HOSHI: -Continuó besándolo, colocó sus manos en el cabello del chico y lo atrajo más hacia ella; sabía que no quería dejar de sentir sus labios, sin embargo, tuvo que apartarse. -No podemos… -dijo con voz entrecortada -hacer esto… -le faltaba el aire para pronunciar las palabras-.
AYATO: -La miró con un deje de tristeza. -¿Por qué no? -su expresión cambió por una de enojo -¿A caso es por él? -Dijo con tono despectivo-.
HOSHI: ¿Él? -Fue hasta ese instante en que reparó en Matt, en que justo en esos momentos salía con él o algo así, después de su último encuentro ya no podía decir que seguían en una relación -No es por Matt. ¡Es por ti, Ayato! -Lo miró a los ojos, cuando sintió que las lágrimas le quemaban los ojos, amenazando con salir, desvió la mirada-.
AYATO: ¿Por mí? -Dijo incrédulo-.
HOSHI: Sí -tragó saliva con dificultad -Por ti -hizo una pausa larga, esperando a que las lágrimas se rehusaran a salir -Tú me abandonaste...te fuiste de mi lado...dijiste… -su voz se apagó. Respiró hondo y se obligó a calmarse para poder continuar -Dijiste que me extrañabas...que solo te importaba yo... -no pudo contenerse más y una lágrima resbaló por su pálida mejilla-.
AYATO: -Limpió su lágrima con el pulgar y acarició su mejilla con delicadeza. -Yo no te dejé... sabes que tuve que ausentarme por un tiempo, pero jamás dejé de pensar en ti, en lo que pasamos juntos... trataba de responder a todas tus cartas...quería verte...
HOSHI: No -lo interrumpió -Eso es mentira -no esperó respuesta y continuó: -dijiste que me visitarías... y no lo cumpliste -agachó la cabeza-.
AYATO: -Al ver su expresión de dolor en el rostro, sintió como si le clavaran diez estacas en el corazón. -Mi amor... -tomó el rostro de ella entre sus manos y lo alzó obligándola a mirarlo -No es como piensas... te expliqué en mis cartas por qué no podía venir. No era como si no quisiera verte.
HOSHI: ¿Por qué prometías si no ibas a cumplir?
AYATO: Ansiaba verte... quería venir... buscaba la manera de regresar... pero no podía, mi amor...
HOSHI: -Se limpió las lágrimas. -No te creo.
AYATO: Vamos, ¿qué tengo que hacer para que me creas?
HOSHI: Que me digas la verdad.
AYATO: Te estoy diciendo la verdad -su rostro mostró una expresión de dolor -¿No me crees?
HOSHI: No lo sé -desvió la mirada -Ha pasado tanto tiempo.
AYATO: Pero yo aún te quiero... y tú aún sientes algo por mí.
HOSHI: ¿Aún me quieres? -Dijo más en tono de sorpresa que de pregunta-.
AYATO: No he dejado de quererte. No había un día en que no pensara en ti.
HOSHI: ¿Cómo puedo confiar en ti?
AYATO: -Atrajo a la chica. -¿Qué debo hacer para que me creas? -Volvió a preguntar, esta vez en un tono más dulce-.
HOSHI: -Hizo un gran esfuerzo por no abrazarlo. -Realmente no lo sé -sorbió su nariz y limpió las lágrimas que comenzaban a desbordar-.
AYATO: -La abrazó con fuerza. -No llores, no me gusta verte así... menos si soy yo el causante.
HOSHI: -Aunque disfrutaba del calor del cuerpo de su hermano contra el suyo, se apartó y limpió una vez más sus lágrimas. -No estoy llorando -dijo en tono enronquecido-.
AYATO: -Tomó el mentón de la chica, se inclinó y la besó con ternura. -Yo sí te quiero -susurró contra sus labios -Y sé que tú me quieres -sin esperar respuesta, volvió a besarla, esta vez con mayor ternura que pasión. Hoshi correspondió al beso, a pesar de sus confusos pensamientos, muy en el fondo sabía que aún tenía sentimientos por él. Enredó sus manos en el cabello de él y lo atrajo más hacia sí. Ayato la tomó por la cintura y la pegó más a su cuerpo, mientras continuaba besándola sintió que su ritmo cardíaco se aceleraba. Apartó el cabello mojado de ella dejando al descubierto su cuello; dejó de besarla y descendió hasta el hueco entre su cuello y su hombro y clavó sus colmillos-.
HOSHI: -Ahogó un grito al sentir que los colmillos perforaban su delicada piel. - Ah... Ayato -hizo una mueca de dolor -detente... -intentó alejarlo en vano -Para... no quiero esto...
AYATO: -Se alejó de ella. -Lo siento, ¿te he hecho daño? ¿Te incomodé?
HOSHI: No, no me hiciste daño... Ayato... no podemos hacer esto...
AYATO: ¿Por qué no? -La miró con tristeza -¿No quieres?
HOSHI: -Suspiró. -Ahora salgo con Matt... -tenía que ser honesta con ella misma, la última vez que se vieron ella terminó con él, no podía seguir usándolo de excusa -tú te fuiste de mi lado... vuelves y me tratas mal... y luego haces esto... yo... estoy confundida...
AYATO: -Su rostro mostraba enojo. -¿Prefieres estar con un mentiroso a estar con quien de verdad te quiere?
HOSHI: ¿Con un mentiroso? ¿Qué quieres decir? No conoces a Matt como para juzgarlo...
AYATO: Encanto, créeme que lo conozco mejor que tú. Él no te conviene. Si tan solo... si supieras quién es...
HOSHI: Es hijo de Lemmy... un amigo de papá, eso no es nada malo -dijo con inocencia-.
AYATO: Lemmy no es amigo de nuestro padre.
HOSHI: ¿Entonces?
AYATO: ¿Lo has conocido alguna vez en persona?
HOSHI: No.
AYATO: Te llevarás una gran sorpresa.
HOSHI: Vamos, cállate ya. Iré a la cabaña a secarme -dio media vuelta y nadó hasta la orilla. Salió del agua tiritando no sabía si era de frío o por lo que había pasado con Ayato segundos antes. En cuanto estuvo en su cuarto buscó ropa seca para ponerse y tomó una ducha. Cuando salió de la habitación reparó en que Ayato la esperaba recargado sobre la pared; él también se había dado una ducha, el dulce aroma que desprendía lo delataba -¿Se te ofrece algo?
AYATO: ¿De verdad Matt te gusta tanto?
HOSHI: Por el Inframundo, qué persistente eres, Ayato.
AYATO: ¿Qué no ves que solo está jugando contigo?
HOSHI: No seas paranoico.
AYATO: No soy paranoico. Tú eres una incrédula.
HOSHI: Gracias por el insulto, nadie te lo pidió -pasó de largo hasta la cocina donde sacó del refrigerador una lata de sangre gaseosa-.