Capítulo 25: Melodía

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El semblante de los Bladebreakers y los Majestics era un completo poema al ver a uno de los mejores elementos de Biovolt al lado del bicolor. Se trataba de la famosa espía de Valkov, aquella que los había estudiado y perseguido durante su estancia en europa.

— Kel... — pronunció con incredulidad el de gorra

Al salir del asombro, los europeos se ponen en guardia. Sin embargo, el alemán parecía analizarla meticulosamente, como si sus características le fueran familiares.

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Cabello blanco

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Ojos de un inusual color azul metálico

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Piel nivea.

El fuerte sonido de la puerta logró sacarlo de sus pensamientos. Se trataba del escocés que en ese momento sujetaba a una agotada ojiazul quien portaba un grueso abrigo  para cubrir sus heridas.

— Aria! — exclamó perplejo el italiano yendo velozmente en su dirección — Estás bien?, Cómo es que están aquí? — se apresuró a preguntar

— Es una larga historia — intervino Johnny dirigiendo sus oscuras orbes violeta hacia el alemán quien exigía una explicación.

— Nos deben muchas respuestas. — demandó centrando su dura mirada en el escocés y en el bicolor — ambos.

Tras un cansado suspiro, el ojicarmin procede a narrar lo ocurrido en la abadía, a juzgar por la expresión de los presentes era evidente que ninguno esperaba la deserción de la peliblanca, sin duda había sido un día cargado de emociones.

— Me alegra que hayas vuelto, Aria — comenta un sonriente Oliver observándola con aprecio.

— Estaba preocupado — dijo el rubio atrayéndola en un fuerte abrazo. Sin embargo, ante aquel contacto la ojiazul no pudo contener un quejido de dolor. Aquello preocupó al italiano, quién rápidamente se separa para verla con detenimiento percatándose de sus heridas — Te hirió?  — preguntó con seriedad

Al percatarse del tono iracundo  del mayor, la europea niega  aclarando que sus heridas eran producto de su testarudez.

« De haber querido acabar con conmigo, Yuriy lo hubiera hecho...» pensó Aria.

— Sobre eso... — agrega  interrogante el alemán

— Qué sucede, Robert? — pregunta el italiano al verlo centrar su penetrante mirada sobre la menor.

— Podrías explicarnos cómo terminaste en la abadía?

La rubia no pudo evitar tensarse al sentir la inquisitiva mirada del alemán, era consciente que les debía una explicación. Sin embargo, dudaba si era prudente exponer su vínculo con el pelirrojo.

— Aria... — el alemán requería una respuesta

— Yo le tendí una trampa — intervino la peliblanca tomándolos por sorpresa — El resto de la historia ya la conocen.

Ante lo dicho, Robert no pudo evitar ver con recelo a la ojimetal quien aún era sujetada por el bicolor.

—Puedo caminar sola, Hiwatari. — dirige su vista hacia el mencionado quien únicamente se limita a asentir para posteriormente soltarla con cuidado — Gracias por ayudarme, por lo que te pediría que me mostraras algún cuarto poder descansar — pronunció la aludida con voz aterciopelada y suave.

— Puedes llevarla a mi habitación — indicó la ojiazul señalando el corredor que daba a su recamara, era consciente que Robert no estaba conforme con aquella escueta respuesta de la mayor, habían detalles que no encajaban del todo en su versión. Sin embargo, aquello era sólo parte de la verdad.

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Abadía Valkov

Un pelirrojo estaba hecho una furia, pudo haber esquivado fácilmente el ataque de aquel engreído escocés. Sin embargo, su cuerpo había reaccionado de forma diferente apartando a aquella rubia que tanto caos había provocado en su monótona vida.

❬❬ — Cómo terminaste en la abadía, Yuriy?

— No es asunto tuyo.

— Quiero entenderte! ❭❭

Aria Tornatorre se había encargado de convertir su mente en un complicado juego de ajedrez. Uno que desgraciadamente estaba perdiendo.

❬❬ — Por qué apoyas a Biovolt? — dijo centrando su celeste mirada sobre el ruso — Qué ocurrió en Severodvinsk? ❭❭

Ella revivia sus recuerdos como Yuriy Ivanov, antes de convertirse en Tala, el  beyluchador perfecto y sin emociones, quien tras crueles experimentos practicados sin  piedad con él, había logrado suprimirlas. Al menos hasta que aquella europea de frágil apariencia y voz semejante al bello cántico de una sirena, se había cruzado nuevamente en su camino, haciendo que se cuestionase si estaba haciendo lo correcto.

❬❬ — YURIY!

— ODIO ESE NOMBRE! ❭❭

— Me recuerdas todo lo que quiero olvidar.

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En la Suit de los Majestics, una bella peliblanca yacía absorta en sus pensamientos, aún no podía procesar que Hiwatari la hubiera salvado de un buen lavado de cerebro por parte de Bryan y Valkov.

— Hiwatari...

Pequeñas escenas venían a su mente.

•••• | Flash Back | ••••

La peliblanca no pudo ocultar su desconcierto, Hiwatari no podía estar hablando en serio.

— Has perdido la cordura.

— Kel... — sentenció el ojicarmin — Es tu oportunidad de lárgate de una vez por todas del malnacido de Valkov y... — cerró con fuerza los puños — De mi abuelo.

El odio era palpable en la voz del bicolor.

— Ayúdame a rescatar a Aria y tú podrás unirte a la asociación del señor Dikenson, él podrá darte protección y... — dudó en continuar — Contactar a tu familia.
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