Para muchos algo como el destino no es más que un nombre lindo para las coincidencias, yo por ejemplo, era una de las personas que pensaba de ese modo pero todo cambió el doce de diciembre del 2015.
Era un sábado fresco en algún lugar del mundo, me encontraba trabajando en la parte de marketing de una compañía reconocida de alimentos de la ciudad junto con una de mis mejores amigas y otra chica que resultó vivir a unas calles de donde yo vivía; a eso de las 7:00 p.m decidimos salir a divertirnos un rato por lo que directo del trabajo fuimos a uno de mis bares favoritos (por qué sí, no me gustan las discotecas, antros, boliches o como lo conozcan en sus países), al llegar vimos a tres hombres dos de ellos fumando, uno de ellos llamó mi atención; el de la barba prominente. Siendo mujeres responsables y para nada desesperadas estacionamos el auto y salimos pasando por su lado pero mi amiga cuyo nombre omitiré decidió de último minuto y sin consultarme nada hacer un numerito, fingió tropezar y caer de manera elegante y de aspecto agotado en el capó del auto llamando así la atención del grupo de hombres, ellos al notarlo se acercaron y le preguntaron si se encontraba bien, yo por otro lado y ajena a todo miraba avergonzada y sin terminar de entender la situación.
Rápidamente ella asintió y explicó que solo había sido un entumesimiento de las piernas debido al trabajo duro, ella al notar que tenía la atención de los tres y al notar los cigarrillos en las manos de dos de ellos los invitó a sentarse con nosotras en el área para fumadores del bar, yo no fumo o no mucho al menos pero al notar sus intenciones no pude más que aguantarme la risa y alejarme para pedir la cerveza que tanto necesitada. Al entrar al lugar el hard rock y metal nos dieron la bienvenida, nos sentamos en el patio de fumadores y pedimos unas cervezas, los chicos se habían quedado afuera del bar y mi amiga finalmente nos contó todas sus intenciones, la otra chica y yo no pensamos que fuera a funcionar hasta que media hora después los chicos llegaron a nuestra mesa.
Tres chicos para tres chicas ¿genial, no?
Pronto empezamos a hablar y conocernos, dos de ellos tenían el mismo nombre entre ellos el lindo de la barba, el tercero tenía el segundo nombre del de la barba, por lo que podía llegar a ser confuso hablar entre todos. Uno es ingeniero civil, el otro de sistemas y la barba es diseñador gráfico "el acaba ropa" según sus propias palabras. Hay algo que debo aclarar y es que no sirvo para romper el hielo en una conversación, de hecho en la mesa era la que menos hablaba, me preguntaba en qué coño me habían metido ya que yo solo iba por la música y unas cuantas birras.
El tiempo pasó volando, pronto encontré un tema que ralmente me interesaba entre tanta conversación vanal y era la mitología griega, (sí, lo sé, ¡ÑOÑO! Pero así soy 🤷🤷🤷) el chico de la barba se puso a hablar conmigo sobre Endemion y Selene, no lo esperaba por lo que lo agradecí mucho. Entre tanta charla amena intercambiamos números porque mi mejor amiga dejó escapar que el 15 sería mi cumpleaños y él muy amable dijo que se acordaría de mi cumpleaños y me llamaría. Luego de eso y luego de más charla me enteré que los dos Pedros eran hermanos, el ingeniero era el mayor y el otro chico era un amigo.
Al despedirnos el ingeniero de sistemas nos acompañó y una vez en el auto le dio el beso de su vida a mi mejor amiga mientras la otra chica y yo reíamos ante el descaro de los dos desde nuestro lugar seguro dontro del auto.
DE MANERA RESUMIDA ESE FUE MI PRIMER ENCUENTRO CON EL QUE SERÍA MI ESPOSO. ¿BIZARRO, NO LO CREEN?