Capítulo 17

                                                                  Big Blue Eyes

Mike estaba nervioso, llegaban a la comisaría y según su madre llegarían ella y su hermano unos minutos más tarde que él. Ya llegando a su destino, el oficial de menor rango miró a Mike y le dijo:
-Pasarás una semana y cuatro días aquí, nuestro compañero le informó al jefe de tu situación así que logró rebajar la condena- lo ultimo lo dijo intentando animar a Mike
-No es mucho tiempo por suerte- contestó Mike
-Suerte fue que las familias del menor menores no hayan decidido tomar acciones legales- agregó el oficial superior

Los siguientes segundos entre que los oficiales bajaron de la patrulla y abrían la puerta trasera se le hicieron eternos a Mike.
Caminaron hasta la entrada de la jefatura y dieron paso a la "condena":
-Señor Fermonsel, pasará los siguientes 11 días en la celda comunal. Protegeremos su integridad así como la de sus compañeros de celda. Usted no es un delincuente, solo cometió un error y tendrá tiempo para reflexionar al respecto- dijo el jefe de la comisaria, un hombre de espesa barba, con ojos casi negros, tez morena y de al menos 40 años -¿Preguntas?- añadió
-¿Mi celular será confiscado?- preguntó Mike tomando en cuenta que sería una forma de mantenerse en contacto con su familia
-Así es- dijo el jefe dando la señal para que uno de los oficiales que lo habían llevado lo tomara de sus manos
-¿Cuándo es el horario de visitas?- dijo nuevamente Mike
-Esta es una celda comunal, no una cárcel, no hay horarios de visitas. No hay visitas, a quien usted verá aquí será a nosotros y a sus compañeros de celda- contestó el jefe con cierta tosquedad mal disimulada
"¿No veré a mi familia en casi dos semanas?" pensó Mike mientras era llevado a la celda

-Escuchen, sé que ustedes no son de ese tipo de reclusos, pero igualmente debo dejarles claro que no se aceptarán agresiones de ningún tipo hacia sus compañeros. Señor Fermonsel, hay tres comidas al día: a las 9:30 es el desayuno; 12:00 el almuerzo y 9:00 la cena. Puede dormirse a la hora que desee pero las luces se apagan a las 10:30 de la noche- explicó el oficial superior que lo había llevado a comisaria
-Pero mira esto, Jack trajo carne fresca- dijo uno con tono burlón
-Déjate de estupideces Hoyt, ¿vas a hacer la misma broma con cada tipo nuevo?- dijo el otro tipo, un hombre de al menos 30 años, barba de una semana y grandes ojeras -Soy Nathan, mis colegas me dicen Nate, pero tú... tú puedes decirme Nate- agregó sonriendo
-Es... es un gusto conocerte Nate. Yo soy Michael, pero mis amigos me dicen Mike, puedes decirme así si quieres- dijo Mike algo asustado
-El placer es mío Mike. Ese pedazo de mierda que está ahí se llama Hoyt, aunque tiene otro nombre, es complicado de explicar pero ya verás a lo que me refiero. Puede que parezca un psicópata, pero lo único de eso que tiene es la cara de desgraciado- dijo Nathan señalando al otro recluso quien era un hombre de unos 50 años, bajo y escuálido, con cara totalmente seria y una mirada atemorizante
-¿Qué pasa Hoyt? ¿Tienes algún problema con mi amigo Mike?- dijo nuevamente Nathan mientras se incorporaba y se acercaba a Hoyt
-No, ninguno- contestó Hoyt al instante tremendamente asustado
-¿Cuánto estarás aquí?- le preguntó Nathan a Mike
-11 días- contestó Mike
-Oh, ¿una pelea? ¿Insultaste a un cerdo? ¿Marihuana? ¿Miraste mal a un azul?- volvió a interrogar Nathan
-Una pelea, estaba defendiendo a mi hermano y tuve que golpear a tres tipos, uno era menor, por eso estoy aquí principalmente- dijo Mike
-Ah. Que coincidencia... Mi hermano me dijo ayer que un chico había golpeado a mi sobrino favorito...- dijo Nathan acercándose a Mike

Mike se puso de pié, estaba asustado y temía que algo malo pasara si se enfrentaba a su compañero de celda. Nathan comenzó a reír y dijo:
-Es broma, no seas zoquete. Sería muy mala suerte que justo uno de esos fuera mi sobrino- dijo Nathan golpeando suavemente el hombro de Mike
-Si, me parecía raro, no se permiten visitas como para que tu hermano te lo haya podido decir- dijo Mike totalmente nervioso pero ya más tranquilo
-No, pero Denis está en aquella otra celda- dijo Nathan señalando hacia afuera
Mike miró hacia afuera y en ese momento un golpe ligeramente fuerte le fue brindado en la nuca. Nathan explotó de risa y dijo:
-Eres muy fácil de engañar Mike-
-Y tú te comportas como un niño de 10 años- dijo Mike ya algo enfadado, aunque inmediatamente arrepintiéndose pues temía que el buen humor de su compañero de celda fuera a desaparecer por su respuesta
-Vaaamos, no seas tan cruel, estoy intentando quitar tensión en el ambiente, ya me insultaste, ¿ves como funcionó?- explicó Nathan con una gran sonrisa

Ya pasados unos minutos se escuchó la voz de Margarett y Nick, pero como no se permitían visitas poco pudieron hacer ellos. Sin embargo fue casi como el cielo haber podido escuchar la voz de su madre y hermano, aunque fuera por unos segundos. Mike no sabía cómo iba a pasar dos semanas sin ellos.

-La cárcel no es como la pintan en películas- dijo Nathan
-¿Has estado en una?- preguntó Mike
-En varias, pasé dos años en la última. Venta de drogas, lo típico. Esto de aquí no es nada, el imbécil del bar tuvo suerte de que estuviera de buen humor; me conformé con quebrarle un par de dedos solamente- contestó Nathan mirando al techo sentado justo al lado de Mike
Hoyt estaba leyendo un libro recostado en la otra pared, rara vez apartaba la mirada de su lectura para dar un par de vistas furtivas hacia Mike y Nathan.
-Estoy aburrido, ¡guardias, ¿nos traen un mazo de cartas?!- gritó Nathan
-¿Puedes pedir cartas?- preguntó Mike
-Es una celda común de una ciudad chiquita, los guardias sí se comportan como personas civilizadas aquí. Además, algo debemos hacer para evitar arrancarle los ojos a Hoyt...- contestó Nathan mirando a Mike y Hoyt mientras hablaba
-Muy gracioso- dijo Hoyt sin dejar de mirar su libro