Beyond the Veil (the grey Wolves #5)

Capitulo 15: Atenea XV

"Cuando vives en un mundo donde sabes que existen otras cosas, cosas que no son humanos, te tornas vigilante. Constantemente miras por encima del hombro y contemplas en las sombras para ver lo que se esconde. Sin embargo, los seres sobrenaturales rara vez se revelan. Eventualmente, a medida que pasa en tiempo, te haces más complaciente y vuelves a vivir en tu burbuja, al igual que aquellos que no saben nada más allá de lo que sus ojos les dicen. Entonces una simple llamada telefónica, una que piensas que está trayendo buenas noticias, rasga a través de la seguridad que te habías construido en tu burbuja. Y ahora estas expuesto, ya no estás blindado, ya no es seguro.-Atenea"

Mona estaba de pie en el aeropuerto lleno de gente, esperando a que su presa saliera del avión. Ella odiaba ese lugar, que estaba lleno con el sonido de la charla humana y el hedor que llevaban consigo. Incluso en su ignorancia captaban la amenaza que representaba Mona: captaron su "otredad", aunque era probablemente subconsciente. Como cualquier depredador, estar en medio de la presa simplemente la hacía querer atacar. Sonrió para sí misma al pensar en los estragos que podría causar en este lugar donde los mortales se escabullían como hormiguitas. Podría aplastarlos con un simple giro de su mano. Pero entonces ¿Dónde estaría la diversión en eso?Pensó Mona

Girando su atención de los que la rodean, se concentró en la señal de salida por encima del pasillo donde Atenea Chease debería surgir en cualquier momento. Había ensayado ser amable en el espejo. Ahora eso sí que era triste, se había dicho, tener que practicar el ser agradable. Su sonrisa parecía más a una mueca de desprecio y su risa podía erizar los dedos de los pies, incluso de los hombres más duros. Solo tendría que esperar que Atenea no se intimidara fácilmente. Y si lo hacía, entonces tendría que hacer algo para mantener la calma hasta que fuera capaz de entregarla al Rey Hechicero.

Si, pensó, este promete ser un día interesante. Pensó Mona

Atenea recogió sus pertenencias, moviéndose tan lentamente como era posible. Pensó de nuevo en el día en que recibió la llamada telefónica. Ella sabía que no era Sally en el otro extremo de esa línea, y por eso estaba de pie en un avión que acababa de aterrizar en Rumania. Algo estaba mal. Había pasado un tiempo desde que el sexto sentido, como ella lo llamaba, había hecho acto de presencia. Pero podía sentir profundamente en su interior que algo estaba pasando. Había tomado la decisión de no llamar a Annabeth o cualquier otra persona en la manada rumana hasta que tuviera más información. Atenea podía sentir que la "individua" con la que había hablado era extremadamente peligrosa. No quería llamar a los lobos antes de saber si al hacerlo pondría en peligro a Annie.

Simplemente había empacado sus cosas, dispuso que su gente se hiciera cargo de la tienda, mientras que ella estuviera fuera, y ella misma había conducido al aeropuerto. Había sido un largo vuelo, con su laboriosa especulación de que podría estar mal. Había enviado un texto a Annie solo para asegurase de que estaba bien, pero no menciono que estaba camino a Rumania.

Ahora estaba aquí, estancada. La azafata asomo la cabeza y sonrió.

¿Todo bien? Pregunto ella dulcemente.

Um, sí, todo está bien. Me estaba asegurando de tener todas mis cosas le dijo Atenea mientras ponía su bolso sobre su hombro y se dirigía a la salida. Ella siguió el largo pasillo que une el avión al aeropuerto. Le habían dicho que la señorita recogiéndola seria "diferente". Atenea no estaba segura de que esperar, pero cuando levanto la vista mientras salía al pasillo, la mujer esperándola sin duda era eso.

Alta, con el cabello largo y negro que tenía una franja de color blanco en la parte delantera, tenía los ojos de colores diferentes, uno azul y otro verde. Era hermosa de una manera muy extraña, pero llamativa. Sus labios eran carnosos y rojos, y cuando rompió en una sonrisa hizo que la piel de Atenea se erizara. Entre más se acercaba Atenea a la mujer, más se daba cuenta que era el mal que emanaba de la mujer lo que le estaba causando molestias.

La mujer llevaba una capa roja, lo que era extraño en sí mismo, ya que parecía algo que alguien se habría puesto hace un tiempo muy largo. El aire alrededor se tornó más frágil y, como una barrera invisible, la gente en el aeropuerto le daba un gran rodeo. Parecían sentir lo que Atenea, que esta no era alguien con quien se juega.

¿Atenea? Pregunto Mona

La voz de la mujer rastrillo sobre Atenea y tomo todo en ella no dar un paso atrás. Pego una sonrisa en su cara y asintió.

Eso es correcto ¿y usted es? Preguntó ella tratando de invocar su educación sureña para ser cordial, sin importar lo mucho que quería dar la vuelta y correr tan lejos como pudiera del mal de pie delante de ella.

Soy Mona. Sally me ha enviado a recogerte. Dijo Mona

Claro, pensó Atenea y si digo Beetlejuice tres veces un tipo albino espeluznante con mal cabello se mostrara. Pensó Atenea

Bueno, es un placer conocerte Dijo Atenea extendió la mano para estrechar la de Mona.

Mona miro la mano que le ofrecía y Atenea vio una mirada de disgusto pasar rápidamente por el rostro de la mujer antes que fuera enmascarada con lo que solo podría describirse como leve desagrado. Tomo la mano de Atenea, agarrándola a la ligera como si fuera a atrapar algo debido al simple contacto. Después de una sola sacudida rápidamente aparto la mano. Atenea limpio discretamente su palma en los vaqueros, tratando de librarse de la fría maldad del contacto de Mona.

¿Vamos? Pregunto Mona hizo un gesto en la dirección que ella quería que Atenea siguiera la manada está esperando y sé que Annie se sorprenderá de que estés aquí. Dijo Mona



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En el texto hay: bruja, velo, sanadora gitana

Editado: 31.03.2022

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