiró sonoramente. -Oscurecerá antes de que logremos bajar las lanchas. Hay que apresurarnos a bajar todo esto.
MAY: -Agitada, tomó a su hermana por el hombro. -¿Qué te sucedió?
HOSHI: -Con expresión molesta le respondió: -Nada, simplemente no me agradan los comentarios groseros de Ayato.
MAY: No le hagas caso, ya sabes cómo es.
HOSHI: Si supieras...
MAY: ¿Qué dices?
HOSHI: No importa -abrió la puerta de la cabaña y se dirigió a la cocina seguida de su hermana menor -No entiendo por qué le encanta meterse conmigo todo el tiempo.
MAY: Ya hermanita, tranquila.
HOSHI: No estaré tranquila hasta que ese odioso deje de molestarme.
MAY: Simplemente no le hagas caso.
HOSHI: -Lanzó un suspiro exasperado. -No es fácil hacerlo, es grosero todo el tiempo.
MAY: Ignóralo como lo hago yo. No solo a ti te lanza comentarios de ese tipo, no le des tanta importancia a nuestro hermano.
HOSHI: -Si tan solo May supiera porqué los comentarios de Ayato tenían tanto impacto en ella, quizá podría comprender su enojo hacia él, pero no tenía caso desenterrar sentimientos del pasado y abrir viejas heridas al contarle a su hermana cómo se sentía respecto a Ayato. -Tienes razón, es mejor simplemente ignorarlo. Muero de hambre, ¿preparamos la comida? -quiso cambiar el tema de conversación-.
MAY: Apoyo la moción, ¿qué se te antoja?
HOSHI: ¿Te parece bien un curry?
MAY: Me fascina la idea, voy a buscar lo que ocuparemos.
EDWARD: ¿Por qué debes ser tan grosero con las chicas todo el tiempo?
AYATO: No soy grosero. Solo les dije que no estorbaran.
ED: ¿Y a eso cómo lo llamas?
AYATO: ¿Evitar que se lastimen es ser grosero?
SANMANN: Pudiste haber sido honesto con ellas y decírselo de una manera más educada. Ustedes son hermanos y no les muestras respeto.
AYATO: Por esa misma razón, soy su hermano y no tengo porqué tratarlas mal.
SANMANN: A mí me pareció todo lo contrario…
AYATO: Vamos, simplemente no quería que se hicieran daño.
SANMANN: Debes pedir una disculpa a tus hermanas.
AYATO: -Su rostro mostraba sorpresa. -Pero no dije nada malo.
SANMANN: Fue grosero hablarles de esa forma.
AYATO: -Hizo rodar los ojos. -Ya, ya, me disculparé.
SANMANN: -Entró a la cabaña e inspiró el delicioso aroma que desprendía la cocina. - Huele bien, han hecho un gran trabajo en la cocina, sobrinas -halagó a las jóvenes que se encontraban sentadas en el sofá de terciopelo color vino-.
MAY: Y espera a que la pruebes. No es por presumir, pero nos quedó exquisita -hizo guiñar un ojo-.
SANMANN: -Rio. -Ya lo veremos.... Eh, ¿Hoshi?
HOSHI: -Alzó la vista del libro que estaba leyendo. -¿Sí?
SANMANN: Quiero hablarte, ¿vienes?
HOSHI: -Desconcertada, se levantó dejando su libro sobre la mesita de centro y siguió a su tío hasta el jardín de atrás. -¿Qué sucede, tío?
SANMANN: Eso debo preguntarlo yo, ¿qué es lo que sucede entre Ayato y tú?
HOSHI: -Lanzó un bufido. -No lo sé; cuando regresó se portaba muy lindo conmigo al igual que antes de que se fuera por tanto tiempo, es decir él y Ed. Cambió por completo el día en que le dije que Matt era mi novio. Yo no le he hecho nada para que me trate así.