Birthday

Day nine

—Si Pablito clavó un clavito ¿yo te puedo clavar mi pito?

Yoongi le tiro sus papeles a la cara, sus mofletes se sonrojan, y el moreno lo toma como un cumplido.

—Tengo tanta sed que voy a tomar—estaban en la casa del pálido, sorprendentemente no había nadie en su casa, sus hermanas se habían ido con sus padres a una obra de teatro y sorprendentemente por dos, no se habían matado aun. Tae se levanta hasta la jarra de agua sin dejar de verle con hambre, se sirve un vaso, lo alza y dice:—el atrevimiento de decirte que estás bien bueno, a la mierda.

El dueño de la casa se ríe, y se controla para no saltarle encima y rasguñarle la cara. Tae le está cayendo bien como persona, sus piropos dan pena y le irritan, pero no puede dejar de pensar en los regordetes labios ajenos, se relame los suyos con deseo.

—¿En qué piensas?—le pregunta dejando el vaso en la encimera de la cocina. Se acerca al pálido, le agarra la barbilla para que lo mire, los ojos cafeses de Yoongi se reflejan en los ajenos del mismo color, se quedan viendo en silencio, contemplando sus rostros, un sentimiento caliente sube por sus pies hasta las bocas de sus estómagos.

¿Qué es lo qué están sintiendo? ¿Es acaso deseo? ¿O amor? El más bajo niega con la cabeza, espantando cualquier pensamiento romántico con el otro. No es nada de amor, a él no le gusta Tae, es muy atractivo, tiene una cara tallada por los mismos dioses, su cuerpo es estéticamente hermoso y... Nada. A él le gusta Jungkook, y punto.

Contra con cualquier pensamiento razonable, Kim va arrinconando poco a poco al más bajo hasta que su espalda choca contra la mesa, el moreno ve al pálido como una presa, una presa que estaría más que contento de comerla como su plato principal.

Yoongi es un caos, empieza a subir la mesa como puede de espalda sin dejar de mirar los ojos cafeses ajenos que son pozos profundos de lujuria, su respiración no es controlada, sus labios rosados están entreabierto, sus piernas se sienten débiles y el centro de su ser ruge por contacto.

Los labios chocan, chocan como planetas, chocan como si no se hubieran tocado hace tiempo, Tae bota todas sus hojas de trabajo por el suelo, empujando más hacia atrás al otro, que chupa su labio inferior, provocando que los dos sean un desastre de gemidos.

—Para..—murmura el más pequeño en el cuello del otro—. No me...—y antes de que pueda decir las palabras que más le duelen al más alto, le besuquea el cuello hasta dejarle una marca grande y roja, Yoongi se queja, sin embargo, el mismo sentimiento ardiente y peligroso en su interior le motiva a hacer algo, que nunca imaginó hacer, se abalanza al cuello ajeno y lo mordisquea, lo chupa y lo lame sin arrepentimientos, con sus mejillas rosas y ojos dilatados, siendo el mejor show que pudo ver Tae en sus dieciocho años de vida.

—y antes de que pueda decir las palabras que más le duelen al más alto, le besuquea el cuello hasta dejarle una marca grande y roja, Yoongi se queja, sin embargo, el mismo sentimiento ardiente y peligroso en su interior le motiva a hacer algo, que...        

—No te puede gustar Yoongi—declara Jimin sorbiendo de su mocca de chocolate. Es que no entiende cómo dos personas tan diferentes pudieran enamorarse de la misma persona.

—¿Por qué no?—rebate Jungkook

—Porque tiene novio—ve la cara de: ¿y? de su amigo, rueda los ojos—. Es novio de Taehyung—el otro sigue sin entender el jodido punto de todo—. Es tu mejor amigo.

—No lo creo—bufa por debajo. Porque si hubiera su pana, su bro, su no homo bro. Le hubiera dicho desde un principio que le gustaba Yoongi, pudieron pelear juntos con una moneda para ver quién lo conquistaba, sin embargo, a su "mejor amigo" le importaba poco la lealtad de bros y ya era novio del amor de su vida—. No le importó robarme al amor de mi vida.

Park siente que va a terminar con los ojos chuecos de tanto rodar los ojos. Es que de verdad, no entiende que tiene Yoongi para hacer más idiotas a sus amigos. ¿Serán sus ojos de gatito? ¿Su piel de porcelana? ¿o qué?

—Deja de portarte como un niño que llora porque le robaron una paleta.

—A decir verdad...

—No me digas, Tae, te robó una paleta—Jimin espera una respuesta negativa, no obstante al verle la cara de indignación del otro, lo descarta rápidamente.

—Fue la semana pasado, yo andaba feliz con la paleta, era edición limitada y...

—No me importa.—si no fuera porque Tae es su mejor amigo y Jungkook como su hermano menor, los mandaría a los dos en un barco a Chino sin boleto de regreso. Realmente ambos son un dolor de trasero.

 



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En el texto hay: bts, taegi, taegikook

Editado: 24.12.2020

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