"Oscuro... Tan oscuro... No puedo ver nada. Ni siquiera mis propias manos. No hay ningún sonido que me diga que estoy cayendo, o moviéndome. Solo un vació. "¿Que hago aquí?, ¿Por que estoy aquí?, ¿Donde esta Aki?". Lo único que me mantiene despierta son las voces dentro de mi cabeza. ¿Sera mi conciencia?.
Alrededor mio siento como si una fuerza hiciera presión sobre mi. Mi cuerpo manda sensaciones de algo viscoso, rodeándome por completo. Pero no puedo ver lo que es. Estuve durante un tiempo sintiendo lo mismo, hasta que a lo lejos, pude oír un llanto. Pensé que era mi mente, pero no.
Rodeada de una oscuridad diferente, una chica de cabello rojo lloraba desconsoladamente, limpiando sus lagrimas con las manos. Trate de hablarle, pero mi voz no salia. Y entonces, iluminando por completo aquel oscuro lugar, una cálida luz apareció ante nosotras. La chica dejo de llorar. Se le notaba aliviada. Como si todos los problemas que tenia se esfumaran junto con la oscuridad.
Con una enorme sonrisa plasmada en su rostro, la chica pelirroja, desapareció en una brillante, y hermosa luz dorada. Por alguna razón, eso me alegro bastante. Fue entonces que sentí, sobre mi cabeza, un calor familiar. Un calor que ya había sentido antes. ¿Akira?."
...
El sonido de la hoya sobre el fuego de la estufa, se podía oír desde afuera de la cocina. Revolviendo algunos ingredientes con un cucharon, Nanashi parecía estar pensando en algo, o al menos eso pensaba Akira mientras la veía atraves de la ventana, afuera de la casa. En sus manos, el chico tenia una cesta con varias cosas, las cuales eran exactamente los mismo ingredientes que la albina chica le había pedido traer la primera vez que se conocieron.
La gabardina de Akira, a la cual le arranco un gran pedazo de tela, ahora era parchada con negras telas de distintas tonalidades. Nanashi dejo el cucharon a un lado, y tapo la hoya con una metálica tapa. Al alzar la vista para mirar hacia afuera, su mirada se cruzo con la de Akira. Este le sonrió amigablemente, a lo que ella respondió moviendo su mano derecha de un lado al otro. El chico continuo caminando hasta llegar a la puerta de la casa, ingresando al interior de la misma, donde fue recibido por Nanashi, quien tomo la cesta que el chico llevaba en las manos.
─¿Que tal te fue?─Pregunto ella mientras caminaba de regreso a la cocina.
─Ya sabes, nada fuera de lo normal─Respondió haciendo algunas expresiones con las manos.
─Eso es relativamente bueno. Acomódate donde quieras. Dentro de poco estará la cena─
Asintiendo con la cabeza, el chico camino hasta la cama donde ya hacia Lily. Sentándose en la orilla de la cama, Akira pudo inspeccionar la mano izquierda de la chica. Apenas y se notaba que estaba inflamada. Quizás, en unos días mas, se termine de recuperar por completo. La pregunta es, ¿Por cuanto tiempo ella seguirá durmiendo?. Ya casi se cumple una semana desde que Lily esta inconsciente, y la preocupación de Akira no hace mas que crecer.
─Eh regresado─Avisa Nanashi saliendo de la cocina con un tazón de comida en cada mano.
Sentándose a un lado de Akira, le extiende uno de los tazones. El chico toma el tazón entr su manos, y come un poco antes de hablar con Nanashi.
─¿Donde aprendiste a cocinar?─
─Lo aprendí por mi cuenta. Y me apoye de un libro de recetas que llevaba otro Invasor que me encontré─
─Entonces tu casa es como un sitio de descanso para ellos, ¿No?─
Nanashi mira al suelo antes de comer un poco y seguir hablando.
─No─Respondió.─Todos los Invasores que he traído a mi hogar estaban heridos de muerte, o bajo los efectos del veneno de Orbi. A lo mucho vivían durante pocas horas, y con mucha suerte, lograban sobrevivir la noche, pero todos terminaban muriendo. Gracias a todos ellos, pude desarrollar un antídoto, que aun que no es del todo eficaz, logra neutralizar los efecto del veneno. Pero no fue nada fácil─
─¿Un antídoto? Yo no vi nada de eso cuando atendiste a Lily─Menciona el chico.
─No hubo necesidad. A decir verdad, me sorprendió que fueras capaz de impedir el avance del veneno. Y gracia a la maldición, una gran parte del veneno fue expulsada─Dijo.─Pero si el veneno hubiera llegado hasta el hombro, ahora mismo, tu compañera, no estaría viva─Comento.
─Ja... Eso es conmovedor─Dijo con cierto sarcasmo.─¿Que paso con el equipo de los demás Invasores?─
─Los tengo guardados. No se exactamente para que son, pero supongo que serán de ayuda en algún momento. Hasta podría darles lo que esa chica y tu necesiten para su viaje─
─No suena mal. Pero supongo que queras algo a cambio─
La albina estaba por responderle cuando un fuerte, agudo, y espectral grito azoto el abismo con tanta fuerza que lo hizo temblar de horror. Cada criatura, tanto dentro, como fuera del abismo, fueron capaces de oír aquel espectral grito. Era como si un monstruo de proporciones bíblicas hubiera despertado de su largo sueño, y ahora, vendría a reclamar lo que le pertenecía. Pero el grito del abismo, tal cual apareció, se quedo en silencio, dejando un tétrico ambiente en la cuarta capa. Ni Akira, ni Nanashi, sabían que fue lo que acababan de oír, pero estaban de acuerdo, de aquel grito provino de esta capa.
─¿Que fue eso?─Pregunta Nanashi.
─Yo que se. Tu eres la que mas tiempo lleva aquí. Deberías de saberlo─
─Pues no lo se. Es la primera vez que oigo algo así─
Akira se termina el tazón de comida lo mas rápido posible, dejándolo en el suelo, cerca de los pies de Nanashi.
─Iré a echar un vistazo─
Poniéndose de pie, el chico camina hacia la puerta, atravesándola para llegar al exterior. Adentrándose entre la vegetación, siguiendo el camino semitrasado de tierra, el chico se abrió paso hasta llegar al otro lado del bosque. Los gigantescos hongos, cuyas copas estaban repletas de agua, le daban la bienvenida al chico con aquellas nubes de vapor que ascendían hasta lo mas alto que podían.