Bianco

Capítulo 45: Nuestra canción

Blanca Martínez

El viaje es eterno.

Llevamos horas en una camioneta de último modelo, que tuvimos que ir a buscar al departamento de Alessandro, ya que al hombre se le olvidó que el auto no le servía.

Hace tanto tiempo que no me reía tanto.

Alessandro llena mis días de alegrías, con sus locuras, con sus caricias, con sus palabras cálidas, ¿Cómo no voy a estar enamorada? Cada día que pasa mis sentimientos crecen. Miro para atrás y trato de recordar en qué momento fue que las cosas comenzaron a cambiar.

-¿Aún falta para llegar? - pregunto otra vez.

-Aún falta la mia vita.

-Pero al menos dime a donde vamos - insisto

-¿En serio no tienes idea? - yo niego - entonces elegí bien.

Él sonríe, y eso es suficiente para mi.

-Querías aventuras y eso te daré, no son las torres del Paine, pero te encantará - me dice.

El viaje dura una hora más y ya se ha oscurecido por completo, puedo ver las estrellas mientras subimos las montañas por el cajón del Maipo.

Mis padres nunca han hecho este tipo de aventuras así que no tengo idea qué lugares hay por aquí y eso me tiene muy ilusionada.

Por estar oscuro no puedo apreciar el paisaje, así que me entretengo con la música. Alessandro viene preparado y trajo música envasada ya que no hay nada de señal por aquí y no puedo negar que eso me da nervios, pero estoy segura, voy al lado de un hombre que canta a todo pulmón para él, la mejor canción del mundo.

“So che non sono facile (Sé que no soy fácil)

Sai anche che è impossibile cambiare per me (Tú también sabes que es imposible cambiar para mí)

Ma cambio sempre idea (Pero siempre cambio de opinión)

Dai, prendere o lasciare, babe (Vamos, tómalo o déjalo, nena)

Ti prego, non lasciarmi (Por favor, no me dejes)

Più siamo sbagliati, più siamo perfetti (Mientras más equivocados estamos, más perfectos somos)”

Oh-oh-oh-oh

Non mi sopporti, io non mi sopporto da un po' (No me soportas, yo no me soporto desde hace un tiempo)

Ma so che mi vuoi bene, oh-oh-oh-oh (Pero sé que me quieres, oh-oh-oh-oh)

Non vuoi problemi, stai tranquillo, te ne darò (No quieres problemas, quédate tranquilo, te los daré)

Torna a casa presto e fai la brava (Vuelve a casa temprano y sé buena)

Non fare quella faccia, sembri sempre arrabbiata (No pongas esa cara, siempre pareces enojada)

Él sonríe y sé que intenta decirme algo.

-¿Quieres saber qué dice la canción? - Yo asiento - Trata sobre una pareja que ya no se soporta, pero en el fondo aún se quieren, ¿Te suena?

Yo sonrío amplio, llena de amor, ¡por eso la cantaba con tanta emoción!

-Eres el mejor - lo beso.

-Cuidado nena, no quiero morir sin antes verte caminar al altar - dice como si fuera lo más ligero del mundo.

¿Él tiene planes de desposarme? ¿En serio?

Guardo silencio, inmersa mientras la canción llega a su fin.

-¿Puedo ponerla de nuevo? - pido.

Él sonríe - No hay problema.

El camino cada vez se pone más pequeño y mientras recorremos lo poco que falta - según Alessandro - noto que las montañas están muy encima, siento que si me estiro puedo tocarlas con mis manos.

-¡Bienvenida a las termas mi bella novia! - dice al bajarnos del vehículo.

Yo no me lo creo - ¿Es en serio? - pregunto incrédula - ¡siempre quise ir a una!

Salto encima de él y lo abrazo fuerte por el cuello.

-¡Eres el mejor! Me encanta.

-Son al aire libre - dice - las termas son al aire libre y hay que acampar. Espero que no te moleste.

-¿Dormiremos juntos en una carpa al lado de termas, bajo las estrellas?

-Si - él ríe.

-¡Esto es demasiado romántico! - grito

-Me alegra que te haya gustado mi sorpresa.

~~~

No me pude aguantar y después de armar la carpa y acomodar todo subimos las escaleras que dirigen a las termas más calientes, ya que son varias piscinas naturales que caen en cascadas. Una fantasía.

No hay nadie, lo que lo hace mucho mejor.

La luna está llena y se posa sobre nuestras cabezas, las estrellas la acompañan extendiéndose sobre todo el manto oscuro. Una belleza digna de una película romántica.

-Bella mía - llama mi atención - ¿El agua está bien? Si está muy caliente podemos bajar una - yo niego.

-Estoy bien, tengo que vivir la experiencia completa - se ríe - ¿Qué?

-No por eso te vas a quemar.

-Si, bueno, estoy bien, lo prometo - le hago saber - ¿Qué más podría querer?

-¿Un beso bajo la luz de luna?

-Siempre son bien recibidos.

Respondo antes de unir nuestros labios en un beso suave, mientras nos bañamos en aguas calientes en la cima del mundo con la luna siendo nuestro testigo.

No podría pedir nada más.

-Te quiero - me dice - Con mi vida.

Mis ojos brillan en la oscuridad, porque yo siento lo mismo.

Lo quiero.



#714 en Otros

En el texto hay: romance, italianos, asistentes

Editado: 03.08.2025

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