"Grover y Enebro, sentados en un árbol, b-e-s-á-n-d-o-s-e. Primero viene el vínculo, luego la mordida, luego un revolcón para todo el día. ¿Quién dice que no puedo sostener una melodía?"- Thalía.
Grover se paseaba en la habitación de una pared a otra. Sus garras parcialmente extendidas y sus caninos alargados. Todo dentro de él le decía ir tras ella. No tenía ni idea de donde estaba, pero a su lobo no le importaba, estaba seguro que podía encontrarla en cualquier parte.
Sus ropas estaban empezando a sentirse demasiado apretadas, su piel sensible por la necesidad de entrar en fase. En respuesta, se apresuró a quitarse la camisa por la cabeza y la tiro al suelo. Mientras hacia otro paseo de un extremo de la habitación a otro, cruzo frente al espejo del baño de la habitación del hotel. Se congelo.
La piel del lado derecho de su espalda y cuello y la parte de atrás de su brazo derecho estaba hormigueando. Mis marcas, pensó para sí mismo.
Grover giro lentamente, mirando por encima de su hombro a su espalda en el espejo. Su respiración se detuvo mientras veía las marcas en su piel, que habían estado allí desde la pubertad, cambiar ante sus ojos. Estas ya eran elaboradas por su posición en la manada, pero ahora que había encontrado a su compañera eran aún más ornamentadas.
Los remolinos y líneas negras subían por debajo de la cintura de sus pantalones hasta la parte posterior de su cuello, justo hasta el nacimiento de su cabello. Luego se arremolinaban hacia abajo y se deslizaban sobre su tríceps y codo, continuando alrededor de la parte interior del brazo a su muñeca. Las marcas nunca se movieron a la parte delantera de su cuerpo, ya que, a pesar de que era dominante, no era un Alfa.
Incluso después de que las marcas terminaron de cambiar, simplemente se quedo mirando por encima de su hombro. Cuando Enebro huyo, Grover pensó que se había equivocado acerca de ella, tal vez su lobo se equivocó y no era su compañera, pero ahora no tenía ninguna duda. Ella era suya. Después de esperar 135 años, 135 de oscuridad consumiéndolo poco a poco, finalmente la había encontrado, solo para perderla en un instante.
Grover gruño, incapaz de contenerlo. Luke fue capaz de evitar que entrara en fase y le había dado la orden de permanecer en su habitación, pero su lobo e incluso el hombre estaban peleando. Ella estaba por ahí fuera, sin él. Desprotegida. Una Fae.
¿Cómo era incluso posible que una Fae fuera su compañera? Sabía que ella podía mantenerse a sí misma en una pelea, pero aun así estaba preocupado por ella. ¿Dónde había ido? Dejando la fuerza a un lado, el punto era que ella era su compañera. Pertenecía a su lado, bajo su protección.
Grover se detuvo en seco y cerró sus ojos, buscando calma y control. Recordó el olor que atrapo cuando ella entro al bar. Olía como a frambuesas y rocío de la mañana. Fue la cosa más fascinante que jamás había olido. Y mientras pensaba en ello, sufrió por ella.
-Enebro- susurro Grover en la habitación vacía. ¿Por qué huyó? ¿Se sintió amenazada? ¿Le temía?
Hera entro en la habitación, Thalía y Luke en sus talones.
La Fae se sentó en el extremo de una de las camas dobles. Sabía que ayudaría a aplacar al lobo de Grover se mantenía por debajo de él. Thalía comenzó a sentarse, pero Luke envolvió un brazo alrededor de su cintura y la atrajo hacia él.
"Si te sientas, le estás diciendo a su lobo que es dominante sobre ti. Tú eres mi compañera, por lo tanto, eres un Alfa para él. Siempre tienes que estar pensando en estas cosas, nena. Te conviertes en una presa fácil para cualquier persona que podría utilizar tu ignorancia en contra tuya."- Dijo la voz de Luke en dy mente
Thalía no respondió, pero le hizo saber que entendió lo que le estaba diciendo. Se alegró por la información y de que Luke fuera paciente enseñándole cosas., que debería saber cómo una hembra Alfa, pero seguía sin entender por ser nueva en este mundo.
Necesitamos hablar dijo Hera serenamente.
Grover resoplo, tan poco como Grover.
¿Eso crees? Pregunto Grover
Eso es, Grover, pensó Thalía. Pon algo de actitud, hazle saber quién es el hombre.Penso Thalía
"Thalía", reprendió Luke.
"Lo siento, se me olvida que te gusta escuchar mis diálogos internos." Dijo Thalía
¿Cómo es posible que un hada sea mi compañera? Pregunto Grover con los dientes apretados.
Bueno, es una nueva novedad. Dijo Hera
Grover espero a que Hera continuara.
Quirón se acercó a Poseidón hace solo unos días para decirle que la Gran Luna había llegado a él en un sueño Dijo Hera paso a explicar todo. Mientras hablaba, la habitación quedo extrañamente quieta.
Tan pronto como termino, todo el mundo espero la respuesta de Grover. Thalía se adelantó.
Cállate. Dijo Thalía
Luke permaneció en silencio conmocionado.
¿La Gran Luna hizo esto posible? Pregunto Grover asombrado.
Ella ha visto como han luchado como especie, como han luchado entre ustedes, y ahora como Poseidón y Luke están tratando de unir a las manadas de nuevo. Sabe que sus lobos están más fuertes con sus compañeras; sabe que mi gente son, en el mejor de los casos, egoístas, y en el peor de los casos unos completos idiotas. Las Fae se han vuelto complacientes en su mundo detrás del velo, sin preocuparse por las necesidades de otros seres sobrenaturales. Ella ha creado una forma de ayudar a ambas especies. A pesar de que las Faes pueden tender a ser reacias a asistir a las batallas de los demás, no dejaran a uno de los nuestro valerse por sí mismo. Por lo tanto, si un Fae esta acoplado a un Canis Lupis y la Fae es atacada, entonces toda la raza Fae extenderá su ayuda a los Canis Lupis.Dijo Hera
Grover se acercó a la ventana de la habitación del hotel. Miro hacia la oscuridad, la oscuridad con la que tuvo una relación durante tanto tiempo. Ahora, por primera vez en su vida, sintió una pequeña rendija de Luz atravesarla, solo viendo su rostro. En su presencia él había sentido algún alivio de la lucha en la que su vida se había convertido. Su lobo estaba constantemente inquieto, deseando que llegara la próxima cacería, la siguiente pelea.