Bianca

capitulo 7

Entre árboles y el ruido causado por uno que otro insecto, íbamos en marcha rumbo a lo que sin nosotros saber sería nuestra perdición. Estábamos tan concentrados en derrotar a Bianca que nadie se detuvo a pensar en lo que ella podía hacer, el punto es que, en ese bosque viviríamos una verdadera película de terror. 

Recuerdo que por un instante nos quedamos paralizados, es como si algo lentamente intentara dejarnos sin energía. Luego de unos diez minutos, Shanelle encendió una linterna y apuntó hacia los árboles, pues en ese momento, se escuchaba cómo entre las hojas se movía algo que parecía ser un animal, pero nosotros sabíamos que no era así. 

—¿Qué rayos es esa cosa? —preguntó el señor Samuel. 

En seguida logré recordar que esa extraña criatura era la misma que noches atrás saltaba entre las copas de los árboles. Le advertí al grupo que tuvieran cuidado, pues, eso era un guardián de Bianca, si así se podría decir. 

Al sentirnos mejor, decidimos seguir. Todos, con las luces encendidas y el armamento en nuestras manos, sentíamos la respiración del otro, también sentíamos que nos miraban constantemente y nos seguían. Entre la niebla y la luz de la luna podíamos apreciar lo que parecía ser una cabaña. 

—Esa no es la cabaña del leñador— dijo el señor Samuel y continuó diciendo —Él vive en la entrada del bosque y pasamos a pocos metros al venir a este lugar. 

Una vez más las hojas comenzaron a estremecerse y de uno de los árboles cayó la criatura. La reacción de Demetrio fue disparar en cuatro ocasiones. Vimos cómo desapareció, y con nuestras mentes confundidas nos dirigimos a la cabaña. 

—Parece que nadie vive aquí— dije —A decir verdad, es imposible vivir en este lugar. 

—Solo el leñador soporta vivir en el bosque—respondió Demetrio quien lleno de coraje le dio una patada a la puerta de la cabaña. —¡Este lugar apesta!— dijo en voz alta, luego entre balbuceos se quejaba del nauseabundo olor, apuntando a todos lados con la escopeta, buscó entre las paredes algún interruptor, pero al no hallar ninguno salió. 

—No hay interruptores en este lugar. 

—Es imposible hijo... No hay redes eléctricas aquí— exclamó el señor Thomilson— ¡Ten! usa la linterna 

— ¡Gracias! 

—Creo que será mejor que todos vayamos con Demetrio y lo ayudemos. Será más seguro que permanezcamos unidos—sugirió Shanelle, y así fue. Juntos ingresamos al lugar y tardamos ahí aproximadamente media hora buscando pistas. 

Esa noche, era una noche muy fría, lo recuerdo perfectamente bien, recuerdo que había humedad, la cabaña tenía un olor como a carne podrida y también recuerdo cuando el señor

Thomilson gritó: 

—¡madre santa!

 

Esa fue una escena bastante aterradora, pues había un charco de sangre en el piso, formado por la caída de pequeñas gotas desde el techo, ahí todos apuntamos al mismo tiempo con las linternas y ahí estaba la razón de todo aquello. Era el leñador, muerto y clavado en el techo. 

Era difícil para mí creer que hace unos meses lo vi con vida por última vez, cuando me indicó el camino correcto para salir del bosque. Salimos corriendo muy asustados sin dar un solo grito pues, nos pondríamos en peligro. Al alejarnos lo suficiente, la pregunta que vino a nuestras mentes fue "¿por qué el leñador?" "¿quién sería el siguiente?" ¡Bueno! dos preguntas. 

—Será mejor que nos vayamos de aquí— dijo Demetrio lleno de miedo — tenemos que dar aviso a las autoridades. 

—Demetrio, hermano mío, eso no servirá de nada. Bianca nos está demostrando con esto que nadie en el pueblo la vencerá. Lo más seguro es irnos del lugar si no queremos ser los próximos. 

El señor Thomilson, se quedó pensativo y con la mirada fija hacia el suelo. —Todo aquel que interfiere en sus rituales termina muerto. — dijo asustado. 

—¿Quiere decir que el leñador trató de interrumpir otro de sus rituales?— preguntó el señor Samuel. 

—¡Lo hizo! y ahora está muerto— lentamente su mirada apuntó a mí—sigues tú Virginia. —¡No!—dijo Demetrio—aquí estoy yo para protegerla. 

—Hermano, pase lo que pase, quiero que sepas que tú y mis padres son la mejor familia y los quiero. —Comencé a llorar. Demetrio me abrazó fuertemente y me dijo: 

— saldremos juntos de aquí—

. En ese preciso instante Shanelle gritó: 

—¡corran! 

Vimos como Bianca y dos enormes sombras negras de ojos rojos se acercaban a nosotros. Corrimos lo más rápido posible, pero el señor Thomilson y el señor Samuel fueron atrapados. Dominada por el terror, Shanelle repetía "Dios mío" una, y otra, y otra vez, trató de asomarse y vio a Bianca pasar, se ocultó y nos hizo señales de que la bruja acosadora estaba cerca. 

Sigilosamente, me acerqué a ella para hacerle compañía. Estábamos detrás de una enorme roca, y Demetrio se ocultaba detrás de un enorme árbol. Al notar que estábamos fuera de peligro, salimos en busca de los señores Samuel y Thomilson. 

Los tres, en silencio, bajo la fría oscuridad del bosque, avanzamos poseídos por el terror mirando a todos lados, tal vez Bianca estaba escondida. Al menos no la vimos por casi media hora. Lentamente, la luna fue tornándose borrosa y la poca luz de la luna que quedaba se perdió por completo, y lo que faltaba, comenzó a llover. Fue ahí cuando corrimos en busca de refugio, pero lo más cercano a nosotros era la cabaña.




 

—¿No hay otro lugar cercano? Es que no quiero entrar a la cabaña.—dije. 

—Virginia tiene razón, Demetrio. Además, este lugar apesta y hay sangre por todos lados. — ¿Prefieren mojarse? Es nuestra única opción, no tenemos otra alternativa




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