Bianco

Capítulo 26: Previo

Blanca Martínez.

He pensado bastante estos dos días. Días donde he intentado por todos los medios acercarme a Bianco y disculparme, pero él huye de mí y no lo culpo. Me comporté como una cretina. Me dejé llevar por los estereotipos y la realidad me golpeó duro.

Alex tenía razón.

No me enorgullece, pero no es primera vez que actúo sin pensar, ignorando por completo los sentimientos del otro. Algo debe cambiar. Sino seguiré lastimando a las otras personas.

Leticia me reprendió bastante, aludiendo a que era bastante obvio que Alessandro tenía una especie de trauma con las mujeres.

¿En serio alguien decidió que era buena idea intentar abusar a alguien? ¿Qué pasaba por su cabeza?

“Jamás, sólo quieren meterme un hijo”

“Todas son unas interesadas”

Esas palabras vienen a mi mente ahora…siempre estuvo ahí.

Él debió tener alguna experiencia que le hiciera tener ese pensamiento.

Sus padres y amigos, intentando que siguiera con su vida.

Todo estuvo ahí.

Debo arreglar las cosas.

Alessandro camina directo hacia mi dirección y mi corazón bombea más rápido de lo que debería. Su caminar es seguro, pero su mirada muestra lo lastimado que está.

-Martínez, necesito hablar con usted - dice al llegar a mi lado.

Es mi oportunidad.

-Joven, quisiera…

-No quiero escuchar nada de ti - dice levantando una mano - ven a mi oficina, debemos hablar del viaje. Roxana ya me informó.

Camino detrás de él con pesar. Esto será difícil.

-Toma asiento - dice luego de él hacer lo mismo - necesito aclarar algunas cosas, pero primero necesito saber si estás de acuerdo con esto.

Asiento rápidamente.

-Si joven, no tengo problemas.

-Bien. Lo primero. Estaremos en Italia dos semanas, ¿Tienes pasaporte? - asiento - excelente. Este viaje es de trabajo y recreación. La primera semana estaremos haciendo diferentes trámites y reuniones, que sepas o no italiano me tiene sin cuidado, sólo irás porque mi padre así lo requiere -vuelo a asentir - La siguiente semana mis padres cumplen 32 años de casados y harán una gran celebración, también tendrás que ir, actúa con decoro por favor, nada de emborracharse y coquetear con otros hombres. No me dejarás en vergüenza.

-No hay problema - pongo mis manos en puños, molesta.

-Durante la segunda semana seguramente habrán algunas otras reuniones - vuelvo a asentir - ¿Alguna duda?

-¿Qué tipo de ropa debo llevar? - pregunto.

-Lleva ropa formal y un par de vestidos elegantes para los dos días de celebración que hacen - dice rodeando los ojos - ropa informal, no tan casual, pero abrigada. Mis padres invitan a las personas más cercanas a compartir con ellos durante el día.

Ellos si que tiran la casa por la ventana.

-Bien joven - ¿Algo más?

-No por el momento, puedes retirarte.

-¿Podría hablar con ustedes de otra cosa? - me aventuro.

-Si es sobre hace dos días ni lo pienses.

-Está bien, con su permiso - me giro para irme de la sala.

-Blanca - dice a mi espalda - en serio necesito que seas profesional, estás reuniones son muy importantes para mi.

-Lo haré, se lo prometo - digo con total honestidad.

~~~

-Así que te irás de viaje con ese hombre - dice mi padre atento a todo lo que sale de mi boca - espero que puedas arreglar las cosas.

-También lo espero- digo cabizbaja.

-Te dije que te arrepentirías - dice Alex sentado al lado mío - no me agrada ese hombre, pero no puedo ignorar el hecho que sigues pensando que todos los hombres con dinero son como él y no es así.

Me muerdo el labio dándome cuenta de eso, no me había percatado que estaba reflejando a Martín en Alessandro.

-¿Cuándo te irás? - pregunta mi madre.

-Mañana a mediodía. Necesitamos estar en Italia el Lunes.

Los tres asienten y puedo ver la lucha interna en Alex.

-¡Aló! - gritan desde afuera y distingo enseguida la voz de Leti - ¡Blanca!

-¡Voy! - grito de vuelta.

-No grites mujer - me reprende mi madre. Yo simplemente rio.

-Ya llegó esa mujer - dice Alex con un gesto horrible demostrando su desagrado hacía mi amiga.

Cuando abro la puerta puedo verla con un vestido relajado blanco con manchas celeste, parece un ángel, tiene su cabello amarrado en un listón blanco. Contrasta con mi falda negra de vuelo y mi polera corta burdeo.

-Querida mía - le digo dándole un abrazo.

-Hola bonita - me responde el abrazo - me gusta tu falda.

Rio mientras le dejo espacio para pasar. Cuando llega al comedor veo como se queda de piedra al ver a mi amigo, ella simplemente está impresionada. Podría jurar que ella ha estado enamorada de él desde que lo conoció. Aunque puedo entender porque prefiere no decirme nada. Mi madre ha insistido demasiado en vernos juntos, pero eso no pasará, no puedo verlo como algo más.

-Hola Alex - dice ella agudizando más su voz.

-Hola - dice sin ganas mi amigo.

Alex no tolera a Leticia. “Ella llegó para robar mi lugar”. Fueron sus palabras. Y decir verdad, desde su llegada abandoné un poco a mi amigo, pero tener a una mujer a tu lado, con quien hablar de chicos, con quien hablar de moda, era muy diferente a medida que crecíamos.

Tomamos asiento y comenzamos a comer.

El tiempo pasa en gratas conversaciones. Mi padre dándonos un poco de información de su caso y mis amigos de sus trabajos. Cuando mi teléfono suena y puedo ver el número que me llamó aquella vez, puedo recordarlo.

Contesto molesta.

-Hola - ladro.

-Qué grata manera de contestar - dice con sarcasmo Alessandro a través de teléfono dejándome de piedra. Su voz es dura. ¿Por qué está él hablando? ¿Era él aquella vez? Pero, ¿Por qué? ¿Por qué no respondió? Eran tantas preguntas que rondaban mi mente que no fui capaz de responder hasta que él volvió a hablar - ¿Le comieron la lengua los ratones?



#5429 en Otros

En el texto hay: romance, italianos, asistentes

Editado: 03.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.