Era una noche oscura y tormentosa. Los charcos de agua sucia comenzaban a formarse sobre el suelo, producto del leve desnivel del cemento. Entre la carretera y el oscuro bosque que se alzaba como un manto de misterio, un grupo de jóvenes permanecía reunido... aparentemente inofensivo.
—¿Qué vamos a hacer? —preguntó Annie, apartándose el cabello mojado de la cara.
—Deshacernos de todo y no volver a hablar de esto nunca más —respondió Fred, sin titubear.
No hubo necesidad de decir más. Los cinco se pusieron en movimiento, rápidos y decididos, siguiendo las órdenes de Fred, quien, como siempre, lideraba con firmeza.
Nadie podía prever lo que esa noche desataría, un horror que permanecería oculto durante 25 años, esperando el momento adecuado para resurgir…