Big Blue Eyes
Edward sintió un dolor indescriptible en el pecho en el momento que escuchó a su hermana entrar a la habitación
-¡No entren, no entren!- gritó intentando llegar a la entrada del living antes que ella, pero no lo logró
Sintió que algo dentro suyo se rompía mientras en cámara lenta veía las pupilas de su hermana dilatarse, su expresión que antes había sido de preocupación seguramente por la sangre que se veía desde la entrada; su boca abrirse para intentar gritar, pero algo en ella se lo impedía, un nudo en la garganta que no dejaba pasar siquiera el oxígeno. Edward le dijo a Trevor que sacara a su hermana de ahí con un tono un poco alto, pero no demasiado, sin embargo éste también se hallaba estupefacto ante la dantesca escena frente a sus ojos; justo cuando su hermana estaba comenzando a emitir sonidos que poco a poco se tornaban en un delirante grito es que Ed le tapó la boca. Sunshine lo miró asustada, sus ojos parecían verlo pero al mismo tiempo no ver nada, las lágrimas comenzaban a arruinar el maquillaje que se había puesto.
-No grites, ¿dónde está James?- preguntó Ed
Sunshine aún seguía en shock, pero se las arregló para quitar lentamente la mano de su hermano de su boca y contestar con una voz quebrada:
-Con Bárbara-
En ese momento Ed pudo respirar de nuevo, la situación se había complicado muchísimo, pero al menos Jimmy no tendría que ver lo que ellos vieron.
Ninguno de los dos supo qué hacer, simplemente se quedaron estáticos mirando al suelo intentando reprimir los gritos de horror. Joe entonces fue quien habló:
-Lo siento preciosa, no tendrías que haber visto nada de esto, lo siento mucho, ninguno de ustedes debería tener que pasar por lo que les hago pasar justo ahora. Pero simplemente no pude acumular más odio, ya hice lo que tenía que hacer, ya-
-Cállate Joe- dijo Ed con desprecio -Nada de lo que digas ahora puede solucionar lo que hiciste. ¿Qué mierda vamos a hacer ahora con James?- preguntó no esperando una respuesta por parte de quien pudiese escucharlo
Haciendo cuanto pudo para que su hermana y Trevor caminaran logró sacarlos de la casa, los hizo sentarse en el borde de la acera y llamó a la cabina de entrada.
-Centro de atención de Grizzly Residence, ¿en qué puedo ayudarle?- dijo la voz al otro lado de la línea luego de unos segundos de espera
-Bárbara, soy Ed, las cosas son peor de lo que imaginábamos; necesito que te quedes con James por un rato. Y que nadie venga excepto la policía-
-Mierda... Está bien, ¿qué pasó?- preguntó Bárbara
-No puedo decirlo, pero ya vas a enterarte. Gracias por encargarte de James- dijo Ed y colgó
Trevor estaba mirando a la nada, no estaba seguro de qué estaba pasando y dentro de sí pedía a gritos que esto fuera una pesadilla, que se hallara dormido en algún banco de la plaza; se encontraba abrazando a Sunshine quien no dejaba de temblar. Sun por otro lado tenía las manos en la boca por si algún alarido se le escapaba, miraba sus pies mientras un charco de lágrimas se formaba justo debajo de ellos.
Luego de unos pocos minutos la policía llegó, algunos vecinos salieron de sus hogares para ver qué estaba pasando.
-Buenas noches soy el oficial Torres y él es mi compañero Gelens, nos informaron de gritos y una posible pelea dentro de esta casa. ¿Están todos bien?- dijo un oficial de tez morena y mirada calma
-No- respondió Ed -Necesitamos asistencia médica, mi padre asesinó a su esposa- comentó Ed con la mirada un tanto perdida, parecía aún no haberse percatado de la situación que estaban viviendo, se encontraba anonadado de que su padre haya sido capaz de algo así. Su shock se fue en el instante en que Sunshine comenzó a llorar con más fuerza, había escuchado lo que él había dicho y no pudo contenerse; Ed comenzó a llorar al notar el dolor de su hermana mientras Trevor la abrazaba con más fuerza, pensó en lo estúpido que había sido en no alejarse más de ellos antes de decir lo que dijo. El oficial dejó ver una mirada perpleja por unos instantes para luego retomar a su mirada serena.
-Entiendo, ¿puede decirnos como está la situación ahí dentro?- replicó
-Están en el living, está a la derecha nada más entrar. Él está arrodillado mirando el cadáver, no creo que sea una amenaza para alguien ahora, su nombre es Joseph Banister- respondió Edward con una voz débil por el llanto
-Voy a pedir las ambulancias- dijo el compañero del oficial de tez morena, un hombre joven de cabello rubio rizado con cierta actitud que denotaba que era novato
Una vez que pidieron la asistencia médica, decidieron entrar a la casa, el olor de oxido fue abrumador, el policía novato tuvo que taparse la nariz por unos momentos.
-Señor Banister, somos la policía, ¿puede oírnos?- dijo el oficial Torres yendo un poco más adelante de su compañero
-Los escucho, no voy a lastimarlos- dijo Joe
Los oficiales pasaron la esquina donde se hallaban cubiertos por precaución y apuntaron hacia el final de la habitación, allí vieron a Joe aún arrodillado con las manos sobre sus piernas mirando a la nada.
-Señor Banister, necesitamos que se aleje del cuerpo y se recueste boca abajo en el suelo con sus manos en su espalda- comentó el oficial Torres apuntando firmemente.
Joe gateó unos metros y se recostó tomando la posición que los oficiales dijeron, mirando en dirección opuesta al cadáver. El oficial Gelens se acercó a él temblando y sacó sus esposas, su compañero se hallaba a poco más de 5 metros apuntando con firmeza en caso de tener que disparar, tomó las manos de Joe y lo esposó, luego de hacerlo notó que parte de la sangre de las manos del sujeto que aún no se había secado se habían impregnado en sus manos, unas inmensas ganas de vomitar se apoderaron de él pero logró mantener la compostura; su compañero se acercó y juntos incorporaron al criminal.
-Ve afuera con los muchachos, yo lo cuido, espera a los enfermeros y los refuerzos con ellos- dijo el oficial Torres dejándole una silla a Joe para que se sentara a esperar
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Editado: 22.04.2024