Bianca

capitulo 5

La reunión terminó, solo quedamos en casa Demetrio y yo, asustados ya que teníamos el presentimiento de que la historia de la niña del sótano se repitiera. Demetrio subió al segundo piso, y en cuestión de segundos bajó por las escaleras; pero no como lo hace un ser humano frecuentemente, sino que usó más que las piernas. 

Al levantarse lo vi con el rostro empapado de sangre, gemía de dolor y me dijo que vio una sombra negra enorme que lo empujó. Subí llena de valor y furia, y me enfrenté a esa maldita cosa. Sabía que Bianca tenía las manos metidas en esto, mi hermano me protegía mucho y eso para ella era una amenaza. Bianca quería acabarlo primero, para luego acabar conmigo sin dejar rastro alguno y sin tanto trabajo ya que para ese entonces Demetrio estaría muerto. 

No le daríamos ese placer de vernos rendidos ante ella, Bianca no era nadie, y mucho menos Dios para postrarse ante ella. Sentía que esto estaba a punto de terminar, pero al mismo tiempo de comenzar, de igual forma estaba dispuesta a enfrentarme lo que sea porque estaba lista para luchar en contra de Bianca. Le demostré que ella no era quien mandaba, y si es así le quitaría el trono, iba a pisotearla y hacer que los demás dejaran de temerle. 

Todo esto lo hicimos a espaldas de nuestros padres, ya que conociéndolos como los conozco no nos dejarían ni siquiera salir de la casa. De igual forma no importaba lo que pudiera o no suceder, me enfrenté a Bianca. 

Salimos rumbo al consultorio médico, ahí la enfermera, una hermosa joven de la cual mi hermano estaba enamorado, curó sus heridas y le hizo compañía por unos treinta minutos. Desde ese lugar podía ver a Tyson jugar con las hijas de la señora Rocío. Se veían tan felices y llenas de inocencia. 

Pasado el rato, Demetrio y Shanelle, la enfermera, salieron hasta donde yo me encontraba, vi fijamente a mi hermano mientras él me miraba, Shanelle nos dejó a solas para así platicar sin ningún problema. 

Luego de un corto silencio de dos minutos Demetrio dijo que era mejor dejar las cosas así. La furia de Bianca comenzaba a sentirse en el interior de nuestra casa, y que después se sentiría por todo el pueblo. El padre Felipe tenía razón al decir que esto podía ser peligroso para nosotros, aun así, yo estaba dispuesta a todo. 

Mis padres llegaron al consultorio y vieron a Demetrio hecho un desastre, papá lo vió con una mirada de tristeza.

 

—¡Bianca! ¿fue ella verdad? 

—Eso parece papá. Esa mujer es un demonio— respondió Demetrio. 

Pasadas las horas, llegamos a casa y nos quedamos en la sala sin nada que hacer, solo ver pasar el rato y hablar un poco. En medio de la tranquilidad, un ruido captó nuestra atención, tres golpes en la puerta. Luego una voz: "¿Demetrio?" Automáticamente reconocí la voz, era Shanelle, mamá abrió la puerta y la enfermera, muy asustada entró. La vi nerviosa,

miraba a todas partes. Era como si estuviera alerta porque la perseguían, posiblemente era Bianca. 


 

—Me sentía insegura, por favor, dejen que me quede con ustedes—Dijo Shanelle. 

—Claro que sí.— respondió papá—no hay problema, necesitamos compañía. 

Llegaron los señores Thomilsom y Samuel. Dijeron que habían visto a Bianca salir del pueblo, en dirección al bosque. Al escuchar eso, mi corazón comenzó a latir mil veces más rápido, como si se tratara de un mal presentimiento. En seguida llamé a la señora Rocío y pregunté por las pequeñas, me dijo que estaban junto a ella viendo su show favorito en la tv. Me sentí totalmente relajada. 

— ¿Por qué no vamos y vigilamos a Bianca?— preguntó Demetrio. 

— ¡No! tú en ese estado no saldrás—respondió papá, luego añadió—te quedarás en casa con tu hermana y Shanelle 

—Papá, si algo se sale de control, ¿en dónde nos encontramos? —pregunté —En la iglesia, el padre Felipe nos ayudará. 

Todos salieron en busca de Bianca, mi hermano, la enfermera y yo nos quedamos en casa tal y como papá había ordenado. Shanelle y yo aseguramos puertas y ventanas, el perro acompañaba a mi hermano mientras nosotras nos ocupamos del resto, miré el reloj de la pared y vi que eran las siete y treinta de la noche. El tiempo pasaba cada vez más lento. 

—Esto ya no me agrada—dijo Shanelle 

— ¿Qué tal si todo esto se trata de una trampa? 

Mi hermano se levantó y se acercó a ella diciéndole — créeme que ya hemos pasado por esto. 

 

Me acerqué a la ventana y vi una sombra que se acercaba a la casa rápidamente, me asusté y alerté a Demetrio. Nuestra reacción fue subir al segundo piso, Tyson fue tras nosotros y nos encerramos en mi habitación. 

Sigilosamente me asomé por la ventana y ahí estaba, pasados los cinco minutos vi cómo se alejaba de la casa, decidimos bajar y salir corriendo hasta la casa de la señora Rocío. La vimos nerviosa y sus hijas lo estaban aún más. Parece que Bianca ya había pasado por ahí o, mejor dicho, algo como la sombra o qué sé yo. 

Hacía mucho frío afuera, me preocupé por mis padres y el resto. Una de las cosas que más le preocupaba a mi hermano era que ya se acercaba octubre, y es esa época cuando las cosas aún empeorarían ya que Bianca tal vez robaría niños para hacer su ritual, como no lo pudo hacer con sus sobrinos a causa mía, robaría al primero que toque su puerta, aunque lo dudo, pues todo el pueblo sabía lo que estuvo a punto de hacer, de igual forma si un niño se perdía en el pueblo, o al menos llegase a pasarle algo malo, santo Dios que  protegía a esas inocentes criaturas, todos los habitantes acabarían con Bianca como han hecho muchas multitudes con las brujas alrededor del mundo a lo largo de la historia de la humanidad.




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