─Ya termine de lavar la ropa─Comenta Akira.
Ingresando al interior de la casa, el chico busca a la albina con la mirada, solamente encontrándose con Riko, quien se arrastraba hacia el. Agachándose, le pregunta a la criatura.
─¿Sabes donde esta Nanashi?─
Riko, entendiendo aquellas palabras, guía al chico hasta donde se encontraba la albina. Allí estaba, fileteando aquel gran pescado que Akira había atrapado hacia ya una hora. Pensativa, y sin muchas ganas de hablar, Nanashi respiraba profundamente, como si estuviera recuperando el aliento.
─¿Necesitas que te ayude?─Pregunta el chico.
─¿Ah? No hace falta. Solo acomódate en la sala, y ya llevare yo la cena─
Saliendo en silencio, el chico camina hasta donde se encontraba su amiga. Su brazo izquierdo ahora estaba menos hinchado, y en todo el brazo, tenia cocidos directamente aquellos hongos con agua en su interior. Aun que Nanashi no le había explicado la razón de implantarle aquellos hongos a Lily, sabia que era la causa de su recuperación.
Sentándose a un lado de la cama, Akira miraba a Lily con lastima, ya casi había pasado un día desde que cayo inconsciente. Era normal después de lo ocurrido. Pero el echo de que no despertara seguía angustiando al chico.
Revisando la palma de la mano de la chica, observa como la herida cerro en una costra redonda que ocupaba la mitad de la palma, al igual que su contra parte. Lily estaba tapada de la cintura para abajo, por obvias razones. Ademas de que llevaba un trapo en la cabeza.
Tocando dicho trapo, Akira se dio cuenta de que estaba seco, y podía sentir el calor de la chica traspasando el trapo. Tomando la tela sobre su frente, el chico humedece el trapo con en una cubeta con agua cerca de el. Luego de exprimir el exceso de agua vuelve a colocar el trapo sobre la frente de la chica, quien soltó un suspiro de alivio.
Eso, por alguna razón, hizo sentir mejor al chico. Mientras que Riko se subió a la cama para masticar con su chimuela boca el cabello de Lily. Haciendo solar los tazones de comida, Nanashi hace acto de presencia en el lugar.
─La cena esta lista─Dice mientras sostiene un tazón en cada mano, con un tercero en su cabeza.
Caminando hacia ella, Akira toma el tazón sobre la cabeza de la albina. No era como si ella necesitara ayuda, pero de igual forma aprecio el gesto. Nanashi se acerco hasta donde estaba Riko, tratando de comerse el pelo de Lily.
─Toma, tu también tienes que comer─Le dijo la albina.
Dejando de masticar el cabello, Riko observa como su amiga deja aquel tazón sobre la cama, y en cuestión de nada, Riko ya se encontraba alimentándose del tazón. Sentándose en la orilla de la cama,Nanashi y Akira se disponen a comer. Luego de varios minutos en silencio, y siendo Nanashi la primera en terminar de cenar, toma aire, lista para decir algo.
─¿"Como llegue aquí?". ¿Fue esa tu pregunta?─
─Mas o menos─Responde el chico.
─Espero te gusten las historias un tanto largas, por que esto va para largo─
...
"Nieve. Las personas se alegran a verla. No se porque, pero a mi siempre me desagrado. En esta época del año, las familia conviven en sus casas, creyendo que nada puede salir mal para ellos. Así era como pensaba mi familia hasta que una guerra civil estallo. No se realmente por que ocurrió, pero oí por ahí que fue por a causa de distintas ideología. O quizás cultura. Sea cual sea la causa, termine en las calles, sin nadie que se hiciera cargo de mi.
Otros niños, que también eran huérfanos, recolectaban chatarra en la basura para venderla en los mercados, y conseguir dinero para poder comer. Algunos otros pedían limosna, o cantaban villancicos para recolectar dinero. Todos hacían algo para sobrevivir, pero yo... Yo solo me quedaba allí. Acostada sobre un pedazo de cartón, protegiéndome de la nieve bajo un puente, y luchando contra el frió con la basura que todos quemábamos, y comiendo de la basura.
Los demás no querían juntarse conmigo, y siempre decían que ere inservible. Nunca me importaron las cosas que dijeran de mi, o el como me veía. Después de todo, ya no tenia nada. Seguía viva solo por que tenia miedo de morir sola. Ese miedo me atormento hasta cuando la conocí."
Sentada en el suelo, recargada contra la pared mientras se protegía del frió con aquellos trapos que usaba por ropa, una albina niña temblaba, tratando de producir calor. Sin dinero con el que poder comprar un abrigo, realmente no tenia muchas opciones en cuanto a su vestimenta.
─¡Hola! ¡¿Que haces aquí tan sólita?!─Le pregunta una muy animada voz.
Volteando hacia su izquierda, de donde provino la voz, la niña albina se encuentra cara a cara con una pelirroja que sonreía alegremente. Sus ojos eral del mismo color, y vestía un abrigo con agujeros en las mangas, y un pantalón con las rodillas peladas. De la sorpresa, la albina se aparto un poco antes de responder.
─¿Q-quien eres tu?─
─Oh, si. Mis disculpas por no presentarme. Mi nombre es Riko─Se presenta la Pelirroja, sentándose a un lado de la albina.
─Soy Nanashi─Dice la albina.
─No eres de muchas palabras, ¿Verdad?─Comenta Riko.
Haciendo un desagradable gesto, Nanashi pregunta.
─¿Y tu no crees que eres una persona bastante entrometida en lo que no te importa?─
─Que cruel. Pero tienes razón en algo─La pelirroja se quita el abrigo, y pegándose mas a Nanashi, cubre a ambas con dicho abrigo.─Soy bastante entrometida en lo que no me importa─
Confundida, y apenada por la situación, la albina busca como alejarse de ella, pero el cálido calor del cuerpo de la pelirroja hace que se resigne a permanecer en su sitio.
─Si me tapas, tu abrigo terminara apestando─Comenta Nanashi.
─¿Y eso que? ¿Que acaso no todos apestan? Por algo las personas nos conocen como los niños huérfanos. No tenemos un hogar para comer, dormir, o tan siquiera asearnos─Le contesta tan pronto acabo de hablar.
Ahora, sin nada mas que pudiera decir, y también por que se había queda sin palabras, Nanashi se deja vencer por el calor que desprende Riko.