Capítulo 2: Tren Fantasma


 

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Dos días después 
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|| Londres ||
 

9:00 AM

Los Bladebreakers habían decidido viajar a París en un tren ultramoderno de máxima velocidad, el cual iría bajo tierra, lucían emocionados pues en veinte minutos llegarían a su destino. 

 

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Un poco lejos de ahí una joven de lentes oscuros y boina negra hablaba por teléfono. 
 

— Aún no tengo a Serenity, Johnny — dijo refiriéndose a su bestia bit
 

«Creí que la tendrías
hoy»
 

— Veré a Oliver primero.

«No pasas demasiado tiempo
con Oliver últimamente? — dijo fastidiado»
 

— Celos, McGregor? 
 

«Para nada! — exclamó» 
 

— Sabes que eres mi favorito. 
 

La joven podía imaginar al escocés sonrojarse del otro lado de la linea, en verdad le gustaba molestarlo. Luego de unos cuantos minutos le pregunta si ha tenido algún encuentro con Lupinex, lo que ocasiona extrañeza en el escocés, no era usual que ella preguntara por aquellos perdedores, sin embargo, se limita a responder su pregunta aduciendo que tras su último encuentro no había vuelto a saber nada de Lupinex.

«Tú lo has visto? — preguntó serio»
 

— No — mintió — solo me dio curiosidad
 

Se formo un silencio incómodo, no quería preocupar a nadie hasta asegurarse de saber que buscaban los Dark Bladers.
 

«Actúas extraño, Aria»
 

— Estoy por subir al tren, Johnny. — desvió la conversación

«Bien, buen viaje»
 

— Saludame a Robert.

Al colgar, la joven se topa con los Bladebreakers en la estación, al parecer irían en el mismo tren.
 

— Tú — dijo el bicolor observándola fijamente.

— Hola — saludó a los chicos, ciertamente no esperaba volverlos a ver — nos vemos nuevamente

— Esta vez nos dirás tu nombre? — espetó Tyson alzando una ceja — nos lo debes.
 

La joven suspira resignada, aquel chico de gorra tenía razón, tras lo ocurrido lo mínimo que podía hacer era dar su nombre.

Odiaba estar en deuda.

Tras unos breves segundos procede a mirarlos fijamente.
 

— Mi nombre es Aria Tornatore — dijo quitandose con elegancia la boina y los lentes, dejando ver así sus profundos orbes azules y un largo cabello rubio — un gusto conocerlos.
 

Ante la elegancia y formalidad de aquella presentación, Tyson no puede evitar sentirse nervioso, no estaba acostumbrado a las etiquetas, sin duda la joven lucia mejor sin la boina y los lentes oscuros, rápidamente Kenny procede a presentar a cada uno de los chicos como integrantes del equipo Bladebreakers.
 

— Somos los campeones asiáticos y estadounidense — alardeó Tyson

 

La ojiazul había escuchado del torneo pero nunca tuvo interés en participar y aunque lo quisiera no tenía equipo, tanto Robert como los demás preferían luchar en solitario, para ellos un equipo era sinónimo de debilidad, no necesitaban a nadie para ganar sus batallas, menos esconder sus debilidades, sin duda tenían un errado concepto de lo que significaba ser un equipo, pero cada uno representaba a los campeones regionales de Europa quedando Robert en primer lugar.
 

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Una vez dentro del tren, se percatan que se encuentra vacio. Al parecer tendrían todo el vagón para ellos, lo cual la extraño pues la ojiazul había escuchado que habría más pasajeros.
 

— Quizás fue un error — dijo  sentándose junto en unos asientos alejado de los Bladebreakers, quería evitar alguna conversación sobre los Dark Bladers.
 

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Lo que ninguno sabía era que el tren no estaba programado para salir a esa hora.
 


 

Minutos después
 

Los Bladebreakers se encontraban viendo películas de horror, el de lentes lucia aterrado por el hombre lobo y el vampiro lo que provocó que tanto Max como Tyson se burlaran.
 

— Te van a dejar sin una gota de sangre! — exclama Tyson con voz aterradora.

— Esto no puede empeorar — murmuró con fastidio el bicolor que se encontraba al otro extremo de los asientos viéndolos con su usual porte serio.

Por otro lado, la ojiazul se encontraba pensativa en su asiento, quería llegar rápido a París. Últimamente en sus pensamientos aparecía un chico pelirrojo, de tez blanquecina y ojos árticos. 
 

Quién es?, Pensó
 

Cada vez que trataba de recordar, lo único que venia a su mente era la nieve, mucha nieve, y una niña llorando.

 

Esos ojos árticos.
 

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— Cuál es tu nombre? — preguntó
una pequeña niña de
corto cabello rubio
 

— Yuri Iv... 
 

La sonora risa del chico de gorra la sacó de sus pensamientos, ignoraba que había sido aquello. 
 

Acaso un recuerdo?
 

Un sueño?

Ignoraba la respuesta pero tras su encuentro con los Bladebreakers, en especial con Hiwatari no podía evitar recordar a ese chico, algo en su mirada le hizo recuperar aquel recuerdo que creía perdido. Por otro lado, el bicolor la observa desde su asiento, había algo estraño en aquella chica.