Big Blue Eyes

Capítulo 18

                                                                      Big Blue Eyes

-Sun, ¿vas a venir a mi cumpleaños?- dijo una voz repleta de ecos
-Claro que iré, como todos los años a comer nachos- contestó Sun sonriendo por la voz
-Me alegro mucho, pero recuerda mi regalo esta vez- dijo bromeando la voz
-Te di el regalo al final, no seas fastidioso- contestó Sunshine volteando, pero no había nadie

Estaba de pie en medio de pura oscuridad, aún oyendo aquella voz esta vez riendo
-¿Félix?... ¿Félix? ¡¿Félix?!- comenzó a articular Sun mientras caminaba a tientas
-¡Vamos Sun, corre más rápido!- dijo Félix jugando
Sun sintió que una mano le tocó la parte media de la espalda, estaba fría y era muy pequeña
-Te toca, ahora búscame a mí- dijo Félix mientras se oían pasos alejarse a espaldas de Sun
Estaba preocupada, pero decidió dejarse llevar y buscar a su amigo siguiendo el juego.
Algo blanco brillaba a lo lejos, debía estar a unos 10 metros suyo, así que pensó caminar hasta allí.

Cuando lo alcanzó notó que era un interruptor de luz, al presionarlo todas las luces del lugar se encendieron. Estaba en su antigua escuela, un lugar hermoso decorado con dibujos coloridos de los niños, globos de todos colores agrupados de tres en tres atados sobre cada puerta flotando en armonía; entre los dibujos reconoció alguno suyo, personas sonriendo, maestras y compañeros dibujados con su excelente estilo, desde esos años se sabía de los dotes artísticos de Sun. En otro contexto hubiera estado feliz de haber vuelto a su escuela, pero había algo en su entorno y en la idea de buscar a Félix que la ponía profundamente nerviosa. No tenía la perspectiva de ella más de joven, tenía la edad actual, algo extraño ya que Félix si era un niño.

Sun recordaba a su mejor amigo, tan alegre y amable, con ese incisivo superior izquierdo faltante y esa sonrisa tan cálida. Escuchaba a su amigo reír alegremente, como cuando jugaban juntos. Siguió el sonido hasta una de las clases, la 5-B, y allí lo encontró; sentado sobre el escritorio del profesor meciendo las piernas, su camisa a cuadros arremangada como siempre solía usarla, aunque esta vez la camisa no estaba colocada correctamente debajo de su overoll, sino que este se encontraba desprendido del brazo izquierdo de su amigo como si hoy le hubiera tocado vestirse él solo.
-Pasa Sun, tengo muchas cosas que contarte. Ha pasado mucho desde la última vez que nos vimos. ¿Cuánto ha sido? ¿Tres o cuatro meses?- dijo Félix sonriendo e invitándola con la mano a que se sentara justo frente a él  
-Félix... Han pasado 13 años, no sé qué está pasando. No sé qué clase de pesadilla o sueño es este- contestó Sun quedándose inmóvil donde estaba, se encontraba nerviosa
Félix dejó de sonreír y la miró desconcertado.
-Eso explica porqué te ves tan grande. ¿Pero entonces por qué yo me veo así? ¿No debería verme grande también Sun?- preguntó frunciendo el seño
-Si... pero es que hace mucho no te veo y...- en ese momento Sun recordó completamente a su amigo Félix, dejando de lado la escuela se transportó a sí misma a los años de su infancia, cuando tenía 5 años para ser más específicos.

-Sun, ¿vas a venir a mi cumpleaños?- preguntó Félix mientras Sun despabilaba de su sueño con los ojos abiertos
-Claro que iré, como todos los años- contestó Sunshine sonriendo mientras el maestro tomaba su café en su escritorio y sus compañeros jugaban en el patio y algunos hablaban en la clase
-Me alegro, pero recuerda mi regalo esta vez- dijo Félix mientras se sentaba junto a ella -¿Qué estás dibujando?- dijo mientras veía la libreta en las manos de Sun
-Es una sirena, creo que así es como se ven- dijo Sun mientras terminaba de retocar el pelo de su monstruosidad -Espera, si te di ese regalo al final, no seas fastidioso- agregó recién captando lo primero que su amigo le había dicho
-¿Por qué las dibujas tan feas? Las sirenas son hermosas- dijo Félix mientras tomaba la libreta de Sun y su lápiz, cambiaba de hoja y dibujaba una criatura que tenía forma a todo menos a algo conocido por el hombre
-Uy si, hermosas...- dijo Sun molestando a su compañero
-Que mala eres, no todos tenemos tus habilidades dibujocasticas- dijo Félix inventando una palabra
-"Ilustrativas"- corrigió Sun mientras se reía de la palabra que Félix había inventado
-Bueno, eso. ¿Por qué no intentas hacerlas más lindas? Todos tus dibujos son oscuros y tristes, pon una o dos sonrisas por aquí- dijo Félix mientras agregaba cuarto sol en la esquina con una sonrisa adorable y le ilustraba una sonrisa en medio de la cara a la sirena
-¡Arruinaste mi dibujo!- gritó Sun enfadada
-¿Qué? ¡Lo siento!- dijo Félix al notar lo importante que era el dibujo para su amiga
-¡No lo sientes, eres malo!- gritó Sun nuevamente
-Niños, cálmense, ¿qué está pasando?- dijo el profesor acercándose
-Mire Señor Hills, arruinó mi dibujo- dijo Sunshine al borde de las lágrimas
-Tranquila Sun, estoy seguro que no lo hizo con mala intención. ¿Verdad Félix?- dijo el señor Hills con voz serena
-No, solo intentaba que el dibujo fuera más alegre- contestó Félix mirando al suelo
-¿Ves Sun? No fue a propósito- dijo el señor Hills
-Pero, mi dibujo... Me había esforzado mucho por hacerlo- contestó Sun
-Puedo arreglarlo, mañana te traigo uno igualito, lo prometo- dijo Félix acercándose a Sun -¿Me perdonas?- preguntó
-Te perdono, pero no lo vuelvas a hacer- contestó Sun tras unos segundos de silencio
-Bien, me alegro que hayan podido solucionarlo- dijo el señor Hills quien posteriormente se alejó de ellos para hablar con otros niños que parecían estar jugando a algo peligroso.

Pasadas unas horas el timbre del fin de clases sonó y los niños corrieron alegres a la salida, Sun y Félix estaban hablando del cumpleaños de este, sería en dos días, y Félix hablaba de todo lo que iba a haber para comer. En la puerta, sobresaliendo de entre los padres se encontraba un hombre de traje, muy alto y de lentes de sol; el sujeto debía medir unos dos metros, era fornido y su mirada era muy seria. Se acercó a ellos y dijo:
-Señor Hallagan, soy su nuevo guardia. Por favor, despídase de la señorita y entre en el auto, su padre le espera para darle una sorpresa en casa- dijo totalmente serio
-¿Qué pasó con George?- preguntó Félix
-Tiene unas semanas de vacaciones, yo lo reemplazo por ese tiempo- contestó el guardia
-Oh, bueno. Se merecía unas vacaciones, pues vámonos entonces. Nos vemos Sun, mañana te traigo tu dibujo- dijo Félix mientras se alejaba
Sun se extrañó por un momento, ya que el vehículo de transporte que siempre usaban sin importar el guardia había cambiado. Pero no pensó que fuera algo importante <craso error>.




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