Bianco

Capítulo 15: Distancia

Alessandro Bianco

Camino por mi casa como un loco, desesperado tratando de recordar. Espero no haber hecho nada que arruinara todo lo que hemos construido como familia.

Dejo de perder el tiempo y entro a la ducha, necesito agua helada para despejar mi mente y bajar el fuerte dolor de cabeza.

En la ducha pienso en Blanca y en lo que me hace sentir, no puedo creer que me haya emborrachado por ella. Pero recuerdo su sonrisa sincera con ese sujeto y siento la ira apoderarse de mi.

Soy un tonto.

Salgo de mi departamento directo al bar, en el taxi trato de distraerme y pienso en todas las responsabilidades que están sobre mis hombros; pronto serán más. Recuerdo la reunión que tendré en Italia, debo enfocarme en eso, en nada más. Ella tiene que pasar a segundo plano.

Mi auto está en buen estado, no le pasó nada, ningún borracho lo dañó. Eso sería lo último que me faltaría.

Al llegar al trabajo veo que todos ya han llegado. Todo este asunto me hizo llegar tarde. Recuerdo la pregunta que me hizo Roxana cuando conocí a Blanca. Esta vez sí llegué tarde por una mujer.

Blanca está sentada en su escritorio contestando una llamada. Sólo tengo la certeza de que no es el pelirrojo porque es del teléfono administrativo. Se ve hermosa, lleva un pantalón negro y una blusa blanca con un listón en el cuello, luce elegante con sus zapatos puntiagudos.

-Alessandro por fin llegas - dice Roxana saliendo de su oficina - Tu teléfono sonó, contestó Blanca, así que pregúntale a ella cualquier cosa.

-¿Y quien le dio permiso de entrar a mi oficina? - digo antes de pensar.

-¿Y que nadie contestara? ¿Y si era importante? No seas orgulloso hombre - menciona abusando del cariño que le tengo.

-Olvídalo, tu - digo mirando a Blanca - Ven a mi oficina.

-Tengo nombre - dice levantándose de su asiento.

Veo en su rostro lo mal que lo tomó.

-Si, no me importa. No tengo ánimo para tus peleas - cada vez que la veo siento que mi ánimo decae un poco más, pienso en lo tonto que he sido.

Ella guarda silencio, toma su agenda y un lápiz celeste con un delfín en la punta; y camina directo a mi oficina.

Apenas entramos me doy cuenta de la mala decisión que tomé, su perfume inunda mis sentidos, enloqueciéndome un poco, cuestionando las decisiones que he tomado desde que la conocí.

¿Por qué tengo que sentir esta presión en el pecho? Parezco un desquiciado.

-Bien, dime, ¿Quién llamó?

-Llamó su padre.

Me congelé en mi asiento, ¿Ella habló con mi padre? ¿Tenía que ser él? Dentro de todas las personas que llaman debía ser él.

Traté de aparentar que no me había afectado.

-¿Qué dijo? - me levanté de la silla, no podía con la ansiedad.

-Quería recordarle que en tres semanas tiene que viajar a Italia para la reunión y fiesta de aniversario - dijo ella elegante.

-Bien, ¿Algo más? - curiose.

-Si, dijo que debía venir con una invitada, asistente o novia - se sonrojó diciendo eso último. Algo no me está contando, pero no tengo cómo saberlo, no me lo dirá, parece que tengo que sacarle la información a la fuerza.

-Qué obsesión tienen - suspiré - Bien, si eso es todo, vete.

El recado de mi padre no hizo más que amargar mi existencia.

-Okey señor - dijo Blanca entre dientes. Estaba molesta.

Pero a estas alturas no me importa lo que pueda pensar, sólo quiero dejar de sentir.

Blanca Martínez

Es un idiota.

Hoy no es su mejor día, no se que le habrá pasado, pero pensé que nuestra relación había mejorado un poco más luego de comer juntos. Pero veo que no.

Luego de conversar con Alex me di cuenta que había sido un poco injusta con él y estaba dispuesta a cambiar mi actitud, pero él no está colaborando.

¿Qué fue lo que le habrá pasado para cambiar tan radicalmente?

~~~

El día pasa tranquilo, no vuelvo a ver a Bianco en todo el día, ha estado encerrado en su oficina todo el día, no permitiendo que nadie entre a su despacho.

Parece un niño amurrado.

No debería estar pensando en él con tantos papeles en mi escritorio, Roxana me tiene ordenando sus papeles ya que, Karina, su secretaria no pudo venir hoy. ¿Tenía que ser el día con más trabajo?

Creo que hoy me quedaré más de la hora que me corresponde.

Mi teléfono suena y ya tengo una idea de quién puede ser, últimamente está muy pegado a mi. Espero que sólo sea que me extrañaba mucho.

Alex ha cambiado mucho estos últimos años. No sé qué fue lo que le pasó en este tiempo para haber evolucionado de la manera que lo hizo.

No sólo cambió su apariencia sino también su personalidad, tiene más confianza y tiene un poco de coquetería. Su físico sí que le afectó, se volvió todo un egocéntrico.

Aunque lo entiendo, debe haber muchas detrás de él.

-Aló - contesto la llamada, aunque no debería, si me ve Bianco es capaz de armar un alboroto.

-Hola princesa - dice Alex y soy capaz de ver su sonrisa ladeada.

-Hola Alex, ¿A qué debo esta llamada? Estoy trabajando.

-Quería invitarte a un restaurante que encontré por las redes sociales.

-Me parece bien, pero no se a que hora me desocupe, hoy hay mucho trabajo.

-Me parece muy cruel tenerte hasta tarde.

-Así es la vida de la asistente. Y los diseñadores no se salvan. Así que más me vale acostumbrarme.

-Bien, te dejo trabajar entonces, iremos luego de llegues a la casa.

-Está bien.

-Si sales muy tarde me avisas para ir a buscarte - dice y siento un calor en el pecho luego de oír sus palabras.

Cuelgo la llamada y otra suena en el teléfono corporativo.

Contesto y una voz varonil suena al otro lado de la línea.

-Buenas tardes, ¿Me comunico al teléfono de Roxana Zoza? - habla.

-Buenas tardes. Soy Blanca Martínez, asistente de la señora Zoza. ¿Puedo saber quien habla? - respondo tomando papel y lápiz.



#4299 en Otros

En el texto hay: romance, italianos, asistentes

Editado: 18.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.