Bewitched Bunny: Y La Espada Merlín.

CAPITULO 3 La Espada en el Lago

 

Un fuerte viento resoplaba por todo el lago, varias hojas de los árboles caían a su alrededor. Sola Rose estaba al frente de una extraña presencia de portal siniestro con luces nebulosas, era algo sorprendente de ver. la brisa se adentraba antes el acceso de aquel portal misterioso. Rose no sabía qué hacer, introdujo su mano en ella y lo primero que sintió fue; una especie de sentido absorbente entre sus dedos. Parecía una puerta hacia el universo, Rose estaba paralizada, pensaba que estaba soñando o simplemente eran alucinaciones que estaba teniendo.

De pronto, a lo lejos de aquel portal pudo apreciar varias siluetas de personas que se acercaban hacia ella. Rose un poco confusa, a ver mientras más se aproximaban, decidió alejarse de allí. A punto de tener sus pies fuera del agua, varios hombres salieron antes ese agujero cósmico, observo detalladamente como estaban vestidos, era un atuendo muy extraño antes sus ojos. Sus vestimentas parecían hechas de lana gruesa con cuero y telas por encima de colores pálidos. Solo uno destacaba más en el grupo de esos hombres. Con un atuendo más elegante y decente.

Rose para no ser vista, con mucho cuidado se agacho entre los arbustos y se escondió sin hacer ruido.

Aquel hombre elegante era Sir Héctor. Llevaba un rostro un poco agradable al ver la espada al frente de sus ojos clavada en una roca. Al acercarse noto aquella carta que tenía amarrada en la empuñadura. Comenzó a reírse sin preocupación al terminar de leerla.  Decidió tomar la espada desde la empuñadura y tratar de sacarla de la piedra, no pudo lograrlo.

  • Maldito viejo miserable. – Dijo Sir Héctor molesto tomando la carta y rompiéndola en pedazos. 

Verdaderamente Rose no podía entender lo que estaba sucediendo. Con mucho cuidado comenzó alejarse del lago, mientras pisaba lentamente, se tropezó con un pequeño tronco provocando cantinela. Por muy mala suerte, Sir Héctor y sus hombres escucharon. Comenzaron a ver por todos lados hasta finalmente verla huir.

  • Apostaría que ella fue la primera en tomar la espada… quiero que la atrapen. – mando Sir Héctor.

Aquellos hombres celtas comenzaron a perseguirla. Rose con gran temor se adentró más y más en el bosque sin saber dónde se dirigía. Entre el bosque logro esconderse entre un pequeño laberinto de rocas. No paraba de anhelar. Mientras estaba escondida pudo ver aquellos hombres caminando por esa zona. Uno de esos hombres estaba tan solo a un metro cerca de ella. con tan solo un movimiento en falso la atraparían enseguida.

Mientras aquellos hombres encontraban a Rose, Sir Héctor admiraba la zona donde estaba. sentía el ambiente diferente, pudo detallar un banquito en la orilla del lago. Solo se acercó a él y se sentó a esperar su presa.

Rose no podía resistir más, estaba a punto de ser vista por esos hombres, lo único que hacía era temblar entre las rocas. La mirada de aquel hombre estaba a pocos centímetros de ver el rostro de Rose escondida entre las rocas. lentamente ella se encogió de hombros tratando de agacharse con sumo cuidado. Notaba la mirada del hombre repulsivo como si se tratase de tener una vida miserable.

Por muy mala casualidad, el teléfono de Rose sonó entre las rocas. Llamando la atención. Ella no lo podía creer, la mirada del hombre repulsivo apunto fijamente el rostro de Rose. Ella de inmediato corrió lo más rápido que pudo.

Corrió sin parar, sin voltear atrás hasta llegar a su casa, abrió la puerta trasera con las manos temblorosas, la serró y de inmediato subió hacia su habitación. Muy asustada tomo el teléfono y marco a la policía. A punto de llamar, una vez más el teléfono volvió a sonar, era Joey que lo estaba llamando.  Rose estaba inquieta, decidió contestar la llamada.

  • Al fin contestas el teléfono, te estuve llamando varias veces. -  Dijo Joey desde la llamada.

Rose no lograba decir una sola palabra por los nervios, lo único que hacía era tartamudear por el teléfono.

  • Rose… ¿Estas bien?
  • Hay unos hombres que… quieren… secuestrarme… - Dijo Rose con voz débil y agitada.
  • No te escucho bien Rose. Pensé que estarías presente para la fiesta de los ganadores de secundaria.
  • Llama a la policía ahora.
  • No te oí bien… están celebrando aquí y hay mucho escándalo. 
  • Olvídalo llamare a la policía. - Dijo Rose colgándole la llamada a Joey.

Joey no se sentía a gusto estando a solas en la secundaria, pensaba que Rose estaría presente, la única amiga de la secundaria con quien estar.

  • Supuse desde un principio que no vendría. – Comento Joey a solas.  

La verdad estaba un poco indeciso de ir a la plaza con sus compañeros, o visitar un rato a Rose en su casa. Tenía planeado estar con sus amigos hoy por la noche, aún era temprano, decidió usar el tiempo que tenía para estar en la secundaria en ir a visitar un rato a Rose. 

  • Quizás sea mejor visitarla un rato.

sir Héctor estaba cansado de tanto esperar sentado en el banquito de madrea.   Hasta por fin ver a uno de sus hombres llegar.

  • Por fin aparecen… ¿Lograron aprisionarla? – Comento Sir Héctor.
  • No mi Lord. Uno de los hombres fue ras ella… Hacia el norte.
  • Parece que yo mismo tendré que terminar mi trabajo. – Dijo Sir Héctor molesto levantándose del banquito y trasladándose a donde le dijeron que estaba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.