Capitulo 12: ¿Una Revelación?.

Remplazando el pilar de plata, el pilar de oro volvió a reclamar el abismo, y junto a el, las criaturas despertaron, listas para sobrevivir otro de mas. Tendido en uno de los tantos tendederos del balcón, una blanca sabana, con una mancha de orina en el centro, estaba tendida, esperando a secarse.

─No te preocupes, Lily. Yo también mojaba la cama cuando era pequeña─Consuela Aoi, quien había tendido la sabana.

─En verdad, lo siento─Se disculpa Lily, como por doceava vez esa mañana.

─Lo que yo quiero es saber por que gritaste anoche─Dice Akira.

─Juro que vi algo horrible en el pasillo. Lo prometo por lo que mas quieras─

─Quizás fue tu imaginación. Después de todo estabas medio dormida─Razona el chico.

Mientras ellos tres hablaban solo el pequeño incidente con la sabana, desde la puerta doble que da al balcón, la aplastante y jorobada figura de Ozen se hace presente, llamando la atención de, lo que ella considera niños, con un  fuerte pisotón. Volteando de golpe, y siendo la primera, Aoi se percata de la alta, y tenebrosa, mujer.

─Ah. B-buenos días, Maestra─Saluda la peli azul.

─Hola. ¿Sucedió algo anoche? Escuche un grito─Menciona sin mucho interés. O al menos fingiendo eso.

─Bueno... Lily mojo la cama por culpa de una pesadilla─Responde Akira.

─Oh. Así que era eso─Dice como si estuviera decepcionada de la respuesta.─Eso es normal. El abismo aveces puede ser perturbador, lo que provoca pesadillas. Aun que si estas acostumbrado a lidiar con ello, aquellas pesadillas no son nada─Explica Ozen.

Tras eso la mujer da media vuelta y vuelve al interior de su casa. Antes de cruzar el marco de la puerta doble, la mujer dirigió unas palabras a Lily.

─Por cierto Lily, ven conmigo un momento. Necesito decirte algo─

─Ah, claro─Responde, siguiendo la desde atrás─Akira, regresare luego, ¿Okey?─

─Bien─

Ingresando al interior de la casa, Ozen y Lily se pierden tras girar en uno de los pasillos, dejando solos a Aoi, y Akira, el cual no sabia que hacer. Estos dos se quedaron en silencio, sin saber que hacer o decir. El incomodo silencio solo era perceptible para Akira, el mas nervioso de los dos.

─Entonces... ¿Nos besamos?─Propone Aoi.

─¡¿Perdona?!─Exclama con sorpresa y con la cara un tanto roja.

─¡Ah, ah, ah, ah! Solo estoy jugando─Dice la peli azul.

─Pues que divertido─Dice con sarcasmo y molestia.

─¿Quieres jugar Poker?─

─Si, seguro─

...

Con cinco cartas en mano, la cual iba desde el 2, al 6 de rombos, Akira miraba su mano de cartas, analizando sus probabilidades de ganar. Aoi, por otra parte, tenia dos Ases, un 4 de picas, y dos reyes de rombos. Frente a ellos, colocado en el suelo de la habitación, una baraja de cartas se encontraba ahí, ocultando su cara de la vista de ambos jóvenes.

"Genial... Mas basura"─Piensa Aoi.

─Pediré otra mano─Dice Akira, bajando sus cartas y tomando otras nuevas.

─Si, esta bien─Contesta Aoi, como si estuviera molesta por su mano de cartas.

Mirando, y acomodando su nueva mano, Akira sonríe al ver sus cartas, por lo que no duda en decir.

─Oye Aoi, ¿Te molesta se doblamos la apuesta?─Pregunta el chico.

─Como quieras─

─Ja, lo siento Aoi. Casa llena─

Bajando su mano, Akira muestra varias cartas de reyes, al igual que una sonrisa de victoria. Para el, estaba mas que claro que por fin le había ganado a esta chica. Pero lejos de sorprenderse, la chica respondió de casi la misma forma.

─Yo también lo siento, Akira. Mano perfecta─Dice con una sonrisa al final.

Bajando sus cartas, Aoi muestra su mano de Ases, lo que significaba una aplastante victoria para ella. Y una aplastante derrota para Akira.

─¡Aaaah, mierda!─Exclama llevando se las manos a la cabeza.─Pensé que esta vez si lo lograría─

Buscando algo de su bolsillo, el chico saca un pequeño cristal azul, el cual parecía brillar con la luz de la habitación.

─Supongo que esto paga mi deuda─Dice mientras extiende el cristal hasta Aoi.

─Muchas gracias, y mejor suerte a la próxima─

Tomando el cristal entre sus manos, Aoi comienza a inspeccionarlo como si nunca hubiera visto uno. De echo, así era. Pero entonces, cuando Akira estaba por pedir la revancha, un grito sonó desde los pisos superiores.

─¡¡Akira!!─

─¡Esa es Lily─Exclama el chico, reconociendo la voz de su amiga.

Levantándose del suelo, con los nervios causándole un ligero temblor, Akira salio de la habitación, corriendo por los pasillos a toda prisa, dirigiéndose a las escaleras semi espirales. Saltándose dos, y hasta tres escolares, el chico subía lo mas rápido que podía hasta llegar al ultimo piso, el cual era una especie de terraza de donde provenía el grito. Mirando a todos lados, en busca de algo, otro grito se alcanza a oír.

Un poco mas arriba de la terraza había una enorme habitación con dos puertas de gruesa madera, las cuales median casi 4 metros de alto. La habitación estaba conectada con la terraza atraves de un puentes colgante, pero eso no impidió al chico correr hacia allá. Aoi, quien apenas estaba subiendo, cayo sobre sus propias rodillas mientras jadeaba del cansancio.

─Necesito hacer mas ejercicio...─Se quejo de si misma.

Empujando las dos enormes puertas con la fuerza de sus brazos, estas se abrieron de par en par, crujiendo con fuerza y dejando entrar la luz a lo que parecía ser, una amplia y gran biblioteca con estanterías echas directamente en la pared de madera. Dichas estanterías iban desde el suelo, hasta casi tocar el techo.

De espalda a la puerta, y a como 10 metros de el, se encontraba Ozen frente a lo que parecía ser, una armadura negra con capa, protectores de brazos, y un sombrero metálico estilo japones o chino. Su jorobada postura no era visible desde atrás, y parecía como si estuviera recta. 

Adentrándose a la biblioteca, el chico entro con alta seriedad, como si supiera que Ozen no estaba en plan amigable. Luego de avanzar un metro, Ozen señalo hacia un pequeño espacio entre las estanterías, dándole a entender al chico, que ahí encontraría a la chica. Casi que corriendo, el chico se acerca hasta donde señalo la mujer, solo para encontrarse con una inconsciente Lily.