"A veces lo que crees que es verdad, lo que crees que es seguro y bueno, es en realidad un mal disfrazado. Un mal tan atractivo, como engañoso, que no sabes que es el mal hasta que te envuelve y te acaricia como un amante. Miras directo a sus ojos, extasiada por las palabras bonitas que susurra suavemente en tus oídos, dándote cuenta demasiado tarde que las palabras bonitas eran todas simplemente mentiras retorcidas"-Annabeth.
Will vio al grupo desde lejos, mientras se establecían para la noche. Una persona en particular había captado su atención desde el primer segundo en que se había destellado en el bosque. Rachel. Le estaba tomando todo en el no ir hacía ella, envolverla en sus brazos, y nunca dejar que se fuera de su vista. Algo había cambiado en el al momento en que la vio, y algo en el definía ese cambio con una sola palabra: compañera. Ella era su compañera. Así que Hera había tenido razón. Había sido elegido por la Gran Luna para ser el compañero de uno de sus lobos. No podía creer le intensidad inmediata y la pasión que sintió por Rachel. Ahora entendía por qué los machos de su raza actuaban de la manera en que lo hacía. Algo en el clamaba por ella. No quería que ella estuviera en un grupo con un puñado de machos, ya sea que estuvieran emparejados o no. No quería estar lejos de ella.
Había decidido que sería mejor revelarse a sí mismo en algún momento del día siguiente. A decir verdad, él estaba haciendo tiempo. Por primera vez en su larga vida se sentía inseguro. Sabía que ella iba a estar atraída por él, pero, ¿si no le gustaba? Will siempre había sido confiado, arrogante incluso. Había estado con hembras de su raza. Sin embargo, nunca nada serio, por lo que toda esta cosa de compañeros era definitivamente un nuevo territorio en cuanto a compromiso.
El Fae sostuvo la magia de camuflaje sobre ellos mientras dormían, y vio como los hombres tomaban cada uno su respectivo turno de vigilancia. Era una noche larga. Sus ojos rara vez se apartaban de la forma de dormir de Rachel. Se preguntaba que estaba soñando y esperaba que no se tratara de otro sujeto.
Vaya… ¿de dónde ha venido eso?, pensó Will para sí mismo. Nunca he sido celoso, pero la idea de que ella está soñando o fantaseando con otro sujeto, bueno, me… cabrea. Penso Will.vDecidió que tenía que alejarse de esa línea de pensamiento y en su lugar se centró en lo que le diría cuando finalmente saliera de entre las sombras y entrara en su vida.
La mañana llego y se fue. Después que recogieron su campamento y reanudaron su caminata, el bosque cobro vida.
Annabeth sonrió mientras veía los conejos corretear alejándose de ellos, los pájaros descendiendo en picada, en busca de una comida, y las ardillas chillaban desde las copas de los árboles. Incluso los propios arboles parecían estar estirándose, haciendo señas al sol para guiarlos del frio invierno a la vibrante y nueva primavera.
Rachel sonrió mientras caminaba al lado de Annabeth.
Es increíble lo refrescante que es durante el día y la manera que se presagia en la noche comento Rachel.
Annabeth asintió.
Ciertamente se siente diferente a lo que lo hizo anoche miro a Rachel ¿Cómo lo llevas? Pregunto Annabeth
Rachel la miro y Annabeth se congelo ante lo que vio. Había una mirada poseída en sus ojos, como si estuviera vacía de cualquier personalidad.
Rachel, cariño, ¿Qué pasa? Dijo Annabeth
Rachel negó con la cabeza y las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas. Miro a Annabeth, desesperada por comprensión.
¿Es esto lo que se siente? Dijo Rachel
¿Qué, que se siente como que, cariño? Preguntó Annabeth calmadamente, aunque se sentía cualquier cosa menos tranquila. De hecho, estaba empezando a sentirse extrañamente agitada.
¿El no estar con él, saber que está ahí fuera, pero sin poder estar cerca de él, incapaz de conectar? Pregunto Rachel
Annabeth se quedó boquiabierta.
¿Te refieres a un compañero? ¿No tener a tu compañero cerca? Pregunto Annabeth
Rachel asintió y las lágrimas llegaron aún más rápido.
Una sensación extraña atravesó al grupo, Hazel se dio la vuelta y se notó que todos los hombres tenían los ojos brillantes y parecían estar al borde, pasando de una forma a otra. Ella misma se sentía extraña, como si sus emociones se estuvieran amplificando de alguna manera.
Hazel se acercó y abrazo a Rachel. Ella le murmuro palabras dulces al oído mientras trataba de calmar a la histérica loba.
¿Qué demonios? dijo Annabeth en voz alta ¿Hay alguien más preocupado de tener una loba no apareada hecho un mar de lágrimas por no estar con su compañero? Está actuando como si él estuviera aquí afuera en alguna parte y no puede llegar a él Dijo Annabeth cuando nadie contesto, se tornó aún más frustrada.
Percy estaba viendo a Annabeth y su lobo comenzó a agitarse. No le gustaba verla molesta. Mirando a su alrededor, intento ver quien estaba molestándola. ¿A quién necesitaba molestar por meterse con su compañera? Un gruñido bajo escapo de su garganta al ver a su Alfa acercarse a su compañera.
Annie, mírame le dijo Poseidón con calma, en forma de orden ¿Cómo te sientes? Pregunto Poseidón
Annabeth miro a su suegro como si fuera perdido la cabeza.
¿Qué quieres decir con, como me siento? ella levanto las manos al aire con agitación me siento como si mi amiga está sufriendo y no sé cómo ayudar. Solo quiero gritar. Dijo Annabeth
Poseidón miro a Hazel. Se dio cuenta que ella estaba observando a todos de cerca.
¿Qué piensas tú, sanadora? Pregunto Poseidón
Algo está influyendo en nuestras emociones. Me siento molesta, aunque no sé por qué. Hay algo en el aire.Dijo Hazel